24.2.10

Un gobierno contra su pueblo

La siniestra dictadura cubana ha dejado morir de hambre a un preso político. Nuestro país se limita a lamentar la muerte, como si la misma hubiera obedecido a causas naturales. Como si a Zapata se lo hubiera llevado un terremoto o un ciclón. Orlando Zapata, un albañil con más dignidad que todo nuestro gobierno junto.

Detenido por desacato a un gobierno terrorista como el cubano.

Y muerto en las terribles mazmorras del castrismo por reivindicar la libertad para su pueblo.

No puede uno dejar de pensar, en homenaje al muerto, en aquellas palabras que D. Alonso le dirige a su escudero en uno de los más memorables pasajes de la inmortal novela del sanabrés de Cervantes: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres”.

PS: "El castigo del verdugo es éste: no considera a su víctima un hombre y él mismo deja de ser un hombre; mata al hombre que hay en él, se convierte en su propio verdugo; la víctima, por mucho que la destruyan, continuará siendo un ser humano para toda la eternidad".

Grossman, Vasili: Todo Fluye. Barcelona, Galaxia Gutemberg, 2008. Página 169

1 comentario:

Ruy dijo...

La libertad es solo de aquellos dispuestos a morir por ella.
Todo lo demás son paños calientes y rollos macabeos.
Gracias por tu valentía ..