30.1.09

La cabra europea y el monte del antisemistismo

He comprado público algunos viernes por la película que regalan. El periódico es malísimo. Lo era con el tal preescolar de director, y lo sigue siendo ahora que ya no está. Pero lo de hoy no tiene precio. Página entera con un tío condenado a doce años de cárcel por colaborar con ETA para secuestrar a un ciudadano. Eso sí, el supuesto periódico presenta al terrorista como abogado. ¿La excusa? el antisemitismo de siempre.

Como ya no pueden montar autos de fe y los pogromos cuadran mal con el ansia infinita de paz, los antisemitas del siglo XXI siguen buscando rendijas por la que vomitar su repugnante odio hacia los judíos.

Los judíos. La modernidad los convirtió en sospechosos.

Gente que no se doblegó a la lógica de las naciones durante los siglos XVIII y XIX. Gente sospechosa por tanto.

Gente se dedicó a comerciar mientras otros rezaban. Gente que se hizo rica.

No verán ni a la Audiencia Nacional, ni a público, ni a la izquierda, llevando acusaciones de genocidio contra Turquía por las matanzas y la destrucción de pueblos curdos. Ni contra Fidel I Castro ni contra su hermano y Delfín Raul I Castro por lo que llevan cincuenta años haciéndole a los cubanos. Ni contra el régimen terrorífico de Corea del Norte, Ni siquiera contra el régimen genocida de Sudán.

Pero sí contra Israel, claro. Son judíos. Y a la cabra antisemita europea le sigue tirando el monte.

  

PS: Los grandes cultivadores de la heteronimia en la modernidad hispánica –Antonio Machado, Fernando Pessoa y Max Aub– fueron de origen judío. […] un cierto escepticismo ante las identidades individuales y colectivas caracteriza a los mejores de ellos.

Juaristi, Jon: “La estrella de la paciencia (notas sobre el marranismo machadiano)” en Juaristi, Jon: Sermo Humilis (Poesía y poética). Diputación de Granada, Granada, 1999.  Página 115.

29.1.09

Una duda

 “La portavoz del grupo juntero jeltzale ha pedido que “se reabran los pasos fronterizos entre Gaza, Israel y Egipto para dar respuesta a las urgentes necesidades existentes”, según informa la bitácora del grupo de patriotas vascos en las Juntas Generales de Guipúzcoa, en una entrada fechada el pasado 17 de enero.

La pregunta angustiosa que me hago es ¿A quién se lo han pedido?

¿Tan relevantes se creen nuestros políticos de pueblo como para perder el tiempo con este tipo de peticiones?

¿De verdad pensaba la tal Vaquero que alguien le iba a hacer caso?

Es más, ¿De verdad pensaba la tal Vaquero que alguien relacionado con el conflicto entre palestinos e israelíes iba a escucharla siquiera?

El ego de nuestros políticos no tiene fronteras.

 

PD: “Para el nacionalismo, modernizar significa, ante todo, acumular signos. El nacionalismo es un  fetichismo”.

Juaristi, Jon: “Bilbao, la metamorfosis de la ciudad” en Juaristi, Jon: Sermo Humilis (Poesía y poética). Diputación de Granada, Granada, 1999.  Página 37.

28.1.09

Algo irritado y bastante aburrido

Me irrita bastante el disfraz ideológico que le andan dando Aguirre y Gallardón a su lucha por el poder. No me parece mal que luchen por él, para eso son políticos, pero me molesta que nos tomen a los votantes por bobos. No creo, sinceramente, ni que Gallardón sea más de centro (no hay más que ver el trato que ha dado siempre que ha podido a la oposición) ni que Aguirre sea más liberal (no hay más que ver un informativo de telemadrid para darse cuenta de ello). Con la que está cayendo, su choque de egos está, creo yo, fuera de lugar.

Luego está el rollo este de los espías. Creo que lo que hay detrás de esta guerra de dosieres es más una lucha por hacerse cargo de contratas (ya sabe, lector, que el oficio más viejo del mundo es vivir a cuenta del erario) que cualquier tema ideológico. Y a mí todo esto, que quieren que les diga, me causa una profunda repugnancia. Porque creo que los políticos deben tener, ante todo, bolsillos de cristal. Y tengo la sensación de que en Madrid, en todos los partidos, hay mucho político con bolsillo de pana. Así que, si alguno ha espiado, a la cárcel con él, sin ninguna duda.

