31.1.11

Cine. Uno

Me persigue una especia de maldición con Historias de la edad de oro. Segundo intento de verla. Fallido de nueva. Esta vez, por un problema con los horarios. No nos arredramos y entramos a ver Animal Kingdom, del australiano David Michôd, y ganadora del último Sundance. Un buen thriller. Me gustan, además, las películas en las que la ciudad es otra protagonista. En este caso, Melbourne. Corrupción policial, trapicheos con droga. Una familia de criminales. Y un ambiente lento pero que no llega a hacerse pesado. Atardeceres, crímenes. Ni negro del todo ni del todo blanco, como hubiera cantado Fito si hubiera hecho la banda sonora de la película. Y en medio de todo ello, un adolescente perdido y desorientado. Me decía el Coronel al salir que bien, pero que el adolescente, encarnado por un tal Frecheville, era el tío más inexpresivo que había visto en años. Y estoy de acuerdo, pero luego, repasando un poco la peli, creo que olvidamos que la adolescencia es una época jodida, y que quizá esa inexpresividad le vaya bien al personaje, que entra a toda velocidad en un mundo cuyos códigos ignora. Fantástica la abuela, por cierto, interpretada por Jacki Weaver: la mujer de raza que mantiene en pie el imperio criminal y luego se enfada con sus hijos porque no le dan un beso. La matriarca dispuesta a sacrificarlo todo por el bienestar de la familia. Códigos premodernos en el occidente del siglo XXI. Ese mundo que ha ido desapareciendo y que, lo pienso ahora, sólo sobrevive en los pueblos y en los criminales. Poética mezcla, difícil de explicar para quien, para su desgracia, no pertenezca al primero de estos mundos.

Me gustó. Y es que a veces llega uno al buen cine por azar.

Se puede ver el tráiler, subtitulado en cristiano, pinchando aquí. De res.


PS: Desde este viernes y hasta el domingo 13 de febrero, Jornadas Gastronómicas de la Caza en el Mesón Sanabria, en la mi tierra sanabresa. Es buena excusa para acercarnos, por fin, a la Sanabria, ¿verdad?.

29.1.11

Investigaciones fragmentadas

Lo bueno de ser politólogo es que uno va por la vida investigando sin método y sin concierto. Si hubiera estudiado algo serio, sabría que uno no puede arrogarse conocimientos de los que carece cuando se rasca un poco la pátina superficial que lo recubre.
Un par de semanas investigando. A ratos muertos, claro, porque uno ha de vivir y no se dedica a ir por ahí investigando en horas de trabajo. Sobre Ponce de Cabrera; vaya tela que hay más información sobre él en la wikipedia en inglés que en castellano. Así somos. El Príncipe de Zamora. Una figura de leyenda. Señor de la mí tierra. Y gerundense. La lucha por el poder como eje de una vida.
Como no tengo medida, he alternado esto con Fabriciano Cid y con López Monís, los diputados por el distrito sanabrés durante los primeros años del XX, en plena Restauración. Amigos políticos. Caciquismo en estado puro. He visto una carta, fantástica, que hoy sería delito: estimado amigo, gracias por moverme los votos en tu municipio, ya me dirás en qué puedo ayudarte durante esta legislatura. Mil años después de Ponce y lo único que se mantiene es el apetito de poder.
Quizá eso nos hizo humanos, y no sólo el prensil, como explican en el MEH.
Hablando de Burgos. Qué hermoso es recordar el viaje delante de un café. Al recordarlo, uno parece vivir incluso otro distinto. Qué feliz puede llegar a ser un sábado. Lo escribió Claudio Rodríguez, claro: "Una mirada, un gesto / cambiarán nuestra vida".
Para que luego haya gente que no crea en la magia...


PS: Y mañana, debuto como nadador con Elicia... ¡qué ilusión me hace!

28.1.11

Subo al taxi...

Subo en el taxi, me siento, suena el teléfono, perdone, vamos a Concha Espina, sí, dime joder, qué tal, como estás. A la altura de la República Argentina, cuelgo. Vuelve a sonar al doblar Castellana, sí soy yo, dígame. Llegamos a Concha Espina cuando estoy colgando. Le digo qué le debo, por favor, son ocho euros, fíjese si hemos llegado rápido que no le ha dado tiempo a usted ni a hablar conmigo. Pongo cara de disculpa. Es un señor mayor, de unos sesenta años. Pelo blanco. Yo vivo ahí al lado, a ver si un día le vuelvo a coger y hablamos un poco hombre.

Me lo dice despacio, con voz pausada. Me fijo en sus manos, grandes, y en sus gafas. Va todo tan rápido que ya nadie habla con nadie, me dice mientras me da el cambio. Su argumentación me desarma.

Tiene toda la razón.

Salgo del coche a toda prisa, un poco avergonzado…

Llueve en Madrid.

27.1.11

Haber sido arquitecto...

Hubiera sido arquitecto. Quizá si hubiera sido más constante. Quizá si hubiera nacido en otra época, o en otro mundo. Quién sabe.

Hubiera sido arquitecto. Me doy cuenta cuando veo edificios o formas que me fascinan. La manera de ocupar el espacio. La manera de jugar con la luz. Con las formas. Me volvió a pasar. En Málaga, en la María Zambrano. Esas cubiertas decimonónicas de metal. La arquitectura del hierro. La simetría de las formas. El juego de luces. Hay objetos sobre los que la vista se recrea como lo hace sobre el cuerpo de una mujer: las curvas, las rectas, las suaves ondulaciones…

Está claro.

