1.1.11

Puertas para uno, de camino a la mi tierra.

En 1965, con apenas treinta y un años, Claudio Rodríguez publicaba su tercer libro, Alianza y Condena. Uno de los poemas más hermosos del libro (Ciudad de Meseta) narra, en sus inicios, el viaje que más de cuarenta años después realizo yo en este instante a la Sanabria:

Como por estos sitios
tan sano aire no hay pero no vengo
a curarme de nada.
Vengo a saber qué hazaña
vibra en la luz, qué rebelión oscura
nos arrasa hoy la vida.
Aquí ya no hay banderas,
ni murallas, ni torres, como si ahora
pudiera todo resistir el ímpetu
de la tierra, el saqueo del cielo. Y se nos barre
la vista, es nuestro cuerpo
mercado franco, nuestra voz vivienda
y el amor y los años
puertas para uno y para mil que entrasen.






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