El mundo gira deprisa, en fin, y nosotros perdemos el tiempo con una izquierda incompetente, quizá la más zafia de Europa,  y una derecha acomplejada y cainita. Y luego un lee a Lamo de Espinosa y se le cae el alma a los pies:

PD: ¿Cómo no estar de acuerdo con Antonio?

27.1.09

Donde dije digo, digo Diego

Es fantástico. ¿Pues no va el tío y dice que no prometió el pleno empleo?

 

Claro que lo prometió, lo hizo al final de la legislatura anterior y lo volvió a hacer ya en campaña, cuando convirtió el concepto del  pleno empleo en uno de sus ejes.

 

Y que no negó la crisis. No, qué va. En la misma tele en la que salió ayer a mentir sin rubor y con descaro. Hace menos de un año, además.

 

Este tío se debe de pensar que somos imbéciles. Aunque quizá no ande tan desencaminado. No hay más que ver los resultados de las encuestas. 

25.1.09

Melancolía (en una muerte)

Me enteré hace un par de días. Murió María Antonia. Con ella, una parte del mundo de mi infancia. En la España preolímpica había pueblos en los que el teléfono aún no había llegado. María Antonia tenía el suyo y hacía de servicio público para todos. Muchos recuerdos de mi infancia están ligados a ella. Bajaba uno a llamar, con diez pesetas, para ver si había que bajar al Mercado o no. Para ver si nos íbamos al lago o no con la bici. María Antonia miraba los pasos y los cobraba. Recuerdo el olor. El teléfono, según entrabas a la derecha. El pan, que también vendía. Las escaleras. Sus problemas de visión. Al lado, en la capilla, el buzón, el único buzón del pueblo. A su marido no lo recuerdo, pero sí a su hijo, muerto hace algunos años. María Antonia subía también a dar recados. "Vos han llamado de Madrid, que vuelven a hacerlo a las seis de la tarde".
Era una época.
A veces mi abuelo bajaba también a llamarnos, hasta que puso teléfono. Las mujeres mayores llevaban todas pañuelo en la cabeza y los hombres iban a la Iglesia y las mujeres a misa.
Un mundo.
En mi pueblo hasta los años noventa no había farolas en la calle, así que por la noche los vecinos dejábamos las luces de la puerta encendida para que la gente pudiera orientarse.
Una infancia.
Perdonen la tristeza.
Y a ti, María Antonia, que la tierra le sea leve.

PS: "Hoy el bajo bretón, el vasco, el gaélico mueren de cabaña en cabaña, a medida que mueren los cabreros y los labriegos.
La lengua de los indígenas se extinguió en la provincia inglesa de Cornualles hacia el año 1676. Un pescador les decía a unos viajeros: “no conozco más que cuatro o cinco personas que hablen bretón, y son ancianas como yo, tienen de sesenta a ochenta años; ningún joven sabe ya una palabra de él
”.
Chateaubriand, François de: Memorias de ultratumba (Libros I-XII). Tomo I. Página 316.

24.1.09

Esta tarde

Vamos a ver cómo transcurre la tarde.
Hoy hay cambio de presidente en mi querida Casa de Zamora en Madrid.
Algunos, que parecen no haberse enterado de en qué siglo viven, parece que quieren poner un presidente a distancia.
Hay una buena tarea por hacer, aunque quizá esta tarde todo quede en suspenso. No lo sabemos.
Ya les iré contando

23.1.09

¿Hubo en el España, alguna vez, traición de los intelectuales? (I)

