31.1.13

Abandonar La Manchuela,


Amanecemos para irnos a hacer parada y fonda en Chinchilla. Curioso lugar; Hornuez no se acordará, pero en algún momento me fui al Congreso a revisar el proceso de creación de las provincias y allí me topé con ella. Por cierto que, frente a lo que analfabetismo habitual dicta, las provincias no son un proyecto de Javier De Burgos; en tanto que este se limitó a firmar un trabajo que ya estaba muy depurado gracias al trabajo de un guipuzcoano y de un balear.
El caso es que recuerdo de aquel trabajo las peleas que Chinchilla, Fraga, Toro y Vigo tuvieron para ser las respectivas capitales de las provincias en las que estaban ubicadas.

Los patricios locales, González Allende es un buen ejemplo, entendieron bien que, sin capitalidad, no había futuro porque detrás de la capitalidad venía el Estado y venía además el Estado moderno, tal y como cuenta con solvencia Nieto en uno de sus mejores libros. En aquel momento, aquellas ciudades eran iguales que sus pares (Toro tenía la misma población que Zamora, persona arriba o abajo) o incluso mayores (Albacete era una laguna desecada pocos años antes...), y no cejaron de pelear, recurriendo a sobornos, insultos o mentiras por sus derechos a la capitalidad.  En realidad, excepto Vigo, todas las que perdieron la capitalidad acabaron saliendo de la historia, y un paseo por un Toro que tiene la misma población que hace dos siglos, o una Chinchilla como esta, lo demuestran.

La historia, que no se detiene…

30.1.13

La Manchuela


Estuvimos en Albacete. Una buena forma de combatir el pesimismo y el clima depresivo que todo lo va cubriendo es tomar la carretera y marchar con amigos a descubrir otras vidas. La vida es una elección, y por ello siempre presenta alternativas: dónde estar, para qué. Y con quien. Acampamos en la Manchuela. Un paseo a la noche, reconstruyendo la historia del pueblo con algunos trazos: el horror del hambre, el delirio de la guerra civil; bastante bien hemos salido para venir de dónde venimos. Mucha de la gente que se fue no ha vuelto. Se trata de una situación que me irrita al contacto, áspera como es; pero mi interlocutor, un hombre sabio, me razona los motivos: ¿Volver a dónde alancearon a tu padre? ¿a dónde violaron a tu madre? Vuelva el que tenga, hubiera dicho Cernuda...

Al día siguiente, Alcalá del Júcar. Unas hoces en toda su expresión. Un pueblo colgado de una ladera, vigilado por un castillo, centinela de un mundo que no volverá… Seguimos la visita en Casas Ibáñez y echamos la noche en la capital de la provincia.

Comer y beber entre amigos: uno de esos placeres que los dioses nos envidian. Hubiéramos brindado por Lucrecio, pero era con rosado y de fondo sonaban los suaves: “Por un momento las penas se olvidan, y ahora es calle lo que era calzada…

29.1.13

Francés (cine)


Cine francés. Por fin, algo de Truffaut, pendiente desde la fantástica Fahrenheit 451. La noche americana, una declaración de amor al cine rodada en los setenta. Asistir a un rodaje desde el punto de vista del Director, soportando los celos de las estrellas, las locuras (y los complejos) de los actores y los problemas de financiación. Siempre hay una película dentro del rodaje, porque la ficción suele ser una cierta imagen de la realidad. La película me recordaba algunas conversaciones sobre cine que he tenido alguna vez con el beirutí:  esa sutil diferencia entre la ficción, la narración y la realidad. En qué medida todo lo que narramos es una reconstrucción, imaginada, de lo narrado. Somos los amos del planeta porque somos el único animal que sabe narrar.

En cualquier caso, una película setentera y entretenida. 

28.1.13

Sociedad civil de andar por casa, pero sociedad civil, más verdadera que muchas...

Ayer publicaba la prensa el balance que el Presidente de La Casa de Zamora, el ingeniero de caminos senabrés Juan Antonio Barrio, ha hecho de sus cuatro años de gestión. Sociedad civil en estado puro: sociedad civil de verdad, no ese sintagma vacío de contenido y lleno de altos funcionarios, como quiere el tal Camuñas. Sociedad civil es el trabajo de toda la Junta de Gobierno de la entidad,  son las muchas horas que ese Presidente ha puesto a disposición de sus socios; sociedad civil es el magnífico trabajo de su Secretaria General, como lo son los desvelos del hijo de Antonio Redoli en la organización de ciclos culturales...