Hay algo en nuestra forma de mirar que da vida a las cosas que miramos.


PS: Jesús Hilario Tundidor escribió: "Como esta tierra puesta / al sol, al aire, a la mañana. / Es nuestra vida, / Mas, ¿quién llueve, quién es el que deshace / la esperanza de junio?"

26.1.11

Otras vidas, otras épocas...

Las Huelgas. Un territorio, decía, abonado a la leyenda. El mausoleo de varios reyes de Castilla. La vida de Enrique de Borgoña, cuando aún había una dinastía legítima en estas tierras y Trastamara era sólo un territorio. El hijo menor de Alfonso VIII, el de las Navas. Como sus hermanos varones, Sancho y Fernando habían muerto antes que él, en 1211 se convirtió en el heredero de la Corona. Era apenas un niño. Había nacido cuando su padre tenía ya casi cincuenta años. Cincuenta años de entonces, desocupado lector, no de ahora. Así que con siete años es el heredero, y con diez es proclamado Rey.

Sus padres mueren, ella quizá de pena, con veinte días de diferencia. También hubo amor en la Edad Media, también había un destino y la de Alfonso y Leonor (ella hermana de Ricardo Corazón de León) fue una historia hermosa. Cuando ambos fallecen, Enrique es proclamado Enrique I de Castilla. No quedaba desamparado, porque la suya era una familia de mujeres recias. Urraca, que fue luego reina de Portugal, Blanca, que lo fue de Francia, Leonor, que lo fue de Aragón. O Constanza, hija de rey, hermana de rey y abadesa de las Huelgas. Pero todo estaba eclipsado por la hermana mayor: Berenguela. Casi veinticinco años mayor que su hermano Enrique. La primogénita del Rey, excluida de la sucesión por ser mujer. Casada con Alfonso IX de León, ya saben, el que otorgó fuero a la Puebla en 1220.

Es difícil resistir la tentación de ocupar el poder, como es difícil resistir la tentación de volver.

El Rey era aún un niño y ella era su tutora. Si el rey moría, ella heredaría el trono, que podría ser para su hijo Fernando, que vivía con la mancha de ver cómo era hijo de un matrimonio ilegítimo porque el Papa en 1204 había anulado la boda Berenguela con el rey castellano.

Así, llegamos al verano de 1217. Enrique, con apenas trece años, está jugando en Palencia con otros niños. De pronto, una teja cae accidentalmente del tejado y alcanza al niño en la cabeza. Malherido, el niño vivirá unos días, para finalmente morir el seis de junio de aquel año.

El resto es ya historia. El 31 de agosto Berenguela es proclamada reina de Castilla, y renuncia en ese mismo acto a favor de su hijo Fernando, el zamorano Fernando, el futuro Fernando III el Santo, unificador de León y Castilla y conquistador de Sevilla.

Enrique I desapareció, muerto en un trágico y conveniente accidente.

La tumba de Enrique en las Huelgas hoy está blanca y lisa por fuera. Tengo la sensación de que quizá antes de que la encalaran pondría en latín algo así como vive deprisa, muere joven y deja un bonito cadáver.

25.1.11

La codiciosa luz, olvidadiza y cárdena, contra el retablo de piedra...

Es una iglesia discreta. Siempre a la sombra de la Catedral. La fascinante catedral. Pocos llegan hasta ella, y a mí a veces se me olvida, qué tonto estoy, y no me acerco cuando estoy allí. Nos acercamos el sábado. La portada. Los sepulcros. Pero sobre todo, ese espectacular retablo hecho en piedra, obra probable de aquel Simón de Colonia, tan burgalés, pese a su nombre. Un retablo de piedra. Cierre los ojos y piénselo, desocupado lector. Una barca de piedra, un río de piedra, un retablo de piedra. La madera te da segundas oportunidades, pero la piedra no, nos apunta Mi Coronel mientras miramos. Un retablo de piedra. Una metáfora de lo que significó la fe en esta tierra castellana durante siglos. Una imagen para mostrar la Majestad de Dios ante los hombres.

El hombre que cuida la Iglesia nos llama, nos ve interesados. Nos pasa por un recoveco de piedra hacia lo que quizá un día fue la Sacristía. Son tapices, pero no hay dinero para restaurarlos. La historia de Judith, entre otras. Telas para tapar la piedra, para tapr el frío que se cuela por los huesos en Castilla

La piedra. Nuestro origen. Todo está ya en las piedras. Está el frío, está el agua. Y está la luz, ah, la luz de Castilla, en invierno, mientras se va haciendo de noche…

No deje de acercarse por San Nicolás de Bari, desocupado lector. No se arrepentirá.


PS: Claudio Rodríguez, claro, escribió: Llegó otra vez noviembre. Lejos quedan los días / de los pequeños sueños, de los besos marchitos. / Tú eres el mes que quiero. Que no me deje a oscuras / tu codiciosa luz olvidadiza y cárdena / mientras llega el invierno.

24.1.11

La libertad como una forma de amor...

