Se fue Raymond Carr. El hombre que nos enseñó que no siempre lo peor es cierto. y que las jeremiadas sobre nuestra historia no son más que fantasías infantiles de aquellos que confunden la historia con su ideología. Se fue uno de los grandes. Y mucho no son conscientes de lo que le debemos. Si usted tampoco lo es, no se pierda la reflexión del gran Manuel Lucena el pasado martes en ABC:
"Las obras posteriores de Carr, solo o en compañía de alguno
de sus brillantes discípulos, como «La internacionalización de la guerra civil
española», o «España, de la dictadura a la democracia», en colaboración con
Juan Pablo Fusi, consolidaron las visiones de la historia contemporánea
española establecidas con anterioridad. Aquellas que negaban todo determinismo
o, como decían algunos entonces, la obligación de que la Historia de España
acabara mal".
Sit tibi terra levis
Sit tibi terra levis
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