25.4.24

Cervantes de León

Un Cervantes de León, el entrañable  Luis Mateo Díez. El sábado en el Cultural en ABC, una entrevista muy interesante, de la que destaco estas dos preguntas:


¿Cree, como Rilke, que la verdadera patria del hombre es la infancia?

—La infancia es irremediable. Me gusta más lo que decía Pavese: la infancia es el tiempo mítico del hombre. Es el tiempo de las cosas primigenias, de las novedades, de las primeras impresiones, los primeros afectos, el tiempo de una luz concreta, de una manera primitiva de ver las cosas. Eso nos marca totalmente: somos lo que fuimos. El niño que fuimos nos persigue toda la vida. A veces con mucha condescendencia, y a veces, en mi caso, nos genera problemas


Pero usted vive rodeado de amigos.

—Soy un hombre de amistades. Y la amistad es para mí el bien mayor de la humanidad, por encima de todo, hasta del amor. Porque además el gran amor está constituido de amistad. Un amor sin amistad yo no sé lo que es. He vivido feliz rodeado de amigos. He sido una persona muy consentida. La gente siempre ha estado a gusto conmigo y yo a gusto con la gente. Son maneras de subsistir, formas de curarse de la precariedad que uno tiene dentro. 


cuento mi descubrimiento del ‘Quijote’, que llegó a mi vida siendo niño, curiosamente, en la voz de uno de mis maestros. Yo soy un defensor acérrimo del magisterio, de los maestros que tuve en mi infancia. Sin ellos, no sería lo que soy.

23.4.24

Citas, de un duque a un segoviano

Dos citas que me han hecho gracias, de estos días; "Si atraviesas el infierno, no te detengas, sigue caminando", parece que de ese gran hacedor de citas que fue Churchill. Era un Malborough, nunca lo olvides, me dijo una vez paseando por Hoorn el que fue durante un tiempo el tío Bob.

Leyendo a Olmos, el siempre vetado -también por el pp- Olmos, leo en Tía buena que "Un amigo me regaló un día de charla la idea de que los hombres se enamoran de una cara y las mujeres de una historia."

22.4.24

Ganaron "Los primos hermanos de Dios"

Con los herederos del carlismo dominando el parlamento autonómico, con las izquierdas y las derechas reducidas a un presencia testimonial, es buen día para leer la entrevista que le hicieron a Juaristi en Jot Down 

Y subrayar este este párrafo, entre Tolosa y la bella Easo: "San Sebastián no iba a ser la capital de provincia realmente: la capital era Tolosa, pero luego se impone la primera por el desarrollo urbanístico en tiempos de Isabel II. Tolosa era una ciudad muy tradicional con mucho integrista: la calle mayor estaba llena de casas de integristas. Una de las veces que fue Alfonso XIII a visitar esta villa con su alcalde, vio que el balcón estaba cerrado y nadie le saludaba. Entonces, le preguntó al magistrado «¿De qué tendencia viven allí?» y este respondió «ahí viven los integristas, señor»; «¿Quiénes son los integristas?», «Los integristas son los primos hermanos de Dios»"

16.4.24

Cuando fuimos muy pocos

Fascinante esta historia que traía el otro día ABC. Estuvimos muy cerca de la extinción. Cuantas historias que se ha comido el olvido. Cuantas emoción, cuanta lucha. Parafraseando a Laurico "sortilegios que no cuentan las crónicas y que se fueron con ellos". Parece, por lo que sabemos ahora, que poco más de mil doscientos, los habitantes hoy de la mi Puebla. La salvación estuvo en el norte. Siempre está en el norte...


13.4.24

Versos y ciudades

Algunas cosas tomadas de la ruta literaria por Zamora, de Julio Eguaras: “Caminar, ese es el premio”, de Pilar Antón. Descubro que el telúrico verso de Claudio (“Todos llevamos una ciudad dentro, / ciudad que nos alienta y nos acusa”) lo compartió su autor en  pregón que  dio en las fiestas de San Pedro de 1992.

Estos versos al poeta Tomás Sánchez, también de Angel Fernández Benéitez, amigo de Paco Somoza: “Las ciudades, Tomás, y sobre todo aquellas / que envolvieron en niebla nuestra infancia, / dejan huellas recónditas incluso en quienes fueron / muy poco complacientes con su historia…” 

12.4.24

Mitología de la ciudad

Leo al poeta Tomás Sánchez Santiago en Una ruta literaria por Zamora que “Toda ciudad termina por ser su propio nombre”. Hay una labor, sostiene en el prólogo, consistente en “Crear una núcleo estable de identidades y nexos o que la designen con cierta constancia y convicción. Necesitamos tener una mitología. Una mitología de la ciudad.

Cita el autor a Jordi Doce y señala, en relación a Nueva York, que “una ciudad no son solo sus calles y jardines, sus tiendas y fachadas, sus viejas estaciones de tren o sus hangares de extrarradio, sino también sus palabras, los libros que ayudaron a explicarla y retratarla, los personajes de ficción que vagaron por ella, las sílabas sonoras que la cantaron o la contaron, la inmensas biblioteca de voces y experiencias y reflexiones  que componen su dobles de papel, las múltiples ciudades que llevan sus nombre y que, nacidas a su amparo, rivalizan con ella hasta el punto de suplantarla en nuestra imaginación.”


11.4.24

Cambios a mal

Va cambiando el modelo familiar, pero este modelo tiene una parte mucho más estructural de lo que los modernos y progresistas piensan. Muy interesante esto de El Mundo el otro día: nos quedamos sin primos, nos quedamos sin hijos...