5.1.10

Fusiones liberales...

Una mala noticia aunque los medios, pesebristas, o la celebran alborozados o se limitan a lamentar que una parte de la tarta no vaya para sus élites provinciales. Es un espanto. Si ya es complicado entender porqué sigue habiendo Cajas de Ahorro en nuestro país, la lógica de los baroncillos regionales pervierte del todo el funcionamiento del sistema: quiero una Caja grande para mí, es el mensaje de todos: lanas, democristianos y nacionalistas. Si había alguna Caja con la que no tenían ningún sentido que se fusionara Caja España era con la Caja Duero. Si había alguna caja con la que no tenía ningún sentido que se fusionara Caja Duero era con la Caja España. Se solapan en muchos sitios (como en la mi tierra sanabresa), tendrán el monopolio de facto en otros (como en casi todas las provincias de Castillaleón) y, en general, no ofrecerán más libertad ni más opciones al ciudadano que antes de la fusión. Las cajas de la región deberían haberse fusionado una con una caja gallega y la otra con una caja valenciana, por ejemplo. Eso sí hubiera generado sinergias. Pero cuánto miedo le tienen al mercado y por ende a la libertad nuestros caudillitos regionales.

Esto ha sido un desastre, y se verá con el tiempo. Una fusión forzada por la crisis y con las patéticas élites salmantinas y leonesas peleándose por ver quién se queda con qué.

Menos mal que en la región gobierna el pepé, que es un partido dizque liberal que apuesta por que las cajas se rijan por una lógica económica.

Imagino que, en la soledad del despacho, los Feijoo, Herrera y tal deben susurrar los hermosos versos que José Emilio Pacheco, nuestro último premio Cervantes escribió una vez: “Ya somos todo aquello / contra lo que luchamos a los veinte años

PS: "[…] las empresas no son instituciones benéficas sin ánimo de lucro, sino iniciativas comerciales que buscan obtener beneficio. […]. Nuestras leyes pueden imputar a los directivos de las empresas por algo que se denomina “violación de la responsabilidad fiduciaria” si éstos gestiona deliberadamente una empresa de forma que sus beneficios queden mermados. De hecho, el fabricante Henry Ford fue demandado por los accionistas en 1919 por subir el salario mínimo de sus trabajadores a cinco dólares diarios: los tribunales dictaron sentencia afirmando que, si bien los sentimientos humanitarios de Ford hacia sus empleados estaban muy bien, la empresa se creó con el fin de producir beneficios para sus accionistas".

Diamond, Jared: Colapso, por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen. Barcelona, Círculo de Lectores, 2006. Página 626.

3 comentarios:

Carlos Díez dijo...

Completamente de acuerdo con el blog. Como leonés y como liberal, suscribo cada coma. El socialismo (entendido en el sentido del Prof. Huerta de Soto como la planificación centralizada de la vida social y especialmente la económica) es la norma de actuación del 95% (y sospecho que me quedo corto) de nuestros políticos, da igual que la palabra socialista vaya en las siglas de sus partidos o no. Hay diversos grados, claro, desde el desaforado socialismo propuesto por los comunistas al indisimulado intervencionismo constante de los peperos.

En mi opinión, el Estado Autonómico ha fracasado precisamente porque lejos de crear una inercia de competencia entre diversas administraciones, se ha generado una continua ósmosis donde sólo se filtran los defectos, el caciquismo en distintos niveles y la voracidad recaudatoria. Las cajas, al ser un instrumento político, pierden su sentido socio-económico, ya que no sirven a sus clientes, sino al politicastro de turno. Las fusiones no son más que una corrección temporal de la dinámica de quiebra inevitable, una prórroga que dañará, eso sí, al mercado y por tanto, al ciudadano.

Estamos aviaos.

agustin dijo...

¿Qué te parece que la Fundación Caja Madrid se vaya a gastar 35 millones de euros en una sala de conciertos en la Gran Vía de Madrid? Huelga decir que esta noticia nunca la leerás en LD ni te la contarán en Esradio, pero tal vez merezca algún comentario. ¿O acaso la música clásica es también un derecho individual que exige la intervención estatal?

pululante dijo...

Evidentemente. Y es que encima es lo peor para conservar empleo.

¿Qué fórmula necesita más cierres de oficinas? ¿La fusión de entidades intra-comunitarias, por ejemplo Caja Duero y Caja España, con multitud de oficinas duplicadas en muchas ciudades? ¿O la fusión inter-comunitaria, por ejemplo una caja valenciana y otra castellana?

En fin, que hay que estar ciego... Claro, que esto va a ser por poder y por poder seguir mangoneando.