11.7.12

Ceses, victorias y derrotas

El magnífico post de Santi González, en forma de carta abierta al ministro del interior. A vueltas con el cese de Rogelio Alonso.  Si había alguien capacitado para diseñar con sentido común la derrota de los nacionalistas cruentos de izquierda, era el profesor Alonso. Pero las personas sensatas, en este estúpido país de altos funcionarios y de vividores, parecen sobrar en todo momento y en todo lugar.

Alonso se va. O lo van. Porque en política lo último que se necesita es personas con criterio.  El tal Fernández, que iba para presidir el Congreso y cayó en Interior. El tal Fernández como metáfora: funcionario que vive de la política desde que tiene 28 años. A él le van a explicar lo que hay que hacer para seguir montado en el barco.

No sé para qué me pidieron el voto. Para que la economía, sin ningún relato, la acabe dirigiendo Bruselas, y para que la política antiterrorista aquí se haga de la mano del nacionalismo incruento, con miedo a molestar; para todo eso, digo, a mí no me necesitan.

Si Alonso sobra en el ministerio del interior, entonces es que yo me equivoqué a la hora de votar

Se lo oí por primera vez a Kepa Aulestia, en un curso de verano hace muchos años, allá en la monárquica San Sebastián de finales de siglo: “ahora que han ganado los míos, ya no sé si soy de los nuestros”.



PS: Y dirán los voceros que les hemos ganado. No hay más que ver lo humildes y calladitos que están estos mierdas.

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