6.5.11

Iniciativas inauditas en la prensa bovina

Hay por ahí una iniciativa circulando por ahí que me parece raro que haya salido de una prensa tan bovina como la española. Apuesta por terminar con esa farsa tan propia del mundo etarra que el resto de partidos ha copiado sin problemas, y que supone convertir las ruedas de prensa en anuncios gratuitos, sin permitir las preguntas a los periodistas. El lema de la campaña, a la que parece que se han sumado ya varios medios es “Sin preguntas no hay cobertura” y ha llegado incluso a twitter #sinpreguntasnocobertura

Los partidos en un país con tan poca vida cívica y social como este son una metáfora de la sociedad que vamos construyendo entre todos: desprecio al mérito, elogio de la incapacidad e indiferencia con el que discrepa. No es casual la presencia de tantos pujaltes, tantas pajines y tanta mediocridad en sus élites. Analfabetos funcionales, normalmente licenciados en económicas o en derecho, o directamente ingenieros, que no entienden casi ninguna de las cosas que cuentan cuando hablan.

A los partidos hay que vigilarlos y ponerlos, de vez en cuando, en su sitio. Porque del poder hay que desconfiar. Siempre. Espero que el siguiente paso sea dejar de ofrecer esas imágenes de los mítines que distribuyen los partidos, sin dejar entrar las cámaras de las cadenas de televisión.

A ver si al final va a resultar que sí que teníamos prensa en este país. Qué cosas…


PS: esta tarde, mis amigos del Casal Zamorano en Madrid dan inicio a su ciclo de cultura de primavera. Hoy presentan el poemario Corazón frontera, del zamorano Jesús Losada. Si están por la Villa y Corte, no se lo pierdan.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Iniciativa? A mí me suena a ejercicio de "lametraserismo": si los periodistas quieren respeto, que exijan respuestas, no que solo se limiten a exigir preguntas.
#sinrespuestasnocobertura también existe, je, je.

pepeblai dijo...

Hombre, esto que dices de "o directamente ingenieros" me deja un poco mosca. Ni Pajín, ni ZP, ni Pepiño ni casi nadie de la ralea gubernamental habría podido acabar una ingeniería ni por asomo; son demasiado zoquetes. Los ingenieros pueden ser zoquetes, pero no tanto.

La cuestión no es qué título tienen, sino cómo lo han conseguido. Aquí es licenciado hasta el tato.