Un libro puede envejecer en la forma pero no en el fondo. En 1927, un filósofo francés llamado Julien Benda publicó La traición de los intelectuales. El autor los llamaba clérigos, en contraposición a laicos, personas que debían hacer de la verdad su guía frente a personas a las que la verdad no importaba, en realidad, gran cosa.
El libro es delicioso. Es cierto que su forma ha quedado un poco anticuada. El autor escribe deprisa, y a veces sus razonamientos no son sencillos de seguir. Pero ello no invalida la brutal actualidad de sus mensajes. El autor asegura que los valores intelectuales se definen por tres características: son estáticos (permanecen por encima de la diversidad de circunstancias, tiempos o lugares), desinteresados (al margen de sus consideraciones y consecuencias) y racionales (implican el ejercicio de la razón y en ellos no tienen cabida ni el valor, ni la fe en una idea). Y los intelectuales, gente básicamente teórica, cuya misión es alumbrar a la sociedad, no dirigirla.
Pensemos ahora en España y pensemos en nuestros intelectuales. Gente que defienda cosas como la libertad, con independencia de que ello le suponga pérdidas materiales y que la defensa de esa libertad se base en la razón y no en una ideología. Así que en España el problema es quizá de concepto. Aquí hay muy pocos intelectuales. Mucha morralla y pocos intelectuales, para ser exacto: Juan Diego, o la tal Aída, no lo son, como tampoco son intelectuales las lágrimas de la Bardem por los niños de Gaza, o su protesta contra la guerra. Se acercan a serlo gente como  Álvarez Junco, Savater, Elorza o Espada. Y es sobre ellos sobre quienes podremos discutir acerca de si han traicionado o no su misión.

PS: "Por lo demás, existe un criterio muy seguro para saber si el intelectual que actúa públicamente lo hace conforme a su oficio: es inmediatamente difamado por el laico, al que estorba en sus intereses […]. Puede decirse de antemano que el intelectual alabado por los seglares es traidor a su función".
Benda, J: La traición de los intelectuales. Barcelona, Galaxia Gutemberg, 2008. Página 131.

Ps: Es evidente que vivimos en un país de mierda.
PS2: me cuenta Carles que mañana hay un encuentro de la gente más virtual del pepé. A ver si tengo un rato y me acerco a husmear.

22.1.09

Lecturas y visiones

Toca día en Valladolid. 

Hace frío y es buen momento para actualizar algunas cosas. Estuvimos viendo la divertidísima Primera plana, que regaló El Mundo hace un par de semanas. Diálogos magníficos y humor muy bueno. Muy recomendable. Vimos también Los crímenes de la calle Morgue. Tiene poco más de veinte años y ya está envejecida. Floja, bastante floja. 

Tengo empezada La torre del orgullo, de Barbara Tuchman. Los cañones de agosto es uno de los libros que más me ha gustado en lo que llevamos de milenio (descubierto, cómo no, gracias al Círculo). La torre del orgullo analiza el mundo previo al estallido de la Gran Guerra. Va prometiendo. Ya les iré contando. Empiezo también Modernidad y violencia colectiva, libro colectivo coordinado por Beriain y en el que se escribe un buen amigo. A cómo me entra, que el discurso sociológico suele aburrirme al poco rato. Recién iniciado Berlín 1945: la caída, de Beevor. Los dos primeros capítulos muy finos. A ver cómo sigue. 

En los ratos libres me he puesto con La Administración Pública que España necesita, así como con un delicioso libro de relatos que el abuelo de Jimena publicó en los años ochenta del siglo pasado.

 

PS: Sesiones de ética de la izquierda madrileña, al contado. Busquen la noticia en el diario independiente de la mañana, a ver qué pone.

 

PD: Es, pues, de saber que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso —que eran los más del año—, se daba a leer libros de caballerías, con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza y aun la administración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y, así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos; […].

 Con estas razones perdía el pobre caballero el juicio […], él se enfrascó tanto en su letura, que se le pasaban las noches leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco dormir y del mucho leer, se le secó el celebro de manera que vino a perder el juicio.

Cervantes, Miguel de: El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha. Madrid, Imprenta de Juan de la Cuesta. 1605. Capítulo I

 

21.1.09

Las estúpidas críticas por los cartales anunciadores del Plan de Inversión Local

Cada vez entiendo menos el funcionamiento de la agenda política de la oposición mediático-política al desastroso gobierno que padecemos, impasibles, los españoles.

