16.2.10

Maldades y memeces, a partes iguales

No es que quiera yo ser malo. Y vayan desde aquí mis condolencias a los familiares de las víctimas, pero estoy esperando aún que algún medio de la izquierda sociológica española (es decir, casi todos), saque a colación el carácter de públicos de los ferrocarriles belgas a cuenta del accidente de ayer. Lo digo porque no falla: hostia de trenes en Gran Bretaña, en seguida aparece, en la cuarta o quinta línea, que desde que se privatizaron ya nada ha vuelto a ser igual en cuanto a la seguridad ferroviaria. Venga, pues ahora lo mismo, pero al revés.

No es que yo quiera ser malo, pero que lo de la política catalana es un sainete cada día es más evidente. Sólo una clase política así podía haber parido un Estatuto tan farragoso, tan lamentable y tan claramente inconstitucional. Ahora resulta que un miembro del Gobierno dice que su gobierno es un experimento que ha cansado a la gente… ¡y va el tío y sigue siendo miembro del mismo gobierno!. Como se ve, no sólo en el pepé de Madrid cuecen habas.

No es que quiera ser malo, pero respaldar a Camps, con lo que ha caído, con sus amistades peligrosas y con lo cerca que ha estado del banquillo, no parece la decisión más acertada por parte de Rajoy. Allá él.

No es que quiera ser malo, pero no sé si alguien esperaba que una presidencia europea del Simplón de León iba a ser otra cosa que lo que es. Una sucesión perfectamente anodina de naderías. En las grandes decisiones europeas, el Simplón ni está, ni se le espera. Creo que ya saben que no hay nada detrás de sus bobadas.

En fin, insisto en lo del Faisán. Es un escándalo que debería acabar con medio gobierno en el banquillo de los acusados. Es repugnante como esta tropa de indocumentados pensó que el Estado era suyo y que podían jugar a estar por encima del bien y del mal. Que los metan en la cárcel. A todos. La ley, gracias a dios, está también por encima de ellos.


PS: "Ben Bella, Bumedián, Begin, Shamir, Mandela y Tambo llegaron a ser dirigentes en sus respectivos países, mientras que Arafat terminó por ser “Mr. Palestina” durante todo el tiempo que duró su corrupta vida. Este mensaje atrayente se recibió en diversas partes del mundo, además de recibirse entre terroristas activos en Estados de impecables credenciales democráticas, que representaban causas prácticamente carentes de todo respaldo popular. La idea de que “siempre es bueno hablar” ha terminado por ser parte del folclore en no pocos círculos y hoy en día abundan los crédulos que imaginan que el diálogo es posible con Al Qaeda".

Burleigh, Michael: Sangre y Rabia. Una historia cultural de terrorismo. Madrid, Taurus, 2008. Pág. 206


PD: "En esta cama donde el sueño es llanto, / no de reposo, sino de jornada, / nos ha llegado la alta noche. ¿El cuerpo / es la pregunta o la respuesta a tanta / dicha insegura? Tos pequeña y seca, / pulso que viene fresco ya y apaga / la vieja ceremonia de la carne / mientras no quedan gestos ni palabras / para volver a interpretar la escena / como noveles. Te amo. Es la hora mala /de la cruel cortesía. Tan presente / te tengo siempre que mi cuerpo acaba / en tu cuerpo moreno por el que una /una vez más me pierdo, por el que mañana / me perderé. Como una guerra sin / héroes, como una paz sin alianzas, / ha pasado la noche. Y yo te amo".

Del poema “Sin Leyes”, del libro Alianza y Condena, de Claudio Rodríguez

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