Creo que uno de los dramas de España es que son muy pocos los políticos en activo que, si no se dedicaran a la política, entenderían como una obligación cívica participar en este tipo de entidades (sin ánimo de lucro, me refiero: la temática es infinita, la esclerosis múltiple, la escolarización de niños marginados, la atención a inmigrantes sin recursos...) sin recibir para ello ni un sueldo, ni unas dietas ni, desde luego, posibilidades de promoción profesional. Mire en derredor suyo y piense cuántos de los políticos que conoce formarían parte de este tipo de entidades y dedicarían unas horas de su tiempo a sus socios si no estuvieran ejerciendo un cargo público...

En la respuesta hay muchas más claves de las que parece...

27.1.13

Fantástico (cine)


Cine fantástico. Me arrastraron a ver El hobbit. No me termina de enganchar este tipo de cine, ni tampoco esta literatura. Tengo un recuerdo malo del libro, uno de los regalos que me hizo mi madrina en la adolescencia. Nunca pasé de la página quince. Quizá es mi pereza, que me impide retener tantos seres extraños: para qué quiero un mundo alternativo  si con el mío tengo para películas de misterio, de terror y de esperanza. Total, creo que fue el primer libro que no terminé en mi vida. 

La película no es mala, pero es larga. Muy larga. Creo que le sobran fácil cuarenta o cincuenta minutos de metraje. Que el tal Jackson quiera hacer caja estirando en una trilogía un texto de cien páginas me parece fantástico, pero eso no le obliga a hacer que cada obra tenga más de dos horas y media de duración. Lo mejor, la escena de la batalla de las montañas. Espectacular.

Cine prescindible, escribiendo volviendo de Labacete, pero ya sé que algunos de los más valerosos seguidores de esta tertulia no estarán de acuerdo, con la valoración.

PS: ayer, nomás

26.1.13

Es invierno (en La Raya)


El invierno es época de magia en La Raya. Oscurece pronto y la vida se acorta.  El agua baja fría, y el viento silba hasta agostarse. Desde hace siglos, muchos antes de que aquí llegaran los cristianos, los hombres expresaban su respeto y sus temores saliendo a las calles disfrazados. Aquellas costumbres nunca se perdieron del todo; alguna ventaja había de tener el que la modernidad pasara de largo por aquí. 

Por eso, en mañanas como esta, mientras camino pisando brezo, y paro a dormir en aquellos cotos comunales que Juan de la Cuesta, impresor de halcón en puño me señaló con el dedo una tarde de agosto, veo bajar de los sierros a todos aquellos personajes de leyenda que nos recuerdan la fugacidad de la vida. Unos personajes que enmascarados, guiaron a Jorge Dias cuando vino aquí a escribir lo que fuimos, aunque ya nunca entedamos los motivos.

Esas máscaras, ese Zangarrón, aquella Talanqueira, que a decir de mi abuela traían buen filandar son un patrimonio cultural. De todos nosotros. 

Disfrútelo, que yo voy a tomar, con Juan de la Cuesta, con el amigo Joao y con nuestro Adolfo Correia, el Miguel Torga de San Martiño de Anta, unos vinos en la casa del tí Mariano mientras preparamos la lumbre... 

25.1.13

Spoon (y II) de camino a "Labacete"


El Spoon River de Juaristi. La respuesta, como casi todo, estaba en la prensa. En alguno de los culturales que devoro cada sábado. 
Reseñaban una obra de Edgar Lee Masters, un poeta estadounidense del Midwest muerto a mitad del siglo XX. La obra lleva por título Spoon River Anthology y acaba de ser editada de nuevo en castellano. Una construcción poética que gira en torno a un lugar imaginario, Spoon River, y articulada en forma de epitafios sobre los vecinos del pueblo. Una obra certera y desoladora. La conexión estaba clara y entendí, al fin, el título del magnífico poema de Juaristi.

Leer nos engrandece.

Pero también nos acerca a la muerte. 


PS: Es bueno Gomá. E inquietante su reflexión sobre las mayorías selectas.

24.1.13

Spoon (I)


A veces tengo la sensación de que la vida es un enorme tablero que voy complementando con esfuerzo. Sospecho que el día que esté completo yo estaré ya muerto, o quizá el día que muera me daré cuenta de que el tablero era infinito.

