31.7.13

Cultura en movimiento

Cultura en Madrid, decía. A los pocos días, nos acercamos a ver la exposición sobre Giacometti que también ha organizado la Fundación Mapfre. Sensacional. Hay maneras de perder el tiempo y maneras de aprovecharlo. La vista fue, a mayores, un conjunto de azares: aquí en Madrid el azar es casi siempre provechoso: una reunión a la misma hora, un almuerzo para pergeñar el futuro y, ¡alehop! En un rato estábamos todos delante de la obra del suizo.

Mi primer acercamiento serio me lo ha revelado como un magnífico artista. Yo sólo conocía de él el hombre que camina. Es difícil ser una persona culta en estos tiempos: nos queda tanto por conocer, por leer, por celebrar, por visitar. Por compartir. Un montaje sabio e intuitivo. Un recorrido por su vida y por su obra. Hay que apreciar su evolución para ver cómo acaba y en qué momento artístico lo hace. No es casual, pienso, que su hombre y su mujer sean posteriores a 1945. Si tuviera que explicarle a alguien ese corto siglo XX en dos obras elegiría a mi bebedora favorita y a este hombre esquematizado hasta el absurdo.

Interesante tipo Giacometti. Un artista lleno de matices.


Una exposición deliciosa. La quitan el domingo. Apúrense si están por La Villa de Madrid. 

30.7.13

El caso (II)

El caso Bárcenas, y el papel de la prensa, decía. El papelón de abc y de la razón. No sé si los papeles son ciertos, aunque todo parece indicar que sí. Y parece que, de serlo, dejarían en muy mal lugar este gobierno de coalición que han formado los Abogados del Estado con los Registradores. En cualquier caso, lo que me llama la atención es cómo estos dos medios han optado por hacer lo que hizo en su día El País con la corrupción y los aterradores crímenes de Estado del felipismo: actuar como palanganeros del poder, acusando al Mundo de conspiración, a Pedro J de engreído... 

Ellos sabrán lo que hacen. Pero cuando la prensa no desconfía del poder, lo que hay que hacer es desconfiar de ella…

29.7.13

Cultura en las fotos

Cultura en Madrid. No hay otra ciudad igual. Hice doblete en la Fundación Mapfre. En magnífica compañía en ambas ocasiones: somos la gente que nos acompaña. 

Primero me acerqué a ver la de retrospectiva dedicada a Emmet Gowin. Salí con sentimientos encontrados. Un buen fotógrafo, no lo pongo en duda. Las tomas del monte Santa Elena tras la catástrofe de 1980 son magníficas, como lo son las del casco de Matera, en Italia. Pero no sé. Hay algo desasosegante en sus fotos. En la obsesión con Edith, su mujer. En los matices oscuros del blanco y negro. Hay algo siniestro en la cara de esa mujer que nos mira desde el pasado para explicarnos que todos nuestros sueños también fracasarán. Como fracasaron los suyos a través de los años. O quizá es que la postmodernidad  era esto y su heraldo lleva siempre nombre de mujer... 


Por si quiere saber más sobre  ambos, ahí van un par de conversaciones

27.7.13

El caso (I)

 El caso Bárcenas. Hay varias reflexiones que hacer al respecto. Una en relación a la prensa. Sin prensa no hay libertad. No hay sociedad. El poder tiende a corromperse, tanto en las sociedades libres como en las que no lo son. No es fácil acotar la sensación de impunidad que se tiene cuando uno es fuerte. La prensa desde luego, no es perfecta. Pero un gobierno del PP sin el país, sin la sexta, o sin el mundo, sería más peligroso. Como lo sería un gobierno del PSOE sin el mundo, sin la cope o sin abc

En fin, como corolario, quizá uno de los dramas de Cataluña sea, en sentido estricto, el papel que lleva años jugando la vanguardia, como bien denuncia Sostres en sus artículos.

26.7.13

Ni para ti ni para mi...

