21.6.11

Aprender a disfrutar del arte, también en digital...

Son muchas las cosas que no nos vienen de serie. Cosas que hemos de ir aprendiendo a lo largo de la vida. Que las conozcamos o no, no dependen sólo de nuestra capacidad. También, y mucho, de nuestro entorno. De nuestras compañías. A disfrutar el vino, por ejemplo. O el queso. O un concierto de música clásica. O el arte.

Apreciar un cuadro. Saber lo que nos transmite. A mí me enseñó a ver obras Benigno Pendás. Era primavera y el mundo era tan reciente que, fíjense, yo andaba enamorado de una flamenca del aleti. Fueron cinco días sobre Velázquez. Ahí me hice mayor. La rendición de Breda es un tratado de cómo entendía la política la monarquía hispánica. Las meninas son el primer cuadro moderno en el sentido literal del término. Y el Conde Duque; esa mirada de la que ya me había hablado John Elliot años atrás. Esa mirada que te persigue, aún hoy, cuando entras en la Sala 12 del Museo.

Luego ya no paré. Ni de viaje por Rumanía, ni en aquel último viaje a Santander. Fíjese usted, desocupado lector. Hay muchos tipos de personas, a algunos esto les interesa y otros van una vez y ya no vuelven. Por eso, me parece tan fantástica la iniciativa de los amigos y pioneros en tantas cosas de Fragma: un sistema de impresión de obras clásicas de alta calidad. Para disfrutar de una obra y de todos sus matices. Arte a demanda. Péguele un vistazo, desocupado lector.

Los contenidos digitales están ya cambiando nuestra vida. Esto no se detendrá. Y ahí España tiene mucho camino por recorrer…


PS: De acuerdo con las estimaciones del gobierno, la Industria de Contenidos Digitales superó los 8.004 millones de euros de facturación en 2009 con un crecimiento interanual del 32,7%. Entre 2003 y 2009, la facturación de este sector prácticamente se ha triplicado. En 2010, se estima que la facturación podría superar los 9.000 M€.

No hay comentarios: