19.1.13

Solo (cine)


Ir al cine solo. Una experiencia olvidada desde los años de la facultad. Emparejarse es renunciar, hubiera dicho Hornuez en sus años mozos. El caso es que me acerqué, (en la Gran Vía, claro), a ver una película. Solo. Estar alone en el cine no es estar lonely, no se me ocurre una forma en castellano de explicarlo. En el cine y en la vida. Algún día escribiré sobre ello.

De nuevo cine español y de nuevo, cine del bueno: El cuerpo. Un thriller magnífico; un buen guion y buenos actores. Cuando el director es capaz de jugar con el espectador hasta el final, uno sólo puede quedarse sentado acabar la película y dejar que el desenlace de la historia le permita atar todos los cabos. La persistencia de la memoria, amores imposibles, en esta vida y quizá en otras. Entre una decadente Rueda en el papel de mujer hermosa, madura y manipuladora, y un interesante Coronado (algo por debajo de la paz para los malvados, eso sí) se comen entre ambos al tal Silva.

Buen cine, del que te mantiene pegado al sillón. Cine entre lluvia, cercado por el viento, a la afueras de un bosque. Lo escribí una vez en una tesis: no hay miedo sin lluvia y sin bosque. No es un invento de Expediente X o de Twin Peaks. Está en lo más hondo de nuestro cerebro... 

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