Voy rellenando casillas.

El otro día me tocó terminar de encontrarle sentido al Spoon River Euskadi. Uno de los poemas más hermosos y más ásperos de Jon Juaristi Linacero, un poema al que llegué a través de su antología Poesía reunida, editada por Visor en 2001. El poema es antiguo, de 1987. Un poema breve, apenas tres versos, certero hasta la desolación: 

¿Te preguntas, viajero, por qué hemos muerto jóvenes, / y por qué hemos matado tan estúpidamente? / Nuestros padres mintieron: eso es todo”.

Aún me emociona leerlo. Encierra muchas claves generacionales. Para todos nosotros. Para mí, desde luego, pero también para gente como Zapatero, o cualquiera de los desocupados lectores de esta bitácora. Fue el poema que me enseñó a mirar con prevención al pasado: ese pasado que es siempre un país extranjero y que, idealizado, nos impide entender el presente y afrontar el futuro.

El caso es que, aun fascinado por el poema, nunca comprendí fue sentido del título. ¿A qué venía aquel Spoon River?

23.1.13

Básicos Pita


Hombres del Renacimiento que nacieron varios siglos después de lo que les tocaba.

Hombres sabios por inquietos, hedonistas por diletantes.

Herederos de Lucrecio. Hijos de Epicuro.

Hombres que construyen verdades con la palabra y que con las manos son capaces de imaginar mundos más allá de las formas.

Hombres con una obra pictórica en la que uno puede ver los sueños de Chillida.

Hombres que generan volúmenes como si fueran bajeles a punto de partir, flotando sobre la nada...

Hombres que exponen.



Justo dentro de un mes se inaugurará la primera Exposición retrospectiva que se dedica a Pita, un legendario pintor andaluz de sangre gallega del que soy amigo desde que el mundo empezó a ser mundo, apenas teníamos veinte años y el futuro era tan sencillo que jugábamos con él como si fuera plast(i)lina...

No se la pierdan.


22.1.13

Triadas vitales


Murió Hirschman, aquel que nos explicó que, en la madurez de la vida, las opciones para un hombre se reducen a la salida, a la voz y a la lealtad.  En todos los aspectos, además; en las empresas, claro, pero también en los países, y desde luego en las relaciones. O nos vamos, o hablamos y protestamos, o nos callamos.

Cuando eres joven piensas que la triada es una hermosa figura estilística, necesaria para redactar con gracia. Vas haciéndote (a ti mismo) mayor y descubres con cierta perplejidad que todo en la vida suele reducirse a tres alternativas. Un judío que firmaba con el pseudónimo de Jon Juaristi lo hubiera resumido en “abrojos, cardos y espinos que volverás a pisar…”

21.1.13

Historia (cine)


Cine e historia. Una noticia magnífica para rastrear la vida del país en el que crecieron nuestros abuelos y se criaron nuestros padres. El NoDo está disponible en la web de Televisión española. Una herramienta necesaria para comprender el cambio social que se produce en España entre el año cincuenta y el año setenta. Sin ese cambio no entenderíamos nada de lo que hoy es nuestro país. Quizá porque el siglo XX, en su sentido metafórico, no llegó a nuestro país hasta esa época: somos capaces de reconocer(nos) en fotos o imágenes de aquella España de 1960, pero nos cuesta reconocernos en una de 1940. Aquella España de la guerra, de los exiliados, de las fincas campesinas, de un campo repleto de habitantes, desapareció con los grandes movimientos migratorios hacia las ciudades que se producen en aquellos años. Sólo así entendemos el crecimiento de Madrid, de Barcelona o de Guipúzcoa. Solo así entendemos lo que somos y comprendemos el vacío en el que ha quedado Castilla...

Decía el otro día en el mundo César Antonio Molina que: “si no me hubiera ido de Galicia no hubiera hecho todo lo que he hecho”.

Aquella España, ya sin curas, que nos convirtió a todos en migrantes y que, a cambio de vaciar las iglesias, llenó las facultades. 

Aquella España en la que abrimos los ojos...

20.1.13

Empresas necesarias, sueños de otras vidas...


Empresas necesarias. Algún día, cuando me sobre el dinero, lo gastaré a manos llenas en contratar a gente como la de Ebla Manuscripta. Especialistas en el buceo entre legajos, para que desciendan, como espeleólogos, a las cuevas que yo nunca visitaré ya.