Mira que habrá motivos para afearle la conducta a este gobierno. Que si las carreteras, que si el paro, que si la gestión de la financiación autonómica, que si el déficit, que si el crecimiento negativo de la economía, que si el fracaso a la hora de luchar contra la violencia doméstica, que si la insoportable irrelevancia internacional, que si la improvisación, que si el fracaso escolar 

Y resulta que al mundo, y detrás de él a la cope y al pepé, lo único que se les ocurre es acusar al gobierno de obligar a publicitar las obras que el gobierno paga, exactamente como hacen todas las Administraciones. Y cuando digo todas, es todas, como bien sabemos los que hemos gestionado subvenciones públicas alguna vez. También, la de muy liberal Esperanza Aguirre.

Así que no sé a qué viene ese ataque cuando es algo que todos los socialistas de todos los partidos, incluidos los del pepé, hacen con pasión: darse autobombo como si el dinero empleado en la actuación fuera suyo y no del contribuyente. Es de un cinismo atroz.

Hay que joderse

 

PD: quien quiere ver el nivel del partido del gobierno que escuche a su secretaria de organización hablando de economía. Estos son los guardianes del dinero de todos. Para caerse redondo

20.1.09

Era evidente que íbamos a necesitar suerte con cuatro años más con él

Viendo la cascada de datos que se están haciendo públicos, y viendo el futuro que nos espera, creo que ahora es más fácil entender la frase con la que el señor presidente del gobierno acabó sus debates con Mariano Rajoy en televisión la pasada campaña electoral: “buenas noches y buena suerte”.

Y es que el simplón de León ya sabía que la íbamos a necesitar si él ganaba de nuevo las elecciones. Una cosa era vivir cuatro años de las rentas que dejó el pepé, y otra intentar gestionar la economía cuando la caja se fuera quedando vacía.

Qué personaje más impresentable, por dios…

 

PD: Rubalcaba, echamos de menos una declaración como esta en relación a lo que han estado ustedes diciendo todo el 2008 en relación con la crisis.

PS: ¿Dónde está la oposición?

PS2: ¡Zapatero vete ya!

15.1.09

Batiburrillo cinéfilo-televisivo

Bastante cine estas navidades. El amic Joao nos prestó la saga completa del padrino. Ya sé, ya sé que es un delito tener treinta y cuatro años y no haber visto estas pelis, pero qué le vamos a hacer…

Me gustó mucho la primera. Está enorme Brando igual que el irreconocible Al Pacino. Me gustó la segunda con un De Niro espléndido y con un Pacino majestuoso. La tercera me pareció algo más floja, con todo el rollo este del asesinato del Papa, Andy García haciendo un mal papel y la hija del director directamente enchufada en el papel de nieta de Don Vito. Inquietante música e inquietante fotografía. Toda una saga, sí señor.

Vimos también Chacal, de Zinemann. Todo Forsyth es para mí un recuerdo de infancia. En mis primeras lecturas, a mediados de los ochenta, resuena el Spanish Harlem junto a los perros de la guerra, Odessa y todo lo demás.

Fuimos al cine a ver Flame y Citron, una película sobre dos héroes de la resistencia danesa al nacional-socialismo. La película es buena aunque algo irregular. Interesante conocer la época, un paisaje y un paisanaje a los que me acerqué por primera vez a través de Arendt, cuando cuenta la heroica reacción de la Corona danesa ante la intención nacionalsocialista de poner un brazalete a los judíos. Recomendable en cualquier caso.

Finalmente, y como fui bueno, las Reyes me trajeron la primera temporada de Expediente X, la que no pude ver. Ahí salen Garganta Profunda y, especialmente, mi admirado Fumador. Vemos un par de ellos a la semana, lo cual es una delicia, sin anuncios y sin estar atados a la tele hasta las doce de la noche.

PS: “Don't try and threaten me, Mulder. I've watched presidents die

14.1.09

Un día frío de invierno

Pequeñas cosas sin importancia

 

-       Toda la mañana de curso de formación. Experimentando la legendaria “cólera del español sentado” de la que habló Lope de Vega.

 

-       Algo fallido el documental de ayer sobre la catástrofe de Ribadelago en la dos. Con la de cosas criticables que había (prisas en el diseño, corrupción en la construcción, ocultación de pruebas en el juicio y escandaloso indulto después), los socialdemócratas a cargo del programa cargaron la tinta sobre las indemnizaciones, dando una imagen de robo generalizado. No fue de lo que más se quejó la gente, se lo aseguro.

