27.4.10

De documentales y libros

Contaba el otro día que acabé de ver la serie Holocausto que regaló El Mundo tiempo ha. Con la serie venía, como último deuvedé, el documental Noche y Niebla, rodado en los cincuenta por Alain Resnais. Un reportaje duro, en versión original francesa, con imágenes aún recientes de los campos y del horror nazi. El título hace referencia al famoso Decreto Nacht und Nebel, aprobado en diciembre de 1941 por el gobierno nazi para dar cobertura legal a la desaparición de sus oponentes políticos en los territorios ocupados por la tiranía nacional socialista.

Acabé, por cierto y también, el libro de Cercas, la Anatomía de un instante. Si Soldados de Salamina me pareció un libro francamente sobrevalorado, este me ha parecido un libro muy bueno, que sitúa a la Transición en su justo lugar: algo que nuestros padres hicieron lo mejor que pudieron, desde un espíritu de concordia, sabiendo que lo que había que evitar era otra guerra civil. Ahora que nuestra izquierda, tan analfabeta ella, quiere impugnar su legado, es bueno que todos estos iletrados, algunos de ellos tan cómodos bajo la dictadura, lean el libro. No estoy de acuerdo con todo lo que plantea el autor (su intento por equiparar la ¿democracia? republicana con nuestro régimen es francamente cansino) pero me parece un intento muy honrado de aproximación y de ensayo histórico. La persepctiva que con los años adquiere la figura de Suárez (puede que no fuera un genio, pero a veces los países no necesitan genios), así como su trabajo sobre el “héroe de retirada” es francamente interesante. Buen libro, bien escrito y bastante absorbente. No deje de leerlo, desocupado lector


PS: Quién puso el desasosiego en nuestras entrañas / nos hizo libres pero sin alas / nos dejos el hambre y se llevó el pan.

1 comentario:

miguel dijo...

Señor blogista, letrados e iletrados comparten un peso el de sus muertos. Demasiado peso para que me ponga de un solo lado. El corazón de los espectadores está del lado de los corazones de los tristes.Digo yo que no será lo mismo hablar de muertos ajenos que tenerlos propios pero vamos que siempre estoy en duda.
Y lo digo porque tengo la inmensa suerte de no tener muertos en ninguno de los dos bandos, sinó otro gallo me cantaría.
Leeré el libro que usted refiere en cuanto pueda. Viene ya de antiguo en mi familia escuchar todas las voces para al final ver que piensa uno. Lo curioso es que parece que te quedas como estabas al principio, pero no es así del todo. Creo que la maldad humana no tiene patria. Hasta ahora nada me ha convencido de lo contrario, quizá porque lo miro todo con ojos un poco infantiles.
¿Que con quien estoy? pues con la paz y la armonia entre todos los hombres del mundo. ¿Que como se llega? pues como usted, seguramente, tampoco lo se.
Siga teniendo un buen estilo al escribir y siga aportando sal y pimienta aunque no siempre me gusten sus condimentos. los necesito para no quedarme en la higuera.
Abrazo y saludo desde el norte de Europa.