Son tantos los interrogantes. Tantas las hipótesis. Tantas las dudas. ¿Es verdad que el Santo Oficio no actuó en la Sanabria por que aquella era tierra protegida? ¿Fue aquel Arias nuestro hombre?, ¿Qué día se quitaron de en medio El Perdíu y su hermosa María?, ¿Eran los pueblos del sierro, desde los herreros hasta los tejedores pueblos de repoblación?, ¿Era mi Franco un barrio judío?, ¿cuándo se quedó vacío San Pedro del Villar?, ¿De dónde venía La Casa del Barrio?, ¿los que trataban el cobre eran también judíos?, ¿dónde nació Men Rodríguez, aguilucho?, ¿en qué año compramos la sierra?

Otros se hacen ricos para comprar clubes de fútbol, o para gastárselo en putas. Yo quiero el dinero para responder a ese poema de Borges, aquel que me enseño que “soy, pero soy también el otro….

19.1.13

Solo (cine)


Ir al cine solo. Una experiencia olvidada desde los años de la facultad. Emparejarse es renunciar, hubiera dicho Hornuez en sus años mozos. El caso es que me acerqué, (en la Gran Vía, claro), a ver una película. Solo. Estar alone en el cine no es estar lonely, no se me ocurre una forma en castellano de explicarlo. En el cine y en la vida. Algún día escribiré sobre ello.

De nuevo cine español y de nuevo, cine del bueno: El cuerpo. Un thriller magnífico; un buen guion y buenos actores. Cuando el director es capaz de jugar con el espectador hasta el final, uno sólo puede quedarse sentado acabar la película y dejar que el desenlace de la historia le permita atar todos los cabos. La persistencia de la memoria, amores imposibles, en esta vida y quizá en otras. Entre una decadente Rueda en el papel de mujer hermosa, madura y manipuladora, y un interesante Coronado (algo por debajo de la paz para los malvados, eso sí) se comen entre ambos al tal Silva.

Buen cine, del que te mantiene pegado al sillón. Cine entre lluvia, cercado por el viento, a la afueras de un bosque. Lo escribí una vez en una tesis: no hay miedo sin lluvia y sin bosque. No es un invento de Expediente X o de Twin Peaks. Está en lo más hondo de nuestro cerebro... 

18.1.13

Hoy sólo unos versos

El poeta viaja hasta donde nosotros no llegaremos nunca. Son viajes de ida y vuelta. A su regreso, el poeta nos trae, comprimidas en forma de palabras, sensaciones que no olvidaremos y recuerdos que quizá nunca vivimos.

Ese poeta, llamado Luis Alberto de Cuenca
Ese libro, llamado Necrofilia y publicado en 1983.
Ese poema, titulado "La vela".

Ese principio: 
"Una vela es el deseo. / Está encendida. Ilumina / la habitación"

Eso es el deseo. 
Nada menos.
Nada más.



17.1.13

Político (cine)


Cine político, podríamos decir. 

Me llegó una película rodada hace cien años. En ella se  recrea el asesinato y posterior entierro  de José Canalejas, líder liberal, y presidente del gobierno en aquel momento. La historia de España es una sucesión de asesinatos inoportunos, siempre en el peor momento, como el de aquel héroe de los Castillejos, asesinado antes de conocer a la monarquía democrática. El corto dura apenas siete minutos, pero la reconstrucción del magnicidio es magnífica, teniendo en cuenta los medios con los que se trabajaba en la época. El resto del documento es muy interesante, ya que las imágenes del entierro y del duelo son auténticas. La veía y pensaba en el libro que tengo mediado, regalo de Batera, sobre el poder político y la comunicación. Ya hablaremos de él. Pensaba, digo, en el impacto que el cine tuvo en los países occidentales durante el primer tercio del XX. Los ciudadanos de provincias, que eran todos en realidad, podían ver cómo mataban a su presidente del gobierno. Debió de ser algo espectacular. 

Lo imagino en la Zamora de principios del XX, con la gente comentándolo a la salida de la misa de doce: han matado a Canalejas, y lo han matado varias veces, a lo que se ve… 

16.1.13

La clave está en las preguntas. Siempre


Llevo años haciéndome preguntas. 

