10.8.10

Ahora sí, Atapuerca

Salimos para Atapuerca. Casi nos equivocamos porque yo pensaba que se entraba por Ibeas de Juarros. En esa base militar vi jurar bandera al único amigo al que le he visto hacerlo. Al final entramos por arriba y vamos directos al pueblo de Atapuerca. Hay una mezcla de sobriedad y cutrez, conceptos tan castellanos ambos, que asombra. El guía es bueno. El autobús nos deja a la entrada, nos ponemos el casco. La trinchera del ferrocarril. La legendaria trinchera del ferrocarril, allí a nuestros ojos. Hace años leí, gracias al Círculo, claro, “La especie elegida”, de Arsuaga, así que como tantas otras veces, tengo la sensación de haber estado aquí antes. Nos lo explica con pasión, haciendo participar a los cuatro o cinco niños que vienen en el grupo. La sima de los huesos. Pero el material didáctico en el que se apoya es pobre. La gran dolina. Qué azar tan grande hizo que todo esto se descubriera. ¿Para qué vale todo esto? Me dice Snows en un aparte. No lo sé, pienso, pero tenemos que conocerlo, claro que sí. Saber de dónde venimos y cómo hemos llegado a ser lo que somos. Una especie menor, el Sapiens, una especie recién llegada que ha acabado dominando el planeta.
Volvemos al pueblo y vamos al Parque. Otro guía apasionado. Admiro a la gente que disfruta con su trabajo. Un recorrido por lo que fuimos. ¿Por qué pintaban?, ¿cómo hacían sus herramientas?. Un ejemplo práctico de cómo hacer fuego sin herramientas modernas, impactante. Comemos allí mismo. A la tarde vamos a ver el Museo. Los tres edificios del complejo son impresionantes. Y qué bien ha quedado el viejo solar. Y qué arreglada la ribera del Arlanzón. Como esto es España, hemos abierto antes el Museo que el Centro de Investigación, porque aquí las prioridades las tenemos claras de siempre. Una planta del museo es impresionante. El largo viaje en el que tanto intervino el azar, de millones de años. El misterio de los Neanderthales, que quizá se cruzaron con nosotros o quizá no, quien sabe. El papel del cerebro. ¿Dónde está la conciencia? Un librito con pegatinas sobre la prehistoria para Elicia. Hay pocas cosas más gratificantes que hacer un regalo. Aunque a veces no sea fácil entregarlo.
Se hace tarde ya, con tanto palique. Vuelvo a la Sanabria.

PS: Borges escribió algo así como: las migraciones, que los arqueólogos trazan sobre el mapa y no comprendieron los pueblos que las ejecutaron

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿ Entenderán dentro de unos miles de años nuestras migraciones?.
Recibir un regalo es muy fácil, siempre agrada.Entréguelo.
Gracias por los recibidos y por el tiempo dedicado que tanto nos animó
NC