 

-       Interesante artículo publicado en Elcano: qué hacer con el dinero procedente de los minerales. Cuatro ejemplos diferentes en el África negra.

 

-       No había nada detrás de toda la demagogia cainita de la izquierda cuando lo del Prestige. Nada de nada, como de costumbre.

 

-       Se ve que los españoles sí que merecen a un embustero como presidente del gobierno.

 

-       Ardo en deseos de conocer el lema del partido socialista de Euskadi para las elecciones de marzo. ¿Se atreverán por fin con el que mejor va a resumir la esencia de su campaña, que es  “Pachi, Vicelendacari”?

 

PD: Estoy con La traición de los clérigos. Leyendo estas cosas, siente uno rubor viendo a la tal Aída y a Juan Diego leer manifiestos. El libro es magnífico, ya les contaré…

13.1.09

Hablares y decires

Hace frío en Madrid. Vuelvo al trabajo. Unos días en Sanabria, observando cómo se me transforma allí el habla. Uno tiene un habla familiar y otro para el mundo urbano. Cuando el habla familiar coincide con un entorno rural y escasamente alfabetizado en castellano, el habla pasa de la familia al espacio público. Como tantas otras cosas, fue Hornuez el que primero se dio cuenta.  Él venía de un espacio en que se hablaba un  castellano más pulido, más cercano a las rutas de comunicación. Y nos observaba: el femenino para los árboles (la peral, la manzanal, la cerezal, la nogal…), el castellano antiguo para algunas especies (el negrillo) y para algunas profesiones (el alfayate). Las irregularidades verbales que conservan los viejos, los que vieron poca televisión (héis visto que las mis zapatillas no están en su sitio) En mi tierra, periférica y pobre, la gente cree que es gallego. A ratos intento contarles que no tiene nada de gallego. Son restos de un dialecto, el leonés, que se comió la pujanza del castellano durante siglos. Únicamente en los sitios pobres y periféricos logró sobrevivir, ante la ausencia de una educación formal por parte del Estado.

Ahora los hay en Zamora que reivindican el carácter oficial para el leonés. Y en breve dirán que el castellano no es la lengua de Sanabria, como si la mi tierra senabresa tuviera algún idioma.

  

Corolario: El lingüista francés Henrry Gobard sostiene que toda lengua de civilización comprende necesariamente cuatro niveles o registros distintos: la lengua vernácula, de ámbito rural y familiar; la lengua urbana o de relación; la lengua referencial, de cultura y sentido y la lengua mítica, la del horizonte religioso y espiritual de la civilización de que se trate que, en nuestro caso es, sin duda, el latín.

Juaristi, Jon: “En los márgenes de la latinidad” en Juaristi, Jon: Sermo Humilis (Poesía y poética). Diputación de Granada, Granada, 1999.  Página 52.

12.1.09

Estopa para todos

De vez en cuando se me cuela un divertimento entre tanto ensayo y tanto libro de historia. Oí hablar de Si Sabino viviría cuando lengua de trapo lo publicó hace tres o cuatro años. El otro día, saliendo del metro, lo vi en el Bibliometro y lo cogí. Lo he ventilado en apenas cuatro días. Un poco en la línea de El novio del mundo, que Belenguer me regaló hace años. La parte más interesante de este libro del guipuzcoano Zaldua es que es de verdad un libro ácido e irónico. Y lo es con todos, lo cual es muy de agradecer en estos tiempos de corrección política. En un futuro muy lejano, con cada país ocupando un planeta de la galaxia, Nueva Euskadi encarga a un detective maqueto que se haga con los restos de Sabino, porque necesitan su ADN para mantener el país. Los malvados españoles intentan también hacerse con los huesos del padre de la patria vasca. Y en medio, la lucha del detective a través de la galaxia. Ya digo que el libro reparte estopa a diestro y siniestro; riéndose principalmente de la mitomanía vasca y de la mitomanía española, lo cual, qué quiere que le diga, desocupado lector, me parece muy sano.
Para pasar el rato, entretenido. Empiezo ahora, contra los consejos del amic Roger, Sangre y Rabia, de Burleigh. Ya les contaré.

