23.6.11

Una Real Orden Petrista

Todavía no habíamos empezado con el Uno. Sólo habíamos saboreado algo de Arianne. Es cierto que hacía calor, y que estábamos junto a Soto, que iba dale que te pego con la paella. El caso es que el amigo Joseantonio empezó a contar lo de los Caballeros de Yuste, y ahí nos fue surgiendo un tema que ya habíamos tratado alguna vez: ¿Y si generáramos una Real Orden vinculada a la nuestra tierra? El vino nos iba haciendo sus efectos y nos fuimos viniendo todos arriba, yo el primero. Tanto, que propuse hasta nombre: la Real Orden de Caballeros Petristas. Jurando lealtad a Pedro I para entrar en ella. Reivindicando aquella Castilla que no fue, la Castilla de Men, la castilla de los burgueses, de los comerciantes. La Castilla amiga de los judíos. Con la sede en el Pinar de Vigo, claro. Fue el último rey legítimo. Todo lo que vino después era mentira. Y tengo la sensación de que con él llegaron los judíos a la mi tierra. O al menos se asentaron de manera definitiva. Una Real Orden con doce miembros fundadores. Y que sólo admitiera uno nuevo cada año. Caballeros juramentados para difundir y dar a conocer la suya tierra.

No es la primera vez que le doy vueltas al tema. Aquel fin de semana, un fin de semana extrañamente luminoso para ser febrero, ya había salido lo de crear un Instituto Cultural para la nuestra tierra. Era la tarde y estábamos en los meleiros. Pero aquello se paró. ¡Son tantas las cosas a las que yo sólo no llego!

Va cayendo la tarde y estoy en la Sanabria. Buscando, como siempre que llego y abro al azar algún libro del poeta, qué hazaña vibra en la luz. La luz del oeste. Mágica para quien sabe mirar. Y para quien es capaz de ver. Porque también lo dice, de nuevo, el poeta: “Muchos hombres pasaron junto a nosotros pero / no eran de nuestro pueblo […]”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gusta la idea, aunque desgraciadamente no podré formar parte de esa Orden. Entiendo que estará formada por Zamoranos de bien....y uno sólo lo es de adopción.

El Coronel