22.7.14

Todo lo sólido...

Otra vez esa voz profunda del narrador. Otra vez ese tono cadencioso melancólico. Otra vez nuestra conciencia. Empiezo el último ensayo de Antonio Muñoz Molina, hablando de Todo lo que era sólido. Y ya le dejo una reflexión.

Hablando de aquellos años bobos, señala el narrador que "Una sensibilidad posmoderna educada en la negligencia hacia los matices entre lo real y lo inventado favorecía la confusión entre memoria histórica y novela histórica. La idealización de la II República y sobre todo del bando republicano en la guerra se correspondía con una amplia ignorancia sobre los hechos comprobados".

No diré más

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