PS: “Posiblemente, el nacionalismo vasco no fue, en sus orígenes, sino un desquite personal de Sabino Arana contra Bilbao”.
Juaristi, Jon: “Bilbao, la metamorfosis de la ciudad” en Juaristi, Jon: Sermo Humilis (Poesía y poética). Diputación de Granada, Granada, 1999.  Página 29.

PD: en el pogromo antijudío de ayer domingo en Madrid, el manifiesto final lo han leído un ex procurador de las Cortes franquistas y la tal Aída. La intelectualidad española, faro de occidente

9.1.09

Israel, el terrorismo y los medios de comunicación....

No sé qué ocurrirá en otros países, pero el tratamiento que en España se da a las noticias que afectan a Israel es sencillamente repugnante. Además de profundamente antisemita. Es una característica que, además, comparte la totalidad de la izquierda con gran parte de la derecha (no hay más que recordar las penosas crónicas que el tal Cierco les endilgaba a los lectores de ABC desde la zona hace años).

En general, los medios van a lo fácil, y se limitan a mostrar sangre. Pero como son muy cabrones, saben que hay una sangre que vende más que otra. Nunca han mostrado, por ejemplo, la sangre de los poblados curdos bombardeados por Turquía, la última vez este verano. Pero es que ya se sabe que como Turquía es compañera en la Alianza de Civilizaciones, no es de buena educación señalarlos con el dedo y poner pose de indignado. Tampoco les ha importado nunca el goteo de muertos causados por los cohetes lanzados por el gobierno terrorista de Hamas sobre Israel. Ahora van como buitres a Gaza, pero ninguno explica que Israel se retiró de los territorios ocupados, que fue el gobierno de Gaza el que no renovó la tregua y que los moderados de Cisjordania ven con indisimulado alivio la posibilidad de acabar con el régimen fanático de Gaza.

Las guerras son un horror, y a cualquier persona biennacida le conmueven las víctimas inocentes. Pero no se puede contar sólo la mitad de la historia. Es evidente que la respuesta de Israel no es desproporcionada. Si lo fuera, en una semana no quedaría nada de Gaza en pie y sus habitantes estarían todos muertos. Pero Israel tiene no sólo el derecho sino también la obligación moral a defender a sus ciudadanos. Y si los terroristas de Hamas esconden armas en una mezquita, es evidente que esa mezquita es un objetivo militar israelí. Y es que una cosa es la resistencia contra una ocupación y otra cosa muy distinta practicar el terrorismo. Y cuando la lucha es entre un Estado democrático y un grupo terrorista, es una vergüenza que los españoles tengan dudas en relación hacía qué lado posicionarse.

La duda que me queda es cómo harían los zapateros del mundo para acabar con el lanzamiento de cohetes. Esa estupidez de que el diálogo lo puede todo, cuando uno de los interlocutores es un grupo terrorista. ¿Va a ir el simplón de León a pedirle a Hamas que deje de lanzar cohetes? ¿va a ir Solana a repartir abrazos  por la zona entre los líderes de la organización criminal?

Ya lo dijo, hace años, Golda Meir. Habrá paz en la zona el día que los palestinos amen a sus hijos más de lo que odian a los judíos.

 

PS: Medem pone en marcha un mecanismo dominante en el periodismo contemporáneo […] por el que verdades y mentiras son tratadas en pie de igualdad. La verdad de los hechos, la celebérrima inversión. Es decir, no importa que el abismo entre lo verdadero y lo falso separe a los historiadores que defienden la existencia remota de un estado vasco de las palabras concisas que pronuncia Antonio Elorza al respecto […]. Verdad y mentira están tratadas con respetuosa equidistancia.

Espada, Arcadi: El terrorismo y sus etiquetas. Espasa, Madrid, 2007. Página 120.