Fue Borges, claro, quien dijo que el universo era una biblioteca. De babel, la llamó. Como soy un hombre muy de mi tiempo, busco el universo en cada rincón. Cuando llego a una ciudad nueva, no pregunto nunca el nombre de las doce mujeres más hermosas, para qué, si ya conozco a la más bella, sino que pregunto el de las doce mejores librerías y el de los diez justos de los que habló el propio maestro argentino.

Regresé a Pucela, esta vez con tiempo. Hasta la tarde no salía el tren a Burgos y al amigo Jorge hube de esperarlo hasta la hora de comer. Pregunté por las librerías. Sólo hay una, me dijo una mujer mayor, con las manos ajadas por el frío, mientras miraba mi sombrero con ternura. Me acerqué. Me fasciné. Se llama Oletum, un nombre incompleto que en seguida me acercó a Jesús, con el que pasee durante la casi hora que me tiré allí.

Una librería es un espacio de libertad. Con sus secciones, sus estanterías, sus anaqueles. Sus hexágonos, como decía Borges. Fui a por los ensayos. No cambio. Luego a por la historia. Tras un rato, a por biografías. Cuando decidí que lo había visto todo, entré en la novela. En una librería el librero ha de conocer la mercancía. Quería coger un libro para Jorge. Milagrosamente, estaba. La cuna del mar negro, para sus libros de viajes. Seguí hablando con ellas. Conocían algunas de las cosas por las que preguntaba. Me acerqué a Zweig y esta vez no pude resistirme. Fouché, el genio tenebroso, bien editado en Acantilado. Está uno cansado ya de descubrirle buena literatura a otros y a veces no disfrutar de ella. Aquel libro se lo quedó, porque era un regalo mío, pero ya he puesto orden sobre este asunto y ahora Fouche es mío. No pude evitar caer en Banffy y hacerme con Los días contados, su primera novela de la trilogía transilvana. Hay algo en la literatura centroeuropea de entreguerras que sigue pudiendo conmigo cada vez que me acerco a ella. Cada uno tiene sus debilidades, qué quiere que le diga, desocupado lector. Además, es fantástico seguir descubriendo estos autores ahora que uno va solo en el camino, y saber que podrá compartirlo con corazones más agradecidos que aquel.

Me gustó Oletum, desocupado lector, y la seguiré visitando cada vez que me acerque a Pucela. No se la pierda. Es lo más parecido a aquella legendaria Fronda que ya forma parte de un relato de Borges.

Hablando de un relato de Borges, ¿qué habrá sido de las Almas grises?


PS: Joan Margarit escribió en su materna lengua catalana: La llibertat és una llibreria. / Anar indocumentat. […] / Una forma d’amor, la llibertat.

23.1.11

Un lugar en el que pasar frío...

Cada sitio lleva su clima. Cada lugar tiene su leyenda. A las Huelgas, en Burgos, hay que ir un día como el de hoy. Con dos grados bajo cero. Con el cielo nublo. Con viento del norte. Para que nada nos distraiga. Para poder ver lo que aquí hubo.

Una tierra, Castilla. Ayer dominadora. Una fe, un destino. Burgos, la cabeza del Reino. Un monarca, borgoñón, Alfonso VIII, el de las Navas. Una dinastía, legítima. Una mujer, Leonor. Una fe, un deseo: un gran monasterio para honrar a Dios, en estas llanuras bélicas, y páramos de asceta, que no en balde no fue por estos campos el bíblico jardín.

La sobriedad de la piedra bajo la luz del invierno en Castilla. Palpar, con las manos, el frío de las columnas. Las gárgolas ya silenciosas.

Una leyenda. Las Huelgas de Burgos. El lugar donde se armaba caballeros a los monarcas antes de proclamarlos reyes. Aquí fue coronado Eduardo I de Inglaterra. Aquí fue proclamado rey Alfonso XI. El lugar al que venían a nacer los reyes. Aquí vio la luz Pedro I, el justiciero; el amigo de los judíos, el amigo de los burgueses.

Una dignidad, la de Abadesa de las Huelgas. Una mujer que sólo rendía cuentas al Papa. Una mujer que mandaba sobre los curas. La única mujer con rango de Excelentísima Señora en la historia de España. Abadesa de las Huelgas. Un cargo reservado a las hijas de Reyes, de Infantes o de la alta nobleza castellana.

Un lugar de descanso eterno. Para los Reyes, para sus hijos. Para sus familias. Un lugar en el que ver incluso ahora, tantos años después, las telas medievales mejor conservadas de todo el mundo.

Uno pasea por el Claustro, o por el jardín y oye el viento, y siente el frío, y se imagina la lluvia. Hay lugares con una historia que conviene no perder de vista. Nos explican lo que fuimos y, en gran parte, lo que somos.

Las Huelgas. En Burgos, claro.


PS: Antonio Machado lo dejó escrito: La madre en otro tiempo fecunda en capitanes, / madrastra es hoy apenas de humildes ganapanes.

22.1.11

Hay ciudades que viajan con nosotros, ciudades a las que volver es regresar a la memoria. Ciudades en las que hemos amado, reído, olvidado, conocido y desconocido. Burgos. Tantos años después.

No fue sólo Hornuez, aunque todo empezó ahí.

No fue sólo la mili de Mile, aunque ahí estuvimos también.

No fue sólo conocer a Oscarnelo una noche con nieve, y Lisboa resplandecía.

