7.5.10

Elecciones y demás

Elecciones en Gran Bretaña, para elegir el quincuagésimo quinto parlamento. Siempre son un gozoso espectáculo. Con todos sus problemas, con sus burgos podridos, con todo lo que quieran, todos hemos acabado viniendo de ahí. De su parlamentarismo aburrido, de su hermosa manera de garantizar la alternancia pacífica en el poder. Un país fascinante en el que, además, la extrema izquierda no tiene cabida en el parlamento, y la izquierda es una izquierda que, tras Blair, para nosotros quisiéramos en este país de izquierda fementida. Un país en el que nadie cuerdo discute la existencia de la corona ni el papel simbólico que la misma juega en el país. Un país de formas, de respeto a las cosas más hermosas de la tradición y que ha sabido conjugar como nadie el pasado con el presente

Parece que ha ganado Cameron, de lo cual me alegro, y parece que se consolida el papel de árbitro de los Liberales, de lo cual también me alegro. Los laboristas, con el cadavérico Brown, a la oposición, que es donde mejor están habitualmente en todo el mundo. Probablemente cambie el sistema electoral, pero eso no será un problema para los británicos. Llevan siglos adaptando su sistema a cada momento histórico. Así que a ver si alguien va a atreverse a darles lecciones. Por cierto que antológica la disparatada visión que la prensa española ha transmitido de estas elecciones: viva Clegg que va a ganar las elecciones porque está casado con una española. Los medios, a la altura de la ciudadanía.

PS: Fue Queen quien cantaba: It’s a hard life / to be true lovers together / to love and live forever in each others hearts. / It´s a long hard fight / to learn to care for each other / to trust in one another right from the start.

8 comentarios:

Benito García Pedraza dijo...

"LOS GRANDES PERDEDORES de las elecciones de ayer en el Reino Unido: la élite cultural que apostó todo a Nick Clegg como la gran esperanza blanca, y que ha visto cómo no ha conseguido influenciar a la 'plebe'." (Barcepundit)

Benito García Pedraza dijo...

Perdona que te vuelva a molestar, me parece que a lo que te refieres como "burgos podridos", en realidad son circuscripciones únicas del sistema mayoritario, ¿me explico?, circuscripciones uninomunales; los burgos podridos forman parte de los sistemas caciquiles bipartidistas, con los que se vino a caracterizar el sistema canovista de nuestra patria (y que tanto escándalo generaba fuera de ella)...

http://es.wikipedia.org/wiki/Burgo_podrido

Anónimo dijo...

Estimado El Perdíu, me quedo con lo que comenta de que ojalá en España hubiese una izquierda parecida a la inglesa y no una heredera del marxismo más rancio, que es la que nos gobierna y manda.

Saludos.

Anónimo dijo...

Se nota que no vivis aqui en Inglaterra porque sino no dirias lo que decis. Quizas los laboristas no son tan de izquierdas como zapatero pero en Inglaterra el estado controla todo muchisimo mas que en España. Aqui se paga muchisimo mas en impuestos (con el council tax) que en España y hay muchisima mas dependencia del estado por parte de muchisima gente que a su vez a creado una generacion enorme de gente que vive a costa de los trabajadores que no pega ni golpe y derrochan en caprichos y bebida y son totalmente incultos y problematicos. Ademas la educacion publica es totalmente socialista (en españa se va en camino pero todavia le queda) donde practicamente los alumnos pasan de curso sin esforzarse nada (aqui casi no hay examenes).

El Perdíu dijo...

Ciudadano periodista, gracias por las aclaraciones. Aquí no molesta nadie. Un saludo

Vaya por dios dijo...

Yo hecho de menos una derecha como en UK, antifascista, liberal, con convicciones. Una derecha sin las ataduras de la nuestra cn los perdedores de la segunda guerra mundial. No es posible. Cada vez que oigo a Aznar o miro al pobre Rajoy veo a unas especies caducas de gente de otro tiempo. Nuestra izquierda es la que realmente ha cambiado. Menos mentiras, amigo.

El Perdíu dijo...

Estimado "vaya por dios". ¿Una derecha antifascista y que no esté atada a los perdedores de la segunda guerra mundial"?. ¿?. Cambie usted de periódico, por dios, o se va a volver loco. Es sólo un consejo, pero se lo digo de verdad. No sé dónde ve usted derecha fascista en España. A no ser que, en la mejor tradición de la analfabeta izquierda española, un fascista sea todo aquel que lleva la contraria a un socialista...

Uno de Castilla y León dijo...

En su vejez, Jorge Luis Borges se afilió al Partido Conservador Argentino. A algún entrevistador que manifestó cierta sorpresa le explicó que no lo hacía por convicción política, sino por todo lo contrario: porque estaba persuadido de que el Partido Conservador Argentino no podía despertar el entusiasmo de nadie. Y Borges desconfiaba del entusiasmo y de los entusiastas. Su afiliación era una declaración de principios, breve y sutil como un ensayito de Borges.
Es por eso que ante los buenos resultados de los conservadores en las elecciones británicas experimenta uno un vago asombro: parece algo contra natura. ¿Por qué hay gente que vota por los conservadores? Se entiende que tengan candidatos: que quieran gobernar. Es humano. Pero ¿de dónde sacan votantes? ¿Cómo es posible que haya gente que quiera ser gobernada por los conservadores? Ni siquiera Borges entendería semejante cosa.
Porque es natural –es humano– que los partidos extremistas de izquierda o de derecha tengan no sólo votantes sino militantes entusiastas: apelan a los bajos instintos, a las malas pasiones, al odio, al rencor, al miedo, a la retórica marcial, al fanatismo religioso. Todo eso mueve multitudes. Es también natural, por razones más prosaicas, que tenga votantes el laborismo, porque ha probado su eficacia para mejorar la vida de la gente en cosas cotidianas y prácticas: salud, educación, bienestar. Los votantes liberales se explican en buena medida por razones ideológicas y de añoranza histórica. Pero ¿los conservadores? ¿Y, por añadidura, unos conservadores tan deslavazados como se han vuelto los de ahora con Cameron? Es comprensible que los apoyen los ricos, por supuesto, porque a ellos les garantizan beneficios y privilegios. Sin embargo los ricos, por definición, son una minoría: para ganar elecciones cuentan con su dinero, no con sus votos. Bien contados, los ricos que hay en Reino Unido no deben de ser mucho más numerosos que los candidatos tories al Parlamento. Y es evidente que eso no da para ganar unas elecciones.
Si la política estuviera gobernada por el sentido común, los laboristas británicos deberían ganar todas las elecciones y permanecer en el Gobierno para toda la vida. Aunque lo hagan mal, lo hacen mejor que los otros. Y así lo han demostrado.
Lo único que explica que tanta gente haya votado por los conservadores es que el sentido común se parece demasiado al tedio.