Casi nunca encuentro las respuestas, lo que debe ser señal de que las preguntas están bien formuladas. Algunas de ellas están relacionadas con las infraestructuras. Será que me marcó aquello que le oí una vez a PacoOrdóñez: “los españoles llegamos tarde a todo, pero a lo bestia”. ¿De verdad sólo me extrañaba a mi que tuviéramos más quilómetros de AVE que Francia  o Japón? ¿De verdad hacía falta una infraestructura pública y costosa para unir Madrid con Barcelona cuando el Puente Aéreo cumplía esa función a coste casi cero? ¿No sería más lógico que los AVE llegaran a lugares donde no había otra forma de llegar y existía una economía que dinamizar?, ¿Tiene sentido un tren tan rápido para unir ciudades como Madrid o Valencia?. ¿Es que entre tardar cinco horas en llegar a Sanabria en tren y tardar una hora y veinte no había ningún término medio?

Con estas respuestas aún sin responder ya se imaginará, desocupado lector, cuánto me ha alegrado leer el post que la gente de FEDEA ha dedicado al tema con el sugerente título de “A ninguna parte, pero en Alta Velocidad”.

PS: mañana a las siete y media en el Colegio. Tiene muy buena pinta. No se lo pierda.

15.1.13

Español y bueno (cine)


Cine español. Del bueno. 
Nos acercamos a ver una pistola en cada mano. Le tenía ganas a Cesc Gay, tras las buenas cosas que había oído de vivir en la ciudad. Una reflexión sobre la soledad y la incomunicación de la vida urbana. La soledad de los cuarenta, sobre todo en los tíos, siempre tan reacios a compartir intimidades que pongan en duda su hombría. Varias historias que, al analizarnos con la precisión de un entomólogo, nos permiten vernos a nosotros mismos desde fuera. A mayores, es fascinante entender además como uno puede ser no sólo un personaje en los diferentes relatos, sino incluso todos ellos a la vez…

Un cine que demuestra, la reflexión es de Gelito mientras salíamos, que para hacer buen cine no hace faltan falta euros, hacen falta guiones. Y qué hermosa la Watling. Una mujer espléndida, en todos los sentidos. Lástima no ser Alvite para lamentar que ya nunca amaneceremos juntos en algún hotel clandestino, fumando de manera compulsiva antes de vestirnos y marchar cada uno a su vida…

Buen cine, ya digo. Nada menos...

14.1.13

Paseando por TED


Hace tiempo que quería hablarles de TED. Una magnífica idea para expandir el conocimiento. Cambian las formas de aprender, las formas de llegar a entender; ahora lo puedes hacer con el teléfono móvil, mientras conduces por ejemplo, o mientras paseas tranquilamente. Lo que no cambia, lo que no cambiará nunca, es que es la inquietud la que nos convierte en personas: sólo las personas curiosas crecen y llegan a desarrollar su potencial. Una persona que ha perdido la curiosidad es una persona muerta, aunque aún no se haya dado cuenta.

Si aún no se ha acercado, le propongo un debut interesante en el mundo TED, el ameno Harford, del que ya hablamos aquí una vez, desmontando en esta charla de menos de veinte minutos el complejo de dios, ese que tanto afecta a muchos y que evita que comprendamos que hay que equivocarse muchas veces para llegar a aprender algo. 

A mí me lo van a contar….

13.1.13

Clásicos (cine)


Clásicos. Ese cine que hay que ver. De vez en cuando me hago con alguno y esta vez le tocó el turno al violinista en el tejado, un musical de principios de los setenta. La película que popularizó canciones como la de If I were a rich man, o la de casamentera

Una obra hermosa, más allá de mi fobia hacia los musicales (esos larguísimos miserables). La vida en una pequeña aldea ucraniana a principios de siglo. Gentiles y asquenazíes, cada uno por su lado, sin entender que la modernidad, tras alcanzar el XX, ya no permitía identidades duales. Cuando ya nada de los siglos XIX y XX importe, alguien encenderá una antorcha votiva en algún cementerio olvidado a la memoria de la Monarquía de los Habsburgo. La película se la come ese bonachón de Teyve contándonos sus cuitas mientras reflexiona sobre la marcha de la vida y recriminándole a Dios cada poco la pobreza en la que se halla. De fondo, esas mujeres que tanto lucharon para que la vida nos las casara con seres ajenos, para intentar vivir por sí mismas en lugar de complementar la vida de los otros. Y como marco, esa sutil metáfora de un violinista tocando en un tejado, como imagen de esa modernidad en la que vivir es, en realidad, hacer equilibrios a diario. Pedalear para no caerse.  
Pedalear hasta el final…

Buen cine. Al fin y al cabo, era Navidad. 