Fueron los años de la inocencia, de viajar pensando en construir un futuro. Aquellos findes al frío, paseando por la ribera del Arlanzón, soñando una vida que jamás iba a llegar. Guardo hermosos recuerdos de esta ciudad, tan aristocrática, tan conservadora, con sus ventanales en Laín Calvo, con su catedral, con su CAB de tardes de vino y café. Con su Hospital, en fin, del Rey. Con aquellos ánimos ya perdidos en el basurero de la memoria, sigue, persevera, te sacarás el carné seguro, no te preocupes. A veces me pregunto si en algún recuperaremos todo el ánimo que repartimos durante la vida, infatigables soldados de la sonrisa.

Hoy burgos ya son otras cosas. Es el MEH, el fantástico MEH. Y ha sido Antuan, que ya se marcha. Y han sido los señores de Feroz. Y es, sobre todo, otra ciudad que visitar y enseñar(te), con calma, mientras cae el sol, paseando hacia la Catedral cuando huele a Castilla y la luz del invierno se filtra por los amplios ventanales del Paseo del Espolón… Vendremos.


PS: Claudio Rodríguez principiaba el Don de la ebriedad recordándonos que Siempre la claridad viene del cielo; / es un don: no se halla entre las cosas / sino muy por encima, y las ocupa / haciendo de ello vida y labor propias.


21.1.11

Echando el día en Castiella

Echando en día en Castilla. La que face los omes e los gasta, como dijo Alfonso Fernández Coronel antes de morir de manos de un Rey Justiciero hace varios siglos, cuando aún había Dios en estas tierras. A la tarde marcho a Burgos. La cabeza de Castilla. El acto es festivo, pero hay algo de tristeza para esta tierra. Un amigo se nos marcha, al sur, a la su tierra. Un buen profesor, de los que aquí no andan nada sobrados, abandona el campus burgalés rumbo a Cádiz. A la ciudad en el que ser Arcadi Espada es motivo de insulto y donde ser Fernando Santiago es motivo de amenaza. Tierra de emigración, aquí es difícil retener el talento. Hace frío en estos burgos en los que demora su partida el invierno. Se nos va Antuan y yo le deseo toda la suerte del mundo. Lo veré menos, pero el Kolectivo nunca se ha dejado amilanar por la distancia…

Un fuerte abrazo amigo.

PS: Arcadi Espada escribió: "El absentismo en la Delphi gaditana se situaba normalmente en un 16%. Las tres plantas de la provincia encabezaban el ranking de absentismo de las 30 plantas que la empresa tenía en el mundo. (Por cierto: la cuarta era la de Sant Cugat, con un animoso 8%.) Pero en épocas de Carnaval los ausentes doblaban fácilmente la cifra, y hasta la triplicaban en los días señalaítos".

20.1.11

Tele y cine

Terminé la primera temporada de MadMen, legal por supuesto. Muy buena: la puesta en escena, las tramas, los diálogos… aquel mundo que terminaba a las puertas de la postmodernidad; hombres que fuman, que beben y que acosan. Poco más. Mujeres que se van liberando, despacio, de las ataduras sociales. Mujeres que no quieren aburrirse en su vida. Que no quieren ser sólo madres. Ya les contaré para la segunda temporada.

Retomo El ala oeste de la Casa Blanca. Tufillo progre pero serie igualmente bien hecha, con buenos diálogos. Llevo mediada la primera temporada. Iremos viendo. Empiezo también Orgullo y prejuicio, de la BBC, con Firth en papel estelar. Queen´s English que se entiende relativamente bien y sin necesidad de los subtítulos.

Y algo de cine. Estuvimos viendo Los próximos tres días. Interesante idea, pero algo larga. Le sobra como media hora. Gana mucho desde la mitad en adelante, un buen thriller con sus persecuciones, sus polis buenos, sus inocentes y sus culpables. El leviatán que te atrapa. Preciosa Banks, majestuosamente breve Neeson y buen papel el de Crowe, que cada día se parece más, por cierto, a Mi General

PS: Qué hermosa reflexión de García Cuartango en El Mundo de ayer: “Nuestro pecado original es la condena a existir en la más absoluta incertidumbre, con la única seguridad de que nada podemos conocer sobre un futuro que se niega a revelarnos lo que nos reserva”.


PD: En el sur, en Málaga.

19.1.11

Ni gobierno, ni prensa

Sigo escandalizado. Los medios. Libres, dicen. Y los ciudadanos se lo creen. Siempre han tenido intereses, el problema es que llegamos a pensar que alguna vez tuvieron ética. ¡Oh que pobres somos que cierra cenene plus!. Tras la exhibición con Alierta, ahora le toca el turno al tal Sáenz. Consejero Delegado del primer banco del país. Condenado por estafa procesal y por acusación falsa. Lo ideal, vamos, para dejar el dinero en sus manos. Condenado a cárcel e inhabilitado. En cualquier país capitalista de verdad, llevaríamos meses siguiendo la noticia. Aquí, como señala Barcepundit, la “no noticia” se come a la noticia.

Pero estamos en la franquista España, o en la socialdemócrata España, valga la redundancia. Leo la prensa a diario. No tenía ningún conocimiento del proceso hasta que se produjo la sentencia. Nada. Nadie había informado sobre el tema.

Es sencillamente repugnante ver como la prensa orilla el interés de la información en beneficio de uno de sus grandes anunciantes. Es patético. Luego a los muy cabrones se les llena la boca hablando de Bush, y de Irak, pero cuando algo pone en peligro sus lentejas, callados como monjas de clausura.

