26.4.10

Si no creo en la mía, ¿cómo quiere que crea en la suya?

Debatía el otro día, vía Facebook, con Mi General, en relación al Día de la Patria Vasca, el Aberri Eguna. Mi General, que es buena persona para aburrir, celebra la fiesta en su diáspora y nos enzarzamos, educadamente como caballeros que somos, a cuenta del carácter de la fiesta. Yo le decía que me parece un desastre que un no nacionalista celebre esa fiesta, porque no es la fiesta de todos los vascos. Es, exactamente, la fiesta de los nacionalistas vascos. Y lo es de manera literal. El PSOE, en sus años cavernícolas de la transición, se lo pasó en grande haciendo el ridículo allí, pero, gracias a dios, ha tiempo que dejó de asistir. El pepé, por su parte, no ha asistido nunca, evitándose así el papelón de que ahora te recuerden las bobadas que decías hace treinta años, como les pasa a los sociatas.

Mi General comparaba esta fiesta con el Día de Galicia, o el de Castilla y León. No tienen nada que ver. Todos los gallegos celebran el Día de Santiago, con independencia de que unos celebren de manera independentista y otros no. La gente en Castilla, hasta los del pp, celebran el Día de Villalar, aunque cada uno le de un matiz propio. Pero es la fiesta de todos. En el caso vasco, no. Es la fiesta de Sabino y de los hijos de Sabino. De nadie más

Tan es así, que el actual gobierno vasco que preside López ha impulsado una norma en el Parlamento para que se apruebe como Día del País Vasco el 25 de octubre, fecha de aprobación del Estatuto y que, esa sí, supone un punto de encuentro entre la gran mayoría de los vascos.

En fin, yo personalmente me cuido muy mucho de celebrar cualquier fiesta patriótica, en Zamora, en Castilla o en España. No me fío nada de las patrias, ni siquiera de la mía, así que intento no bajar la guardia cuando llegan tan señaladas fechas. En cualquier caso, y como no puede ser de otra manera, me parece muy respetable que cada uno celebre lo que quiera pero, qué quieren que les diga, ver a los no nacionalistas celebrando el aberri eguna me produce una respetuosa sensación de tristeza. Los espero el próximo 25 de octubre, y ahí sí me sumaré, de corazón, a su celebración, Mi General.


PS: "Un primer proyecto de estatuto vasco fue aprobado tempranamente, el 14 de junio de 1931 [...]. Este proyecto, que negaba el voto a los ciudadanos llegados de otras provincias españolas y preveía un concordato propio con la Santa Sede, recibió el apoyo del Partido Nacionalista Vasco [...]."

Avilés Farré, Juan: La izquierda burguesa y la tragedia de la IIª República. Servicio de Documentación y Publicaciones de la Comunidad de Madrid, Madrid, 2006. Página 201

2 comentarios:

rebolloa dijo...

Como es de esperar, muy bien argumentado su punto de vista. Sin embargo, las distancias difuminan las diferncias, que se terminan convirtiendo en poco mas que matices. Cuando yo vivía en Bilbao, sabía perfectamente el significado de la celebraciòn anual del PNV, y nunca fuì, aunque era del PNV. Ahora que ni soy del PNV ni vivo en Bilbao, me apetece celebrar la cultura vasca con el resto de los que vivimos en Miami. En nuestro contexto, el Aberri Eguna es la oportunidad de hacerlo. Es un acto gastronòmico y cultural, no político. Nadie da discursos sobre Sabino Arana o sobrel el PNV. Simplemente nos juntamos todos a celebrar la cultura vasca, hasta que el Gobierno Vasco escoja una fecha del gusto de todos. Y repito, los que lo celebramos aquí, somos de todos los partidos políticos.

Anónimo dijo...

No conocía la intención del Gobierno Vasco de establecer una fecha para celebrar el día de la Nación Vasca y, aunque no estoy muy de acuerdo con todo esto de las nacionalidades autonómicas, naciones regiones, o como sea, me alegra saberlo.
Saludos y gracias por aporte.