 

PD: y no paraba de nevar

8.1.09

La tragedia de Vega de Tera, cincuenta años después

Esta noche se cumplirán cincuenta años. Fue la típica construcción realizada en una dictadura: corrupción a mansalva, mano de obra semi esclava y nulas condiciones de seguridad. No era extraño, pues, que acabara como acabó. En la noche del ocho al nueve de enero de 1959 la presa de la Vega del Tera, mal construida y mal cimentada, reventó por las lluvias caídas y, bajando por el hermosísimo Cañón del Tera, se llevó por delante el pueblo de Ribadelago. Más de cien muertos. Tantos años después, se hizo real la leyenda que los monjes trajeron de Carucedo y que hablaba de un pueblo sumergido en el lago.

El agua llegó hasta el Mercado. Y si no hubiera sido por el lago, probablemente hubiera habido más muertos.

Luego, todo fue rasgarse las vestiduras. El dictador apadrinó el nuevo pueblo, sacado directamente del Plan Badajoz. Fino estadista, el caudillo. Llegó el dinero, para que la gente no protestara y nadie buscara la verdad. No había prensa libre para investigar, y muchos de los culpables (algunos no me quedaban muy lejos) se fueron de rositas. Y es que no todo el mundo se portó igual; hubo quien traficó con material y quien no lo hizo. Hubo, en fin, quien se quedó con parte de las indemnizaciones y quien no lo hizo.

Así es el ser humano.

Y así es el Estado. 

Fuerte con los débiles y débiles con los fuertes. Ahora y antes. Hay cosas que no cambian.

Durante esta semana, en la Sanabria se recuerda la catástrofe y se honrará a los muertos. El próximo trece de enero, en Documentos TV, se recodará lo sucedido

Descansen en paz, las víctimas.

 

PS: “Were it left to me to decide whether we should have a government without newspapers, or newspapers without a government, I should not hesitate a moment to prefer the latter”. Thomas Jefferson, 1787

 

7.1.09

Más leer y menos cascar

Hay que leer. Lee más y habla menos, así acababan, cuando yo era niño, algunas discusiones entre los viejos de mi pueblo. He aprovechado la gripe vacacional para leer, casi de un tirón, el número 326-327 de la Revista de Occidente, dedicado a 1808. Es verdad que es complicado leer. Y que es aún más complicado leer ensayo. Pero hay que hacerlo. Hay que forzarse. No hay otra manera de conocer.

Introducción de Manuel Lucena, doctrina contra fracasólogos, recado para los deterministas perennes (y contra los ocasionales, entre los que me cuento) que parecen acercarse al pasado y presente de España con la lapidaria sentencia de Sagasta (Yo no sé dónde vamos; pero sí sé que doquiera que vayamos, perderemos nuestro camino) acincelada en el dintel de su puerta.

García de Cortázar, quizá una de las prosas más hermosas de la historiografía en español, explica las razones de un bicentenario. Frenando la euforia de la progresía a la violeta, encuadra la invasión francesa, en palabras del propio Napoleón (ya saben, el primer loco que se creyó Napoleón), ya derrotado, en Santa Elena “la inmoralidad debió de mostrarse de manera demasiado patente, la injusticia de manera demasiado cínica”. Para que luego venga la presunta vicepresidenta regalando el libro de Artola sobre los afrancesados. Hay que joderse.

Ricardo García Cárcel explica en su artículo los mitos sobre la guerra, un tema que ya trabajó magníficamente Pepe Álvarez Junco en su Mater Dolorosa. Malas noticias para los catalanes catalanistas. Lo de la “guerra del francés” es otro invento de finales del XIX y principios del XX. En 1861 Blanch publicaba “Historia de la guerra de independencia en el antiguo principado” y nada menos que en 1887 Antoni Bufarull publicaba “Historia crítica de la guerra de la independencia en Cataluña”. Muy interesante, al menos para mi incultura, el trabajo de Eva Botella a cuenta de la tradición de la decadencia española. La autora, profesora de la Autónoma, esboza cómo en la Inglaterra de la segunda mitad del  XVII se va construyendo una narrativa relativa al atraso español para legitimar las conquistas que están intentado llevar a cabo en el Caribe, así como el papel que John Locke jugó en la construcción de dicha ideología. Quizá es lo más novedoso del monográfico, al menos desde mi punto de vista.  