Estuvimos en el teatre. Siempre hay que volver al teatro. Mi cara Snows  me llevó a ver Ni para ti ni para mí. Tener amigas sabias y hermosas que lo sacan a uno a hacer vida social, como si fuera un Lord inglés. Una obra correcta, bien interpretada, sobre los misterios que esconden las relaciones. ¿Es posible amar a dos personas a la vez y querer vivir con ambas? ¿Es posible engañar a dos personas a la vez? Buena interpretación de Belinda Washington y de Díaz Aroca. Un teatro estrecho, eso sí, pero lleno hasta la bandera...


Teatro, ya digo, para matar este calor africano. 

25.7.13

El tren y los heraldos...

Sobrecogido por la tragedia del tren en Santiago. Una línea que cogí hace dos o tres semanas. La mejor forma de hacer el camino entre Senabria y Madrid. Sobrecoge la fatalidad de la muerte, que nos espera en forma de accidente cuando nadie la ha llamado. Cuando nadie la espera. Van como por ochenta muertos. Y en cada muerto hay una vida que se trunca. Una persona muere muchas veces: muere como hijo, muere como hermano, muere como novio o marido, muere como padre, muere como abuelo, muere como amigo, como compañero de trabajo, como vecino...

Tantas muertes en cada vida. Unas muertes que, como nos dejó escrito el Cholo Vallejo: "Abren zanjas oscuras / en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte".

Que la tierra les sea leve a todos. Y que entre todos podamos padecer con las personas que nunca olvidarán su ausencia...

PS: al fondo, la miseria, pero no me apetece hablar de eso...

Coherencia, dicen

Hay gente que ve con simpatía a Izquierda Unida. Yo mismo, en ocasiones, será  que tengo varios amigos allí liados. De lejos, siempre me han parecido un poco una mezcla del ejército de Pancho Villa y la Cheka de Bellas Artes: cualquier organización política en la que figure el Partido Comunista al fondo siempre será, para mí, algo profundamente repugnante. No puedo evitarlo y supongo que hay que haber estudiado en Facultad para entender lo que significa ser anticomunista...

El caso es que la gente que los ve con simpatía, aplaude su coherencia. En realidad, me temo que su coherencia está más relacionada con su falta de poder que con sus principios. Ahí tenemos el caso del tal Griñán. Sin dejar de impartir lecciones de ética en medio del fango de los eres, llegó por un dedazo, perdió las elecciones y ahora se va dejando dedazo. Ante la misma razón, había que escuchar a la gente de Izquierda Unida en Madrid cuando Alberto Ruiz dejó a la mujer de Aznar de alcaldesa o la tal Aguirre puso al del chalé en Marbella de Presidente sin pasar por las urnas.

Ahora, los escucha uno rechazar la necesidad de nuevas elecciones en Andalucía y no puede evitar una sonrisa ante lo entrañable del contenido: menos de un año después, como ahora están en el gobierno, aplican sin disimulo aquella frase de Groucho Marx: estos son mis principios,y si no les gustan, tengo otros...

24.7.13

Management y creatividad


Vaya por delante que siempre he sido muy receloso con este tema. Humo y más humo. A mí me lo van a decir, que soy consultor. Pero Joxete, que es bueno, me puso en contacto con uno de ellos, el humanista Fernández Aguado. De ahí, tirando, tirando, un libro irregular, pero con algunos capítulos magníficos. 
Dos o tres capítulos fantásticos, habrá tiempo de comentarlos aquí. Me interesa, ahora mismo, la reflexión de José Manuel Casado sobre el futuro del trabajo. Tres tipos de trabajadores que nunca serán deslocalizados: los espaciales (siempre habrá peluqueros, o electricistas, o fontaneros…), las estrellas (el tal Messi, no diré más) y los especiales, aquellos que son una marca en sí mismos. Es el camino. En ese escenario, empresas en trébol, una figura magnífica para expresar hacia dónde camina el valor: dedícate a lo que sabes hacer y no pierdas el tiempo en el resto. 

Y pienso todo esto mientras trabajo en un espacio de coworking público, puesto en servicio por el Ayuntamiento de Madrid, en el marco de un proyecto fascinante: la catedral de la innovación. Buen trato, buen ambiente, buenas ideas. Buenos recursos para trabajar.


