24.8.10

Cosas que no tienen precio

Ayudar a Chimenauer, que ha llegado tarde, a hacer las primeras gestiones para el bar.

Salir de casa a las cuatro de la tarde, con la solana, para empezar a preparar la yincana; recorrer la entrada al uteiro, la plaza, la fraga, el Franco, el barrio bajo, observando los detalles. Tardar casi tres horas en escribir las cincuenta pruebas de larga distancia.

Ir al hotel a imprimir las pruebas. Recortarlas. Ensobrarlas. Colocarlas con el tiempo al límite antes de que empiece.

Organizar la yincana. Estar hasta las tres de la mañana. Con frío.

Volver por la tarde. Los juegos de los niños. Arcilla. Que te empapen de agua y espuma no sólo tu sobrina, sino también los hijos de tus primos. Librar épicas batallas con ellos mientras, ¡oh capitán mi capitán!, te atacan por babor con el ímpetu de los seis años, se suban a tus brazos y te restrieguen la espuma por el suelo.

Cenar algo, subir a la fiesta. Bailar. Tirarle un muñeco a Elicia, y llevarlo sano y salvo a casa (se llamará Felipe, por cierto, tras una larga discusión con la niña, convenciéndola de que las cosas han de tener nombre ¡¡¡bienvenido a la familia!!). Sujetar el bombo para el bingo.

Levantarse resacoso el sábado, vermú. Bajar a la yincana infantil, por si acaso. Nada. Ir a cenar, en vez de al pico del fraile, a vilarino, por si acaso. Nada. Bailar, bailar y bailar, hasta las seis de la mañana. Entregar tres placas. Una de ellas con todo el corazón. Quizá la primera vez que hablo en público, micrófono en mano, aquí. Nada.

Ir al vermú el domingo, jugar con la sobrina, ver a los niños en los hinchables, recoger las botellas que la gente ha tirado por el campo. Merendar algo de empanada.

Subir andando desde el campo, mientras oscurece.

La luz, la luz de Castilla a final de verano.

¿Descansar los días de la fiesta? Imposible.


PS: "Un recuerdo no se mide por su verdad o falsedad, sino porque uno lo quiere tener como materialización de la nostalgia"

Molina, Cesar Antonio: Lugares donde se calma el dolor. Barcelona, Destino, 2009. Página 657

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Nada? ¿escondida?
NC

Hornuez dijo...

Normal, yo no estuve.

rebolloa dijo...

Sarna con gusto no pica...