Esta es la ética de nuestro periodismo. Y luego se preguntan por qué están a punto de desaparecer.



PS: Thomas Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos, escribió en 1787: "The basis of our government being the opinion of the people, the very first object should be to keep that right; and were it left to me to decide whether we should have a government without newspapers, or newspapers without a government, I should not hesitate a moment to prefer the latter."

18.1.11

Algo más de cine..

Por fin acertamos en el cine. El discurso del rey. Me gusta el cine británico. Bien hecho y con buenos guiones, casi como el cine español, vamos. Me gustar Firth, ese entrañable perdedor de Love Actually aprendiendo portugués a marchas forzadas. Me gusta Rush, ese magnífico pirata que antes fue sastre en Panamá. Los dos están fantásticos en su papel. Una película brillante, con el toque de humor que estas cosas han de tener. Un repaso a la historia. Una Monarquía modelo en muchos aspectos. Un rey imprudente, Eduardo VIII, cuyas simpatías por el nazismo hubieran llevado a la hecatombe a Europa. Un buen rey. Un par de hermosas historias de amor. Una buena película, una buena tarde de cine. No deje de verla, desocupado lector.

Más cine. Las banderas de nuestros padres. Después del soldado ryan es difícil hacer mejor cine bélico. Pero Eastwood es siempre Eastwood. Aquí lo relevante no es el desembarco, lo relevante es cómo la política acaba siendo, muchas veces, tan rastrera como la guerra. Cómo hay que convencer a muchos para que sigan aportando dinero aunque sea a costa de la verdad. Cómo en los conflictos importan muy poco las personas e importan muchos los números. Y las imágnes. Un buen repaso, duro, a una batalla de aquella guerra que había que ganar. Aquella maldita isla, tan cercana a la Monarquía Hispánica, por cierto, en otros tiempo. Buenos actores, buen ritmo, buena película. A ver si tengo un rato y me pongo con las Cartas desde Iwo Jima. Ya le contaré.


PS: Simón Bolívar dijo una vez en un brindis: A la heroica firmeza de los combatientes de uno y otro ejército; a su constancia, sufrimiento y valor sin ejemplo. A los hombres dignos que, a través de males horrorosos, sostienen y defienden su libertad. A los que han muerto gloriosamente en defensa de su Patria o de su Gobierno. A los mandos de ambos ejércitos, que han manifestado su intrepidez, su dignidad y su carácter. Odio eterno a los que deseen sangre y la derramen injustamente.

17.1.11

Malas noticias...

Una noticia tremenda. Al menos, para cualquier persona con un poco de sensibilidad (grupo en el que a prioi lo incluyo, desocupado lector). Una idea muy buena. Brillante: unificar el dinero que la administración autonómica y las cajas invertían en recuperar el ingente patrimonio histórico de la región. Una Fundación pionera. Y modelo en muchos aspectos, entre ellos, el de implicar a la sociedad civil. Me hice socio desde el principio, ya se imagina lector lo zascandil que soy y a mí estas cosas no se me escapan. Con ellos entré en otro mundo en lo que a visión del patrimonio se refiere. Me llevaron a las Médulas. Pateé el Canal de Castilla. Anduve por Rioseco, Recuperaron la Magdalena, la iglesia zamorana en la que, en otra vida, me hubiera casado. Rehicieron el Macho. Entraron al Fuerte de San Carlos, vacío desde que lo redescubrimos hace quince años. Su revista, una delicia, hecha para disfrutar con todos los sentidos. Jesús me dijo varias veces: ojalá hubiera algo así aquí. Su música, casada con las piedras…

Ahora cierra. De golpe. No hay dinero ya en las cajas, hartas de perderlo en inversiones estúpidas, no se dan cuenta de la miopía que este cierre demuestra. Tampoco lo tiene, por lo que me cuenta, la Junta. Lo hay para esas bobadas de la renta de ciudadanía pero no lo hay para esto. Esto es tener visión de futuro y lo demás son tonterías.

Me parece indignante. Cortar lo que funciona. El patrimonio es una de las grandes industrias de la región, y se le deja caer. Eso sí, dinero para subvencionar fábricas ruinosas sí hay.

Estos son nuestros políticos.

Y esta nuestra región


PS: "Tristes tiempos, muy tristes. Qué ola de vulgaridad en la que todos se ahogan, por hipocresía, cobardía e interés. ¿Llegará el momento en que se pueda hablar francamente sobre estos negros días?"

Sebastian, Mihail: Diario (1935-1944), Entrada del 11 de octubre de 1936.

16.1.11

Un rumor, en medio de la niebla

Hace mucho que me hace gracia El Empalme.

No sólo su estética, solitaria en medio de un cruce de caminos entre dos carreteras que, lo supimos más tarde, no van en realidad a ningún sitio.

No sólo el carácter, agrio, adusto, castellano, de los dueños.

No sólo la fantástica comida: esas codornices con ciruelas.

No sólo las setas, las setas zamoranas.

No sólo los postres.

Hay algo más, como en todos los sitios en los que uno se siente como en casa. Voy viendo con los años que, además, a los sitios ha de acompañarlos un cierto glamour. Ya saben, uno pasa del Marca al Mundo y no se da cuenta de que hay que tener algo de Telva para poder disfrutar de muchos pequeños placeres de la vida.