12.1.13

Un secreto, este sábado, por ejemplo


Trabajos bien hechos, ya lo conté aquí. Los amigos de La Casa de Zamora editaron un disco con música popular zamorana. De manera secreta le confieso, desocupado lector, que me enamoré de una de las canciones: el romance de la pastora. Un romance recogido en Pedralba en 1986 y que mi padre recuerda de cuando era pequeño. Una historia sencilla, con el paso del tiempo como eje. Un romance que empieza con una pastora llegando al alba y termina con ella muriendo una vez que “florecieron los campos”.

La vida pasa, aunque nosotros no nos damos ni cuenta. Y todo seguirá existiendo igual el día que ya no estemos. Lo dijo el Tano hace muchos años. Al fin y al cabo, nadie hablará de nosotros cuando hayamos muerto.



Una delicia de canción

Escúchela con tranquilidad. 


PS: chocos y percebes, como si estuviéramos a la orilla del mar...

11.1.13

Aquel Congreso...


Llega a puerto mi repaso del magnífico libro de Trapiello con el Congreso de julio de 1937. Hay para mucho más en el libro, pero creo que, con las pistas que le he ido dando, desocupado lector, tiene usted ya más que suficiente como para zambullirse en él y descubrirlo por usted mismo.

El Congreso de Valencia certifica la superioridad moral que la causa republicana obtuvo de la guerra civil. Y el análisis que hace el autor es muy bueno: el papel de los ingleses, de los que vinieron, pero también de los que no vinieron (Joyce, Shaw, Waugh…), el papel de los Iberoamericanos, con las querellas entre el petulante Neruda y el grandísimo Vallejo, a mi juicio el mejor poeta en castellano del siglo XX. Desfilan por las páginas del libro, a cuenta del Congreso, algunas de las personalidades más fascinantes del siglo: aquellos Spender, Orwell o aquel Koestler, convertidos con los años en notorios y furibundos anticomunistas.

Un libro necesario, este de Trapiello. Un libro necesario para entendernos, sin destrozarnos, para sentarnos y conversar


PS: Aseguraba Evelyn Waugh que “la “legitimidad” del Gobierno de Valencia no me impresiona más de lo que impresionan a los comunistas ingleses la legitimidad de la Corona y el Parlamento
Citado por Trapiello, Andrés: Las armas y las letras. Literatura y guerra civil (1936-1939). Círculo de lectores, Barcelona,  2011. Página 361

10.1.13

L'exemplaritat pública


Es la ejemplaridad lo que nos falla. Siempre. El caso de la tal Unió es de libro: hace unos meses se indultó al tal Servitge y a sus amigos. Ayer el partido admite que se financió de manera ilegal. El tal Durán dijo hace años que dimitiría si aquello se probaba. Se probó. No dimitirá.

Recuerdo a Gomá. Hay que volver a Gomá y a sus sabias palabras: “La responsabilidad del ejemplo concierne a todos los hombres por igual, pues vivimos en una red de influencias mutuas de la que no podemos escapar. Pero es indudable que esa responsabilidad pesa especialmente en las personas públicas”.

Toda esta gentuza que vive del (y en el) nacionalismo catalán, empiezan a recordarme  a los curas vascos del XIX; aquellos que no querían que los parroquianos aprendieran castellano porque “era la lengua del liberalismo y del socialismo”. Y los parroquianos, tan felices en su ignorancia..

Está claro que quieren separarse de España, y es que parece que les moleste del resto del país son sus jueces y sus periodistas.  

9.1.13

Cine (durante la guerra)


El ciclo sobre los nazis a través del cine. Me puse también con el baile de los malditos, Cortesía del señor de Chisun. Un impresionante Marlon Brando y un melancólico Montgomery Clift, en un relato de la guerra vista desde abajo. En qué medida el azar guía nuestros pasos sin que reparemos en ello, en qué medida decisiones erróneas condicionan las vidas. Hay muchas historias en la película: historias de antisemitismo, vidas frustradas, amores que no se consumaron, relaciones rotas por una esquirla en la cara, cobardías antes de ir al frente...
La película se ha vuelto algo naif con los años, pero aun así la interpretación de Brando es soberbia, en su papel de un oficial alemán decente. Acaba la película y me doy cuenta de que ver la guerra desde los dos campos de batalla ayuda a entender que, en los conflictos bélicos, los que mueren suelen ser casi siempre inocentes. O idiotas. Sean del ejército que sean. Ya lo cantaba La Polla Records cuando yo era joven y aún creía en estas cosas: moriréis como imbéciles…  

8.1.13

Prejuicios a la carta

Ya digo que el libro de Trapiello es un torrente. A poco que se asome uno a él con ganas, descubre historias como el que se acerca a pescar renacuajos a un río.