Se hacen cosas bien. No todo es lodo. Y ya lo decía Doña Carmen. Iglesias. No siempre lo peor es cierto…

23.7.13

No es país para...

Hablaba Carmen Iglesias en su delicioso ensayo No siempre lo peor es cierto, del pesimismo existencial de los españoles. O mejor dicho, de las élites españolas. Como en parte me considero su discípulo, no puedo dejar, también, de rebelarme contra esa idea. Y no hay más que mirar la prensa. Un país exótico, dice nuestra progresía, siempre tan añorante de las fuerzas francesas de ocupación

Pero mira uno el periódico y se da cuenta de que los males políticos son humanos, más que españoles. Ahí están los franceses, votando con alegría a la una extrema derecha patética, allá los alemanes, dimitiendo en masa por enchufar a toda la familia a cuenta del erario, acullá los luxemburgueses, con un Gran Duque a sueldo británico, y más allá los repugnantes ataques de una parte de los políticos italianos a una ministra cuya vida es un ejemplo de superación que para sí quisieran la mitad de los ladrones que pueblan la Liga Norte.

A veces, cuando tertulieo con mis queridos amigos socialdemócratas: el Batera, Oskarnello, Antuan, Rafarevich... no puedo dejar de pensar en los versos del catalán Joaquín María Bartrina, de plena actualidad, casi dos siglos después de ser escritos:

"Oyendo hablar a un hombre, fácil es / acertar dónde vio la luz del sol.  / Si os alaba Inglaterra, será inglés,  / si os habla mal de Prusia, es un francés, / y si habla mal de España, es español". 

22.7.13

Ser y parecer...

La militancia del Presidente del Constitucional en el Partido Popular. Es una buena metáfora de lo que nos pasa. Una imagen perfecta de cómo los partidos se lo han comido todo. En un país normal, sería una cosa escandalosa. Pero claro, en un país normal, no habría otros tres jueces que han sido altos cargos de un gobierno antes de ser parte del Tribunal, lo cual deja en mal lugar a la oposición para hablar de la politización de la justicia. Claro, además,  que en un país normal, a nadie se le habría ocurrido proponer al tal López como miembro del Tribunal.  

Claro que en un país normal, en fin, no tendríamos a gente como el tal Pons haciendo análisis jurídicos de tanta calidad...

 Cada vez lo tengo más claro. Un Constitucional vitalicio, muy bien pagado y ubicado en Lugo, o en Zamora, o en Teruel. Y que los que están en él, se dediquen al derecho. Y que se dejen de zarandajas.

20.7.13

Cómo comprar cuando uno no sabe...

Comentaba Drizzt el otro día a cuenta de los procesos de licitación de las Administraciones.  Es un tema en el que entro poco, la verdad, pero que da para mucho análisis. Es un problema complejo. Uno de fondo: el dinero genera corrupción. Siempre. Y el dinero en exceso genera corrupción en exceso. Las grandes contratas son muy jugosas y lo que se necesitan son sistemas de vigilancia que desconfíen de los gestores. 

Pero no entro al tema de las obras, no lo conozco bien. Entro en el de los servicios, donde me manejo desde hace años. El problema de fondo, en este caso, es que el Estado no sabe contratar servicios. No sabe porque no está en su ADN. Y le cuesta. El Estado sabe comprar uniformes, lápices, ordenadores… pero cuando se enfrenta a un estudio, a una asesoría un análisis son palabras mayores. La ley obliga a la objetividad absoluta, y eso no existe. A mayores, tampoco el funcionario se la quiere jugar, porque el papel lo aguanta todo y prefiere comprarle la prestación del servicio a alguien que sabe que no lo  va a dejar tirado.


El resultado es similar al de la Unión Soviética que describió Dovlatov: todos hacemos como que cumplimos las normas y, en ocasiones, la Administración hace como que selecciona de manera objetiva...

19.7.13

Cambio de destino, de nuevo

El lunes  se cierra un mundo pero, a diferencia de otras veces, no hay otro abierto esperando. Todo esto forma parte de un proceso de maduración que empezó en octubre de 2009 y que ya veremos cuándo termina. Y cómo. 

