24.4.12

Entrecopas, como los Panero, después de tantos años...


Veía los idus de marzo y veía a Giamatti. Un magnífico actor. Y recordaba que un día en Semana Santa retornamos a Entrecopas. Es una película para volver a ver con los años. Qué distinta ahora de cuando la vi en el cine, en su estreno, hace ya ocho años. Cómo ha cambiado la película y cómo hemos cambiado nosotros. Lo que entonces me pareció una agridulce comedia, o un drama en forma de comedia con el vino como telón de fondo, me parece hoy una realidad cercana, que soy capaz de mirar de frente y, sobre todo, de comprender. La complejidad de las personas. Por eso fracasan las ideologías: no somos ovejas, somos personas. No somos encasillables. Somos contradictorios, queremos una cosa y la contraria, nos dejamos llevar sabiendo que caminamos hacia el abismo. Nos mentimos a nosotros mismos.
También, la agridulce sensación de los cuarenta. Ese momento en el que descubres, si tienes la suerte de que alguien te haya recitado, alguna vez, al oído a Gil de Biedma, aquello de que la vida iba en serio uno lo empieza a descubrir más tarde
Un peliculón. Vuélvalo a ver, desocupado lector.

Los años no pasan en balde. Claro que no.


PS: Para los que caigan por la ciudad del romancero, no dejen de descubrir su encanto a través de buenos profesionales (vía Tino Batera).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado Perdíu:

Yo tuve la suerte de no ver esa pelícual cuando la estrenaron...y digo suerte porque no tengo sus dos puntos de vista, sólo el de alguien que se siente identificado con muchas de las vivencias de los protagonistas. En cualquier caso, siendo una película muy agradable y cercana, me quedo con una de sus secuencias...el momento en el que Miles descorcha la botella de ese vino que guardaba para un momento especial....y la frase de Maya "..el momento especial será cuando la abras".

Muy recomendable...para gente que ronde nuestra edad.

Un saludo

El Coronel