Aquellas vidas paralelas entre el extremeño Valdés y el malagueño Hinojosa. Si Valdés escribió en La Gaceta Literaria y en Madrid se codeó con lo más granado de las vanguardias, Hinojosa, el simbolista, editor de Litoral y que fue amigo de todos los del 27, fue uno de los introductores de la poesía simbolista en España. 

Los dos murieron fusilados al inicio de la guerra pero, ¡ay!, frente al artículo doliente en Público o el lamento en la tertulia de la ser, aquel murió en su pueblo natal, asesinado por milicianos del Frente Popular en una saca a principios de septiembre del treintayseis. Hinojosa, el amigo de Altolaguirre, cayó también fusilado, junto a su hermano y a su padre, en Málaga al mes de iniciada la guerra, en la tapia del cementerio, asesinado en paralelo por milicianos frentepopulisas

Está claro que leer destruye prejuicios. Y es que la realidad siempre es más compleja de lo que parece…

7.1.13

Cine (acabada la guerra)


Me embarqué durante las fiestas en un ciclo personal de cine sobre la guerra mundial y la Alemania nazi. Tras haberme puesto con Good, volví a ver el libro negro, de Verhoeven, una película que ya casi no recordaba. Una producción neerlandesa que gira en torno a una trama para desvalijar a los judíos escondidos que querían salir del país. La película es buena, está soberbio Sebastian Koch, y tiene la virtud de reflejar matices que suelen pasar desapercibidos. Un poco en la línea de la hora estelar de los asesinos de Kohout en la Praga del final de la guerra: ni todos los aliados eran ángeles y no todos los militares alemanes eran nazis. Había en la resistencia holandesa, como en la de gran parte de Europa, un discurso antisemita común al pensamiento político europeo. Aquella gente que miró para otro lado asegurando que “los judíos habían llegado a tener demasiado poder”. La película es un caleidoscopio de situaciones que sucedieron al final de la guerra: el papel de aquellos que colaboraron con los nazis porque había que comer, el caos que siguió a los días de la Liberación…

En cualquier caso, un buen thriller. 

6.1.13

Cuando los comunistas se transformaron en teólogos...


Hubo miles de guerras dentro de la terrible guerra de España. Hubo también, a lucha en las revistas, dentro del ámbito republicano. La diferencia entre Nueva Cultura, dirigida por el estalinista Renau, aquel cuyos cuadros hubieran podido también valer para el III Reich, y Hora de EspañaRevista pasiva, llamaban a esta última los estalinistas que dirigían aquella, en tanto que se configuró como un intento de hacer literatura en medio del conflicto sin más sectarismos de los necesarios. Me interesa en cualquier caso la reflexión sobre Renau y los de Nueva Cultura. Su estética es similar a la de los fascismos, y está claro que el valenciano hubiera sido, a poco que lo hubiera intentado, un magnífico falangista. En Renau y en sus amenazas está, asegura Trapiello, una de las causas de la marcha al exilio, disfrazada de servicio diplomático, de Salazar Chapela en el verano de 1937.

Aquellas revistas. Aquellas dos Españas, también en el bando republicano. Aseguró años después Octavio Paz, y lo cita también Trapiello que, en aquella Valencia de la Hora de España “Los escritores y los artistas vivían bajo la mirada celosa de unos comunistas transformados en teólogos”.  

5.1.13

Los bohemios, en el libro de Trapiello

El libro de Trapiello es un puzzle del que van saliendo piezas que acaban encajando en mi memoria. Si las máscaras del héroe me abrieron la puerta de este mundo, fue debido a que la vida de Pedro Luis de Gálvez daba para mucho más que para una novela. Gálvez, el ínclito Gálvez, tiene también su espacio en el libro, como lo tienen Cansinos, Hoyos y Vinent y tantos otros de un mundo bohemio que, a medio camino entre al atraso y la modernidad, acabó desapareciendo para siempre en el horror de la guerra.