Pero, haciendo de la necesidad virtud, sé que es un proceso que me ha permitido entender que si ya estoy "Out of the night that covers me" quizá sea verdad que después de todo este proceso, una tarde, con un cero al serano, podré decir aquello de que "I am the master of my fate".

18.7.13

Tiempos de mentira y de infamia

Qué cosas. Poemas escritos hace casi un siglo por Antonio Machado que parecen redactados esta misma mañana:

"Fue un tiempo de mentira, de infamia. A España toda, / la malherida España, de Carnaval vestida / nos la pusieron, pobre y escuálida y beoda, / para que no acertara la mano con la herida"


No quiero caer en la melancolía, en el tópico de la decadencia, de la España diferente. No quiero leer a los regeneracionistas. No quiero un cirujano de hierro. No quiero populismos.

Pero es verdad que a veces es difícil no dejarse arrastrar por esta vorágine de mierda y decepción que todo lo invade. 

PS: con lo que os habéis reído todos de la España de la Restauración...

17.7.13

Esta es la competitividad...

Dice la prensa que ayer un tal Consejo de Competitividad se reunió con el Presidente del Gobierno. 

Por lo que veo en la web, parece que en dicho Consejo está también la empresa Ferrovial. Después de leer la instrucción del juez Pijuán a cuenta de la financiación de los patriotas de Convergencia ardo en deseos de conocer qué tipo de consejos da una empresa como esta a un presidente como este.

16.7.13

Ejemplaridad

El drama es que el PSOE tiene razón cuando describe la corrupción que anidó en las entrañas del PP.
El drama es que el PP tiene razón cuando describe la corrupción que anidó en las entrañas del PSOE.
El drama es que ambos tienen razón cuando ambos describen la corrupción que anidó en las entrañas de Convergencia en Cataluña.

Todos están indignados y todos tienen razón. 
Y esto es dramático, porque a los ciudadanos no nos queda ya a dónde mirar...

13.7.13

Abierto hasta el anochecer...

Es julio. Estamos en La Villa. Julio y octubre son los meses en los que Senabria nos enseña toda su magia. Paseamos. Enseñar lo tuyo a un amigo. No hay satisfacción más grande. Hubo un tiempo, aún lo recuerdo, el Rey Pedro gobernaba  con mano sabia y a los comerciantes aquí se nos apreciaba; hubo un tiempo, digo, en el que ser castellano era sinónimo de ser hospitalario.  Se nos hace tarde y una grata sorpresa nos espera. Son más de las nueve  y el castillo está aún abierto. Un ayuntamiento humilde, con pocos recursos, pero que entiende que los horarios han estar a disposición del turista, y no al revés. 

Lo comentamos. Y coincido con mis amigos en que a La Villa sólo le falta expulsar a los coches de la plaza. Contemplar la torre que levantó Nicolás Arias Torres, junto a la portada desde la que Pedro Cristiano nos vigila, mientras degustamos un gintonic al serano sanabrés.


Ese es el objetivo. 

12.7.13

De tapas por Senabria

Estuvimos de tapas por Sanabria. Un magnífico nivel. Reconforta y reconcilia. En un país en el que el nivel de la hostelería es en general bajo, como si no viviéramos de los servicios, uno encuentra de repente cocina creativa, buen gusto y buen trato. Magnífico el Mugido, y magnífico el de Abelardo
Una lástima que sólo participen los establecimientos de La Villa, a mayores de uno en Calapacios Maiores. El Mercado se ha quedado fuera. Y son demasiadas veces ya…


Un ejemplo magnífico de la pujanza de la sociedad civil que está viva en la hostelería zamorana, comandada desde AZEHOS con mano firme por su presidente, Oscar Somoza.  

Una iniciativa a repetir...

11.7.13

Taleb en Madrid

Madrid es la ciudad en la que siempre hay cosas por hacer. La semana pasada, en la Rafael del Pino, la presentación de Antifrágil, la última obra del deslumbrante Nassim Taleb. Un mensaje que les ahorrará mucho dinero: el big data es mentira. La presentación puede verse en la web de la Fundación.

