7.4.12

Paseando, con la política en la mano...

Hay personas con las que compartimos bibliotecas. Entras en su casa, y te das cuenta de que una parte de sus libros podrían ser tuyos. Y viceversa. De vez en cuando, además, te los cambias. Me dejó Oskarnello, que ahora se ha convertido en McNulty y que siempre ha sido un zamorano iscariote, la reflexión que hace años publicó Zakaria a vueltas con el futuro de la libertad. Empiezo a hojearlo. Es interesante, y mucho, la distinción entre democracia y libertad. Llego apenas cuarenta páginas. Puede haber democracia sin libertad, y no hay más que fijarse en la Venezuela del tal Chávez o en la Persia de los mediocres para darse uno cuenta. Y puede haber libertad en sentido estricto en un sistema confusamente democrático, y ahí está la paradigmática Constitución de los Estados Unidos para darnos cuenta de ello. La clave, pienso mientras paseo por el mi pueblo, libro en mano, es el respeto a las minorías. Al discrepante. Al final, la democracia es una forma de garantizar la alternancia pacífica de élites en el poder. Nada más. Lo de gobierno del pueblo queda para los niños y para los idiotas. Lo importante es la garantía del libre ejercicio de los derechos.

La libertad en negativo, como nos enseñó Berlin.

Cada día lo tengo más claro

1 comentario:

Anónimo dijo...

Entonces ¿Si el gobierno no es del pueblo, de quien debe ser?