Una bohemia del Madrid de los años treinta, descrita con acierto en el libro y por la que desfilan amistades impensables para la progresía actual, como la de Federico con José Antonio (quizá a los dos únicos españoles de la primera mitad del XX a los que se conoce sólo por el nombre de pila) y que analiza con precisión el autor.

Aquella bohemia, en fin, y aquel Gálvez, ya digo. El mismo al que Muñoz Seca respondió con un “honradísimo, Gálvez, honradísimo", cuando se enteró de que el escritor, chekista por aquel entonces, había solicitado fusilarlo en persona. 

Fascinantes, por lo lejos que están. Aunque alguno de ellos hubiera podido ser nuestro abuelo...

4.1.13

Como en aquella novela de Márai


Ha caído ya la noche. Fuera hace frío. Es el invierno senabrés: "las montañas más frías de toda Castilla", como las describió aquel jesuita de leyenda a mediados del XVII. Hemos cenado, pulpo a la brasa y ese delicioso atún toro rojo que aquí sólo preparan en Las Misas. Ahora estamos en casa. Sobre la mesa un vino exquisito. El delicado paladar del Valbuena 5º, ya devorado. Dos copas. Toda una noche de tertulia. El cenicero rebosa... 

Dos hombres, frente a frente; recordando un pasado que de familia los convirtió en amigos;  analizando un presente concebido como desafío. Han sido muchos quilómetros para juntarse y mañana se separarán de nuevo. Las horas de conversación confirman, como escribió Luis Alberto de Cuenca, que los viejos amigos son esos que al morir recordaremos como aquellos que nos ofrecieron un día la extraña sensación de no sentirnos solos.

Amanecerá en breve. Es hora de ir a dormir. La conversación, como una vez intuyó el Señor de la Montaña, aquel nieto de judíos expulsos, es el alimento del alma. 

Y es que la vida, más allá del paisaje, son las personas que nos acompañan.

3.1.13

Hombres buenos para empezar el año


Salen de refilón también en el libro de Andrés Trapiello los hombres decentes. Hubo muchos durante la guerra, aunque entre los intelectuales, me temo, hubo menos que entre el resto de la ciudadanía. Casi todos acabaron de una u otra manera cerca de la tercera España, la mía. Aquel Moreno Villa, autor de la vida en claro. Aquel Jiménez Fraud, director de la Residencia, que abandona Madrid en el verano de 1936 para no volver. Aquel Carlos Morla, diplomático chileno que tantas vidas salvó y a los que los vencedores trataron de olvidar enseguida y al que Neruda intentó chantajear cuando la guerra terminó. Aquel José María Chacón, otro diplomático que arriesgó su vida para salvar otras. Pero también aquel Chaves Nogales, del que ahora vamos sabiendo poco a poco, o de aquel Salazar Chapela, el hombre que decía la verdad....

Aquella España que en aquel horror ni encontró banderas bajo las que luchar ni refugio donde cobijarse.

Aquella España.

La única de la que sentirse compatriota. Incluso orgulloso compatriota.


PS: Escribe Carlos Morla en algún lugar que: “Recibo una llamada de Pablo Neruda y de Manolín Altolaguirre. Pablo es de un egoísmo y de un ensimismamiento abrumador, y si reconozco que es gran poeta, es persona no poética”. Citado por Trapiello, Andrés: Las armas y las letras. Literatura y guerra civil (1936-1939). Círculo de lectores, Barcelona,  2011. Página 116

2.1.13

Un año perdidaco... en cifras.


Un año perdidaco en cifras. 
De acuerdo con blogger, en torno a 15.000 páginas vistas cada mes. Los visitantes llegan bien de manera directa, bien a través de la Red Liberal, Facebook o Twitter. Los que llegan a través de un buscador, básicamente google, lo hacen buscando o bien “el perdíu” o bien “liberalismo abierto”. Un 58% de ellos entra usando Explorer (incomprensible), un 16% usando Mozilla (más incomprensible aún) y un 14% Chrome. Los visitantes se conectan desde España (casi un 65%), seguidos a mucha distancia de los desocupados lectores que se conectan desde los Estados Unidos (casi un 15%), Alemania (un 9,32%), siendo el resto de entradas inferiores al 5% (vg. Méjico el 3,30%).
En cuanto a las entradas más populares, aquí van los datos:


Vamos a por 2013