Estas navidades descubrí otro aspecto, le contaba. Un aspecto mítico, a sumar a tantos otros en un sitio que se va construyendo entre leyendas. Algún día les contaré lo de Cascos, pero esto es aún mejor.

Les decía, me lo contaron estas pasadas fiestas: La Casa de Alba tiene mesa reservada a diario en El Empalme.

La Casa de Alba, nada menos. Aunque en su origen fueran unos advenedizos, titulados por aquel rey bastardo y traidor que fue el tal Enrique, los años hicieron de su Casa la Casa por excelencia.

Y tienen mesa reservada, siempre, en El Empalme.

Me encanta.

PS: "El decadente es una persona atrapada entre dos tendencias opuestas y aparentemente incompatibles: de una parte, el mundo, sus necesidades, las impresiones atractivas que recibe de él; de otra, el inmortal anhelo, el deseo hacia lo eterno, ideal, fuera de este mundo. Tal es el dilema del decadente, y la incompatibilidad de ambas tendencias produce las notas de desilusión, frustración y apatía características del decadente".

Racionero, Luis: El progreso decadente. Repaso al siglo XX. Espasa, Madrid, 2000. Página 21

15.1.11

Diez años ya...

La wikipedia, diez años ya.

Un saber no experto construido por todos. No por igual, claro. Casi los mismos artículos en holandés qué en castellano. Y más en polaco que en español. La uso mucho, como ya sabe el desocupado lector que frecuente estas páginas. Una mina para los curiosos. También hay que colaborar. El Perdíu ha colaborado, de manera modesta, con varios artículos, y sigue haciéndolo de manera regular. Además, de vez en cuando se rasca el bolsillo y colabora con la Fundación que está detrás, para que la enciclopedia pueda seguir creciendo. Así que, desocupado lector, anímese. Veinte euros, o diez, no son nada, y las pequeñas donanciones de muchos pueden hacer que siga creciendo la estructura de la página. Así que menos reírse de ella, o de sus fallos (que los tiene, claro), y más colaborar… que el conocimiento no es gratis.

Es muy fácil, pinchando aquí, y se puede pagar con Paypal

Y feliz cumpleaños

14.1.11

Mendoza, los gatos y el Prado

Acabé de leer, ya dije que por insistencia de David, el último libro de Eduardo Mendoza. El Planeta. La riña de gatos, en suma. A Mendoza llegué, creo, en COU, cuando La verdad sobre el caso Savolta se explicaba como la gran renovación de la novela española. Un libro fascinante, por cierto. Luego llegó la ciudad de los prodigios, otra delicia, y luego esa cosa maravillosa y maravillosamente breve que es Gurb, cuyos diálogos sigo compartiendo con mi egipciano Hornuez de tarde en tarde.. El resto, cosas menores. Ligeras, a veces en el mejor y a veces en el peor sentido de la palabra.

Riña de gatos es una buena novela. Entretenida, bien trenzada, y con ese gusto por lo absurdo que tanto gusta a Mendoza. De fondo, una visión alternativa de lo que pudo haber sido aquel Madrid previo a la maldita guerra civil. Una visión menos maniquea, lo que se agradece y con Velázquez de fondo, lo cual es siempre una delicia. Una novela de intriga, con José Antonio paseando por el escenario, y con el Prado también de fondo y algo difuminado. Con el misterio de los viajes de Velázquez a Italia. Con el misterio de esa Venus de la que nunca conoceremos la cara con exactitud. Con esa serenidad con la que el maestro nos mira al pintar, cercano ya al final de sus días, Las meninas. Con ese bufón en el que se difumina el paisaje de la batalla, adelatándose a los impresionistas.

Velázquez, el hombre que pintó esa mirada que persigue al visitante nada más entrar en al Museo al que iremos. No sólo a saborearlo a él. También a vernos crecer un poco de la mano del Greco. O de Goya. Aprender a disfrutar el arte no nos hace mejores personas, pero nos hace más libres. Y la libertad lo es todo, como bien sabe el hermoso pájaro de Laboa.

Un buen libro, para echar el rato. Nada más, pero tampoco nada menos.


PS: El triunfo de la República por la vía electoral podía haber contribuido a superar una tradición de más de un siglo de pronunciamientos, insurrecciones y guerras civiles, pero no fue así. Como han destacado Enric Ucelay y Susanna Tavera, más allá del 14 de abril pervivió la "lógica insurreccional", según la cual la oposición a un régimen sólo podía esperar el triunfo a través de las armas. Una lógica que los conspiradores republicanos de 1930 compartían plenamente"

Avilés Farré, Juan: La izquierda burguesa y la tragedia de la IIª República. Servicio de Documentación y Publicaciones de la Comunidad de Madrid, Madrid, 2006. Página 77

13.1.11

Mi opinón sobre la tregua de ETA

Me pregunta el otro día mi opinión sobre la supuesta tregua de la organización criminal nacionalista y vasca ETA. Ya saben, tres mierdas encapuchados haciendo el payaso delante de una cámara con una boina en la cabeza. Siempre digo lo mismo. En este caso no tengo opinión propia: pienso exactamente lo que piense Jaime Mayor.

El hombre que siempre ha tenido razón con ETA.

