9.12.10

Elogio del libro con un relato de Borges al fondo...

Borges. El tiempo. La magia. Quizá el más enigmático de los escritores del XX. Quizá el único que supo ir más allá de lo que vemos. La semana pasada empezamos a escribir un relato a medias. Es verdad que él lleva casi veinticinco años muerto, pero cuando uno ha escrito El Inmortal, eso son detalles menores. Un relato que quizá empiece: “Muchos años antes de perder la vista, Miguel de Barrio se acostumbró a apoyarse en las manos hermosas de una joven silenciosa. Todo empezó años atrás, en 1810, una tarde de diciembre…”

Quizá empiece de otra manera. No lo sé. Pero es emocionante. El libro elegido ha sido, azares del destino, las Almas Grises, de Claudel. En un lado de la trama está Miguel de Barrio, viejo ya, achacoso, leyendo a la postrera luz de la tarde en el su pueblo, a la luz de un candil. Hace frío y ha estado nevando toda la mañana. Al otro, está la que pudo haber sido bisnieta del tío Pedro, que descubre su pueblo muchos años después de haber nacido.

Ya les contaré qué tal acaba este relato, pero les aseguro que es Borges al ciento por ciento.


PS: Mario Vargas Llosa principió su discurso de aceptación del Nobel con las siguientes palabras: "Aprendí a leer a los cinco años, en la clase del hermano Justiniano, en el Colegio de la Salle, en Cochabamba (Bolivia). Es la cosa más importante que me ha pasado en la vida. Casi setenta años después recuerdo con nitidez cómo esa magia, traducir las palabras de los libros en imágenes, enriqueció mi vida, rompiendo las barreras del tiempo y del espacio y permitiéndome viajar con el capitán Nemo veinte mil leguas de viaje submarino, luchar junto a d’Artagnan, Athos, Portos y Aramís contra las intrigas que amenazan a la Reina en los tiempos del sinuoso Richelieu, o arrastrarme por las entrañas de París, convertido en Jean Valjean, con el cuerpo inerte de Marius a cuestas".

1 comentario:

Anónimo dijo...

No te pega que te guste Borges. Es el autor favorito de ZP