13.3.14

Hoy, 13 de marzo

Pocas ciudades han cambiado más en los últimos veinticinco años que la villa de Bilbao. Y cambiado para bien, me refiero. Más allá del ornamento que ha acabado configurando la ciudad, qué lejos queda aquella boca de sombra que conocimos en los años ochenta. Ahora Bilbao, la ciudad liberal y castellanoparlante que se hizo mayor de edad resistiendo al carlismo, es un espacio urbano limpio, luminoso, con recuerdos de lo que fue como la grúa Carola, con espacios como el parque de Doña Casilda, con el Nuevo San Mamés como faro sobre la ría. Buena gastronomía, aceras amplias, tranvías, fuentes y un alcalde que, de bueno, no parece nacionalista.

Una bella ciudad, ennoblecida, a mayores, desde hace unos meses, cuando Mi General volvió a residir en ella.

Hoy, 13 de marzo, es buen día para recordar aquel Athletic campeón en los ochenta, mientras paseamos por la playa. Y para recordar cómo al final somos la gente que nos acompaña. Ni más ni menos.

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