Y buenas noticias, en estos días tanto bobos. Auditorio completo.  Pocos pinganillos entre el público. Todas las preguntas al ponente, en inglés.

Madrid es la ciudad.


El resto es todo provincia...

10.7.13

Cuando no pagas por algo, el producto acabas siendo tú...

Venía el otro día en El Mundo una entrevista con Eduardo Arriagada, un profesor de la chilena Universidad Pontificia, a vueltas con el metaperiodismo.

Un párrafo brillante, para todos aquellos incautos que aún no se han dado cuenta, y eso que estamos en 2013, de que "There Ain't NoSuch Thing As A Free Lunch":

"La gratuidad total no existe: es un cuento que nos vendieron en Google. Ahí o en Facebook venden nuestra privacidad. Cuando no pagas algo, el producto eres tú."

Siempre habrá alguien dispuesto a pagar por buena información. Y siempre habrá incautos que pensarán que se pueden informar gratis...

Creo que la entrevista puede verse entera haciendo click aquí.


9.7.13

Reflexiones trascendentes tras películas intrascendentes

Fuimos a ver Los Becarios. Una película alegre. Optimista. Ideal para estos tiempos de decepciones. El cine también es un estado de ánimo y no tengo yo ahora el cuerpo para ruidos, la verdad.  

Hay algo mágico, al menos hasta mi generación, en el relato del esfuerzo y el mérito como elemento para explicar la movilidad social. Crecimos en un mundo en el que había valores que a uno lo aupaban hacia arriba. Todos habíamos emigrado y la vida era un libro abierto sobre el que ir escribiendo, cada uno con su esfuerzo, el relato que deseaba. Y es que somos, quizá, la última generación que vio brillar la luz, lejana ya, como la de una estrella de la Ilustración

Dentro de cincuenta o cien años, al serano, allá en Senabria nuestros nietos contarán que el abuelo, hijo de un taxista,  nieto de labradores, fue de joven a una cosa que llamaban la universidad…

8.7.13

Promesas del este...

Llegan del este. Un par de casos. Una amiga, lectora de esta columna. Emigró con sus padres a España desde su Bulgaria natal siendo ya una adolescente. Hoy habla un magnífico castellano ya. Doctoranda de universidad. Rápida, inteligente, con ansia de aprender. El otro caso. Una siberiana; ocho meses viviendo en España. Un español más que aceptable. La que hizo las preguntas más sensatas en mi clase la semana pasada.


La decadencia de la Europa occidental que conocimos no está relacionada solo con la geoestrategia. También, con la pérdida del hambre. Y yo me pregunto en qué momento, Zavalita, dejamos de tener inquietud por conocer. Por saber. Por aprender. En qué momento, Zavalita, dejamos de admirar a los hombres cultos y dejamos de querer parecernos a ellos. En qué momento, estábamos en Lima y Zavalita apuraba el café, en qué momento, digo, entendimos que hay otras personas, en otros lugares, que no han perdido esa garra. 

En qué momento en fin, Zavalita, se jodió todo esto…

5.7.13

Películas banales

Fuimos el pequeño Oskarnello Matzerath y yo a ver Hannah Arendt, la película biográfica sobre la pensadora alemana. Floja. No es sencillo resumir en una película ni conceptos como el de la banalización del mal, ni el desengaño de la joven Arendt con Heiddegger. No es fácil resumir las decepciones, astillas que se nos clavan en la piel y que nunca conseguimos olvidar del todo. Una película confusa, con unos actores de nivel medio. Quizá es que le tengo demasiado respeto a Eichmann en Jerusalen, como sabe el seguidor habitual de esta bitácora. Tal vez hubiera sido mejor hacer un documental, no lo sé, pero me da la sensación de que esta película es un intento fallido que no llega a ningún sitio…

4.7.13

Los que se van..

