27.6.12

Hedonismo a la zamorana...


Placeres. Algo hedonistas, lo reconozco. Diletantes, si quiere, desocupado lector.

El verdejo, que todo lo cura; la sorpresa de la llegada inesperada, abrazar a Maiquel, hablar con Antoñito de la importancia de la red, ver llegar a Chisun, descargar el coche con mi madre, ver  a mi Coronel calentando el guiso, poner la mesa de la mano con Hannah, compartir confidencias con Bebé, sonreír con el Moretón, jugar con la hija de Xerome, escuchar a Hornuez, alzar el brazo de Oskarnello, chocar “chinchis” con Joao Pires, oír a los dos carolitos: al hijo, y al hijo-hijo, cortar queso con Satán, posar con Modrog, acabar con el Uno, leer que Amelí ha vuelto a ser madre, ver emocionarse a mi padre, ir a echar el partido a casa del Batera, charlar con Esainzp, jugar al fútbol con los enanos, mirar de reojo y ver ganar a España, tomar unas copas en La Cueva, conversar con Cabeza(s), cerrar la noche en el Avalon. Y a la mañana siguiente, SantaClara para abajo, y después un vino en Los Caprichos, claro, allí una vez hubo una Cena, para luego almorzar en la plaza.

Volver.

La vida está hecha de personas.



PS: escribió Javier Gomá que: “Ser amigos consiste en querer vivir y envejecer en paralelo. El mejor amigo es siempre el viejo amigo”.

2 comentarios:

Hornuez dijo...

La noche no se cerró en el Ávalon, viejuno.

El Perdíu dijo...

Jajaja, el perdíu es prudente y se retiró tras el avalon, caro Hornuez