26.5.10

Filosofía de vida

T.H. White, un escritor británico del pasado siglo XX, escribió en The once and future King, una novela artúrica, un párrafo memorable, que me aplico por todo el cuerpo como si fuera agua de colonia los días de tristeza primaveral,.

Aquí le dejo el párrafo, sin más comentarios.

Enjoy it!


"Lo mejor para la tristeza, contestó Merlín resoplando, es aprender algo. Es lo único que no falla nunca. ("The best thing for being sad," replied Merlin, beginning to puff and blow, "is to learn something. That's the only thing that never fails)

Puedes envejecer y sentir toda tu anatomía temblorosa; puedes permanecer durante horas por la noche escuchando el desorden de tus venas; puedes echar de menos a tu único amor; puedes ver el mundo a tu alrededor devastado por locos perversos; o saber que tu honor es pisoteado por las cloacas de inteligencias inferiores. Entonces solo hay una cosa posible: aprender.

Aprender porqué se mueve el mundo y lo que lo hace moverse. Es lo único que la inteligencia no puede agotar, ni alienar; que nunca la torturará, que nunca le inspirará miedo ni desconfianza y que nunca lamentará, de lo que nunca se arrepentirá.

Aprender es lo que te conviene. Mira la cantidad de cosas que puedes aprender: la ciencia pura, la única pureza que existe. Aprender astronomía en el espacio de una vida, historia natural en tres, literatura en seis. Y entonces, después de haber agotado un millón de vidas en biología y medicina y teología y geografía e historia y economía, entonces puedes empezar a hacer una rueda de carreta con la madera apropiada, o pasar cincuenta años aprendiendo a vencer a tu contrincante en esgrima. Y después de eso, puedes volver con las matemáticas hasta que sea tiempo de aprender a arar la tierra".

2 comentarios:

Unknown dijo...

Precioso texto Perdíu, además es una gran verdad. Sólo añadiría una cosa, que hay que aprender de la propia tristeza, es la única manera de dejarla atrás.

Anónimo dijo...

Estimado Perdíu. Genial. Gracias por la referecia. No la conocía ( ignorante, ya lo sé), y me ha encantado.

saludos.