Murió Benjamín. Murió aún joven un hombre bueno (a estas alturas de siglo, cualquier muerto de menos de setenta años se nos va antes de tiempo). Un sanabrés esforzado, que salió al mundo y que supo ganarse un lugar bajo el sol a base de tesón y estudio. Un hombre que hizo carrera en Yale y que acabó siendo un magnífico profesional, de los más serios en este mundo, el mío, en el que la cultura popular sigue vinculando el rigor con protestantes y amargados.

Murió Benjamín y descansa ya en su tierra, que es la mía. Murió el hijo de Santos. Murió Mino

Murió uno de los nuestros


Que la tierra te sea leve, amigo.

3.7.13

Una calle para...

Descubría el otro día en Rima Interna, el blog de Martín López-Vega en El Cultural, al poeta bosnio Izet Sarajlic. El poema "Una calle para mi nombre".

Unos versos hermosos para compartir esta mañana de julio, una mañana en la que el calor nos recuerda a todos, pero sobre todo a mí, que quizá lo peor no haya pasado todavía. Disfrute del texto, desocupado lector:


Paseo por la ciudad de nuestra juventud
y busco una calle para mi nombre.

Las calles grandes, ruidosas,
se las dejo a los grandes, ruidosos, de la historia.

¿Qué hacía yo mientras se hacía la historia?
Sencillamente te amaba.

Busco una calle pequeña, una calle cualquiera,
por la que, sin llamar la atención de nadie,
podamos pasear incluso después de muertos.

No hace falta que tenga mucho verde,
ni árboles, ni pájaros propios.

Lo importante es que en ella un perseguido,
sea hombre o perro, pueda hallar refugio.
Sería maravilloso que estuviera empedrada
pero tampoco es lo que importa.

Lo más importante
es que en la calle que lleve mi nombre

no le suceda nunca a nadie una desgracia.

2.7.13

El dolor...

Una de las cosas que nos hermana a los hombres es la impotencia ante el dolor ajeno. Ante esos golpes que, como resumió César Vallejo: "abren zanjas oscuras / en el rostro más fiero, en el lomo más fuerte". Ante ellos, sólo nos queda padecer con la persona que lo sufre. Cuando uno es creyente puede, a mayores rezar. Cuando uno no lo es, sólo nos queda acompañar en todo lo posible a ese amigo que tiene que desplazarse para velar a su madre enferma. También a esa amiga que se postra a los pies de una cama ante el inesperado trance de su padre. En el mundo moderno, sin sitio ya para la religión ni para los mitos, son las personas que tenemos cerca, las que queremos, las que nos cuidan, las que nos ayudan a pasar algunos de los trances más amargos de la vida. 

Hoy, qué cosas, tampoco me apetece escribir más. 


1.7.13

Dilemas morales al hilo de la historia...

Algunos problemas morales, de fondo, para ir terminando esta reflexión sobre la obra realizada en nombre de Franco en el Budapest del final de la guerra, tal y como la cuenta en su ensayo Arcadi  Espada. Dos me interesan de manera especial. En primer lugar, en qué medida el olvido en una sociedad es una conquista moral. Necesaria para asegurar la convivencia entre diferentes. Entre vencedores y vencidos. Necesaria para edificar de nuevo la convivencia. Y en qué medida ese olvido ese injusto para con los muertos. Algo apuntaba Sabald en su deslumbrante Sobre la historia natural de la destrucción. Pero no piense, desocupado lector, que es una reflexión alejada de hoy. Ahí está el caso del repugnante nacionalismo cruento vasco y sus intentos de hacer borrón y cuenta nueva. Ya veremos...

También me interesa la reflexión del autor sobre  la atribución de responsabilidades. Frente a la morralla marxista y a todas sus miserias historicistas que pretenden encontrar un sentido al curso de la historia, está  la posibilidad de que la muerte de un hombre, de un solo hombre, lo hubiera cambiado todo. Un  Hitler muerto en las trincheras en 1915, un Lenin que no hubiera soportado su destierro en Siberia, un Stalin muerto mientras atracaba un banco en el Cáucaso, un Fidel Castro herido de muerte por una bala en Moncada…

Un libro magnífico, el de Arcadi Espada. Un libro áspero, sin concesiones. Un libro incómodo. Benditos heterodoxos...