  • La tuvo cuando cerró EGIN en 1998, frente a todo el miedo que la izquierda tenía a atacar a los voceros de la banda.
  • La tuvo cuando se mostró cauteloso con la farsa del Pacto de Estella.
  • La tuvo cuando impulsó la lucha contra el terrorismo callejero
  • La tuvo cuando impulsó la ley de partidos para echar a ETA de las instituciones.
  • La tuvo cuando denunció las treguas trampa.
  • ¿Por qué no va a tener razón ahora?

Así que si Jaime Mayor sospecha que aquí detrás hay un pacto entre este gobierno traidor y los asesinos de ETA, le creo bastante más a él que al tal Rubalcaba y sus faisanes. Que estos son capaces de pactar con quien sea con tal de seguir en el poder.


PS: "Gracias a la intervención de Gerhard Schröder, al [ex-terrorista] Mahler se le permitió reanudar en 1988 sus actividades comerciales. Al cabo de una década volvió a tener actividad política. Volvió a sus raíces. En 2000 se alistó en el NPD, de extrema derecha. Su gestión finalmente incitó a sus colegas a expulsarlo de la asociación de abogados, en una respuesta curiosamente dúplice ante la criminalidad de signo comunista y la delincuencia de signo nazi que caracteriza a la izquierda en general".

Burleigh, Michael: Sangre y Rabia. Una historia cultural de terrorismo. Madrid, Taurus, 2008. Pág. 351.

12.1.11

Malos sitios para la lírica

Pakistán.

Hay sitios donde, desde hace dos mil años, es jodido nacer. Las fronteras, por ejemplo. O los sitios de paso. Lo que ahora llamamos Pakistán siempre lo fue. Un confuso mosaico de étnicas amalgamadas por el islam y por la dominación británica durante casi un siglo. Un país que no tuvo su Atatürk. Llegan pocas noticias de allí, más allá de atentados suicidas. Pero van pasando cosas. Allí, como en muchos otros lugares, se libra una lucha. Entre el progreso y la Edad Media. Entre la razón y la fe. Entre los hombres y sus dioses.

Una ley terrorífica, contra la blasfemia, dicen. Una mujer que iba a ser ejecutada porque, dicen, había ofendido a Mahoma. Como si ello fuera posible. Un gobernador, Salman Tasir, de la provincia de Punyab, que se opone a la irracionalidad de matar a un ser humano porque algunos otros seres humanos consideran que ha ofendido a quien lleva muerto catorce siglos. Una Liga, llamada Musulmana, que ofrece 150.000 euros a quien acabe con el gobernador. Un escolta traidor, fanático y enloquecido por una concepción extrema de su fe, lo asesina. En el nombre de dios. Más de veinte tiros, todos ellos por la espalda. En el nombre de dios.

Pequeños gestos, una muerte tras otra, que van deslizando a aquel país hacia el infierno de la Edad Media. Un mundo gobernado no por dioses, eso es imposible, sino por sus representantes en la tierra. Una cierta élite de carácter liberal, que sabe que lo mejor para que un pueblo progrese son escuelas, y no madrazas o iglesias. Una élite cada vez más pequeña y cada vez más aislada.

Hay sitios en los que la mejor salida para cualquier persona con cabeza es la emigración.


PS: "A Masson también le impresionó la tolerancia religiosa de Kabul. Mientras que en gran parte del mundo islámico los devotos ni siquiera se avenían a comer con un cristiano, “aquí no hay ninguno de estos problemas o sentimientos”. Cuenta que los armenios cristianos eran más que tolerados, que trababan matrimonios mixtos con musulmanes y musulmanas y ambos grupos asistían a bodas y funerales del otro".

Meyer, Karl E. y Blair Brysac, Shareen: Torneo de sombras: El Gran Juego y la pugna por la hegemonía en Asia central. RBA, Barcelona, 2008. Página 107


PS: En Mérida. Como antes de ayer cenando luz con patatas fritas.

11.1.11

Arthur, tomorrow belongs to you

No había tenido un rato para hablar del tema hasta ahora, pero estoy aún sin aliento por el contenido y la estética de la toma de posesión del tal Mas (ya saben, el hijo del tal Mas Barnet, el hombre que, para luchar contra el expolio fiscal español, se llevó la pasta a un paraíso fiscal) como presidente del gobierno autonómico de Cataluña. El 129, dicen los tíos. Y sin inmutarse: y nadie se parte de risa al oírlo, que es lo más triste. Un acto de corte claramente fascista. Y un discurso también de corte fascista, se mire por donde se mire el de toma de posesión de Mas.

A dónde hemos llegado en menos de treinta años: Tarradellas saludaba a los “ciudadanos de Cataluña” y esta nada con forma de presidente jura fidelidad “al pueblo de Cataluña”. Como si algo así existiera. Esas expresiones: construcción nacional, servicio a los muertos, honor y responsabilidad. Como si hubiera de hacer algo más que gestionar servicios públicos y procurar no meterse mucho en la vida de los ciudadanos. Esa visión decimonónica de la política. Es lo grotesco de estos nacionalismillos que sufrimos en España. No sólo es que son patéticos, como todos los nacionalismos, sino que además llegan ciento cincuenta años tarde.

Esto de “he mamado el país”, “he tocado el país”, “con gran intensidad”. Un país lleno de esperanzas, un país en marcha. La brutalidad de hablar de “deberes morales de un ciudadano con su país”, y no con sus conciudadanos. Lo de ser constructor de un país, lo de la plenitud nacional, esa idiotez de una nación eterna, una Cataluña constituida en unidad de destino en lo universal, como lo era España para los falangistas.

