29.10.10

Buenas historias en literatura ligera

Acabé La Ruptura. Me falla algo en el estilo de Koch; ya me pasó en su volumen sobre Münzemberg, magnífico pero mal escrito. Superficial. de periodista en el peor sentido de la palabra. Es verdad que quizá todo se deba a los temas que trata, pero no lo sé, hay algo que no termina de gustarme en su forma de escribir. Para el tema en sí, más interesante la obra de Martínez de Pisón. En este libro la figura de José Robles es sólo una excusa; de fondo, la relación entre el botarate de Hemingway y Dos Passos. Como aquel aceptó ser un tonto útil al servicio del comunismo internacional, y como el otro fue capaz de hacerse preguntas incómodas a raíz del asesinato de su amigo Robles en la cada vez más dominada por los soviéticos Valencia de 1937. De fondo, la política de la Unión Soviética en relación con los intelectuales. Y varios personajes siniestros: el terrible Álvarez del Vayo, ministro de exteriores dizque español y agente soviético hasta el final. El mismo que esta pandilla de analfabetos que dirige hoy el PSOE rehabilitó recientemente. Joris Yvens, un cineasta al servicio de la inteligencia soviética; Liston Oak y su tardía caída del caballo. Los generales que lucharon aquí en una guerra que su patrón no quería ganar y que no tardaron en ser devorados por el terror al que servían, como Kolstov o como Gorev. Y agitadores, en fin, como Otto Katz.
Una historia interesante, ya digo, pero contada de manera ligera. No mejora desde luego la mala imagen que siempre he tenido de Hemingway. Aunque me ha permitido conocer algo mejor a Dos Passos.


PS: "En 1995 se reveló públicamente que el FBI había recopilado en secreto telegramas en clave enviados desde el consulado soviético en Nueva York durante la Segunda Guerra Mundial. El llamado “Proyecto Verona” no empezó a descifrar estos telegramas hasta 1946, cuando pudo disponer de recursos. Los mensajes no solo revelaban el grado de penetración de los espías soviéticos en el Proyecto Manhattan, sino también el reclutamiento de agentes de espionaje estadounidenses en las más altas esferas del gobierno. Nunca se pudo averiguar la identidad ni siquiera de la mitad de los nombres en clave soviéticos, pero se descubrió que entre ellos había 349 agentes norteamericanos trabajando para Stalin. [….] debido a la necesidad de mantener la confidencialidad de esta fuente, la existencia del Proyecto Verona se mantuvo en secreto y dicha evidencia no se utilizó nunca en procesos judiciales. Si se hubieran admitido los desciframientos, muchas de las disputas jurídicas y periodísticas acerca de la culpabilidad o la supuesta inocencia de figuras polémicas como Alger Hiss o Julius Rosenberg se habrían podido cortar como el nudo gordiano".
Tzouliadis, T.: Los olvidados. Una tragedia americana en la Rusia de Stalin. Debate, Barcelona, 2009. Páginas 309 y 310

1 comentario:

Anónimo dijo...

No entiendo por qué cree que el PSOE está dirigido por una panda de analfabetos, cuando eso es lo que ocurre, precisamente, en el PP (analfabetos y corruptos). No hay día sin un nuevo episodio de la degradación de la política en negocio que afecta especialmente y por poner un ejemplo a la Comunidad Valenciana, según ha venido a reconocer su anterior presidente, Eduardo Zaplana, a la vista de la riada de escándalos que desde la rama local del caso Gürtel a las cada vez más profundas aguas del caso Brugal, afecta a varias instituciones y mantiene imputados en diversos sumarios por corrupción al presidente autonómico y varios de sus consejeros, a dos de los tres presidentes de Diputación, además de alcaldes y concejales de importantes localidades. En total, decenas de cargos públicos.

El punto de atención se ha desplazado de Valencia a Alicante. Los informes de la Fiscalía Anticorrupción describen un panorama en el que se mezcla la gran corrupción millonaria con corruptelas, formando un todo de grandes y pequeñas complicidades, a veces transversales. Ayer mismo dimitió de su cargo el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Alicante Roque Moreno, citado en uno de los informes como supuesto beneficiario de los favores del constructor Enrique Ortiz, vértice de todos los chanchullos investigados en Alicante, a quien el portavoz habría pedido la contratación de un conocido a cambio de su apoyo al proyecto de remodelación del estadio del Hércules, club del que Ortiz es el máximo accionista. Ninguno de los miembros del PP citados ha dimitido.

El enchufismo tradicional consistía en pedir un empleo a un cargo público; ahora son los concejales los que se lo piden a un promotor inmobiliario cuyo poder es mayor que el de cualquier cargo público y que, por ejemplo, es propietario del 25% del suelo urbanizable de la ciudad y participa en sociedades que poseen el 70%. El modus operandi descrito por la Fiscalía es el mismo del famoso Bigotes de la trama Orange Market: comprar voluntades públicas con halagos y regalos: vacaciones pagadas, viajes en yate, contratación de familiares o pago de comisiones a cambio de decisiones administrativas favorables.

Es posible que no todas las conductas irregulares investigadas por la policía y recogidas por la Fiscalía sean consideradas delitos por los jueces. Pero aunque solo lo fueran la mitad de los señalados el panorama ya sería desolador. En España hay un problema grave de corrupción, y uno gravísimo en Valencia que afecta a las más diversas actividades. Un reciente informe de Hacienda mostraba que la trama Gürtel obtuvo cuantiosos beneficios de la visita del Papa a Valencia en 2006 mediante adjudicaciones sin concurso público.

Cohecho, tráfico de influencias, uso de información privilegiada, fraude fiscal son las acusaciones que se repiten, sin que la dirección del PP, al que pertenece la gran mayoría de los afectados, se sienta interpelada, excepto para decir que esperan mejorar sus resultados en las elecciones de mayo. Casos como el de los tránsfugas de Benidorm indican que ese cinismo político afecta también a los socialistas y que cuando dirigentes de ambos partidos se llaman hipócritas entre sí, los dos tienen razón.