Ese penúlltimo párrafo, que les clavo literal:

La història ens ho ensenya. La vida institucional d'un president és qüestió d'anys; la vida de les persones acostuma a ser qüestió de dècades; la vida dels estats, en el millor dels casos, en segles, perquè els estats no deixen de ser construccions artificials, però la vida dels pobles, de les nacions, de les cultures, aquesta no es mesura ni en anys ni en dècades ni moltes vegades en segles, sinó que es pot mesurar en mil·lennis.

Ese cerrar con el equivalente al arriba España. Yo hubiera ido más lejos. ¿Por qué no se animó a cantar aquello de “el futuro nos pertenece”, como el joven nazi en Cabaret?. Hubiera sido mucho más propio.

El nacionalismo, el último refugio de los canallas.


PS: "El siglo de la Ilustración, del secularismo racionalista, trajo consigo su propia oscuridad moderna. Con el reflujo de la creencia religiosa no despareció el sufrimiento que formaba parte de ella. [en este sentido] La magia del nacionalismo es la conversión del azar en destino".

Anderson, B.: Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y difusión del nacionalismo. Méjico, FCE, 1993. Página 24


PD: en Pucela.

10.1.11

De lo público y lo privado

Llovía el otro día en la Puebla. Hablaba con Pepe y oía la lluvia sobre la plaza de la villa. Luego tenía una conversación similar con Oscar y las gotas caían a conciencia sobre el tejado de losa. Pensaba en la diferencia entre la Villa y el Mercado. Es verdad que la Villa está quedando preciosa. Es verdad que es una ciudad de piedra, hecha para pasear y disfrutar. Con su imponente castillo. El sitio al que llevar a todos los amigos que van por primera vez a la Sanabria. Y sin embargo…

Cuando voy sólo siempre bajo al Mercado a tomar café. O a comprar el periódico. O a hacer la compra. Es verdad que vengo del Mercado, y que de allí están poblados los recuerdos de mi infancia. Y me jode verlo tan muerto. Pero no sólo por algo sentimental. También ideológico, qué quieren que les diga. La Villa siempre fue el poder del Estado en la comarca. De lo público, de los guardias, los funcionarios, el notario, el registrador. El Mercado nació libre. Y anárquico. Un espacio abierto y a comerciar, ahí, con dos cojones. A buscarnos todos la vida. Un espacio sin arquitectura, sin equilibrio. La lucha por la vida. “Una raza de gente húngara” me contó un día mi abuela, “creó este pueblo de la nada”. Lo decía en tono despectivo. Unos pioneros. Comerciantes, frente al carácter funcionarial de la villa. Judíos, quizá. Gente que se enriqueció a base de comerciar y que no esperó nunca del poder del Estado ni favores ni ayuda.

Así que en esta España en la que el capitalismo nunca llegó a cuajar, el declive del Mercado es una buena metáfora de cómo está el país tras tantos años de franquismo socialista y de socialismo franquista. Un país en el que los espacios puramente privados, el Mercado siempre lo fue, están en declive, frente al esplendor, algo huero, del poder de lo público.

Así que si me buscan por la Sanabria algún día y no me encuentran en casa, bajen al Mercado. Por allí andaré…



PS: “Todavía para nuestros abuelos una casa, una fuente, una torre que les era familiar, aun su propio vestido, su abrigo, eran cosas infinitamente más familiares; cada cosa era casi un receptáculo en que se encontraba algo humano y a la que añadían su parte de humanidad. […] Las cosas partícipes de nuestra intimidad están declinando y ya no pueden ser sustituidas. Nosotros somos quizá los últimos que habrán conocido tales cosas. A nosotros nos toca la responsabilidad de conservar no únicamente su recuerdo, sino su valor humano […]

Molina, Cesar Antonio: Lugares donde se calma el dolor. Barcelona, Destino, 2009. Página 209

9.1.11

Una reflexión sobre la historia y sobre el destino...

El post de hoy no lo escribo yo. Lo escribe un amigo. O lo escribió, para ser más exactos. Hace unos días, en una Tercera de ABC. Un texto sensato, como todos los suyos. Valiente. Y honrado. Una denuncia de los fatalismos, de los historicismos que tanto molestaban a Popper. Una denuncia de los profetas. Una reivindicación de la historia como libertad y del enorme papel que cada persona juega en la construcción de su vida.

Y ahí va el corolario, en palabras del autor:

"En tercer término, porque contemplado en el largo plazo, el cambio español ha sido espectacular y no hay razón alguna para asumir el pesimismo y la anomalía esencialistas de origen romántico, que tanto daño han producido en los últimos dos siglos. No existe una «España que no pudo ser» más que como ficción" […]

Disfruten del ensayo pinchando aquí.


PS: Y lo que resulta decisivo es que Francia, con su profunda influencia cultural en toda Europa, es quien afianza el antihispanismo y toda una serie de estereotipos negativos […]. Esto se repetirá, -o continuará- en el siglo XVIII, en el que la pujante Ilustración francesa, con una absoluta falta de curiosidad e interés, se limitará a proyectar sobre España, como en un frontón de pelota, sus prejuicios y su propaganda […]

Iglesias, Carmen: No siempre lo peor es cierto. Estudios sobre historia de España. Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2008. Página 77