Cuenca Toribio, en un artículo plagado de cultismos (hodierno, husma y acezante en dos líneas, ahí es nada), incide en la importancia de la religión en el levantamiento popular que se extiende por España en la primavera y verano de 1808.

Portillo Valdés, en otro artículo muy interesante, destaca el papel que juegan los pueblos (las villas y ciudades de la Corona) en el tránsito de Monarquía Hispánica a Nación española. Y otro viaje al sector progre-francés. Un acertado recuerdo al artículo 124 de la Carta de Bayona, esa que hubiera traído luces y progreso a España: quedaba establecida con rango constitucional una alianza permanente, y lógicamente subordinada, a Francia. Con esa política exterior han estado soñando desde entonces los socialdemócratas españoles.

El último artículo de la serie, del profesor Posada Carbó es otra delicia sorprendente. El vigor que el proceso electoral, obligado en el marco de las Cortes gaditanas, tuvo en los territorios americanos de la Monarquía hispánica, frente a lo que se ha pensado siempre. El movimiento otorgó derechos políticos a una parte importante de la población, más numerosa porcentualmente sin duda que lo que ocurría en aquellos momentos en la Gran Bretaña o los Estados Unidos. Y de aquel aprendizaje acelerado se derivaron muchos de los problemas posteriores. Ya sé que es más fácil culpar a la raíz española de aquellos pueblos, pero a veces la realidad es más complicada…

No le cuento más, desocupado lector, pero le animo a que se acerque al número (si todo va bien, puede que en unos meses le anime a asomarse a la misma revista por otros motivos ;-))

Todo por doce euros, oiga usted. 

Y aún dicen que el pescado es caro.

 

PS: “En las civilizaciones cristianas, donde han sobreabundado los predicadores, persiste todavía un cierto horror al libro. Horror, no temor reverencial, que nada tiene que ver con los grados de analfabetismo. Casi todas las lenguas de occidente poseen un adjetivo equivalente al español libresco, cebado con una marcada connotación peyorativa".

El prejuicio antilibresco envía el libro al orden la muerte: la letra mata, la voz vivifica.”

Juaristi, Jon: “Libresco” en Juaristi, Jon: Sermo Humilis (Poesía y poética). Diputación de Granada, Granada, 1999.  Página 43.

5.1.09

Escribir de oido

El título prometía. Los catalanes de Franco. Media Cataluña fue franquista, y lo fue hasta la muerte, del Dictador por lo menos.  Lo encontré revolviendo por casa. Pero el libro es flojo. Debí sospecharlo al ver que el autor era un político.
Entiéndaseme bien. No hablo siquiera del transfondo del libro, con el que tampoco estoy de acuerdo (ya sabe, la nación catalana perdió la guerra civil, el franquismo fue un genocidio y la Cataluña republicana un oasis de paz y amor en medio del salvajismo español). Hablo de las formas. Escribir un libro es algo más que ir a una biblioteca, coger veinte número de L´Avenç, treinta libros de la época, fotocopiar páginas enteras e írselas endilgando al lector aderezadas de comentarios insustanciales que, en el mejor de los casos, no aportan nada.
No merece la pena tampoco entrar demasiado en la tesis del autor. La lectura de sus páginas demuestra con qué alegría se manejan conceptos como nacionalcatolicismo cuando uno habla y escribe de absoluto oído, porque el término es sólo y estrictamente aplicable, en la historia de España, a los primeros años de la dictadura del general Franco, ni antes, ni después. 
En fin, un tema interesante pero cuyo abordaje en serio habrá que buscar en otro sitio. El libro, absolutamente prescindible  (lo interesante de ver las notas oficiales del Estado franquista en su persecución a uno de los dos idiomas que hablan los catalanes es ver lo poco que hemos cambiado...)

PS: "El Ayuntamiento de Barcelona tomó el plausible acuerdo, en un todo conforme con el espíritu del Movimiento Nacional, de dar un plazo que termina el 31 de julio próximo, para que los industriales y comerciantes redacten en el idioma oficial los nombres y reclamos de sus establecimientos, transcurrido cuyo plazo será exigible el cumplimiento de la mencionada obligación sin perjuicio de las sanciones gubernativas a que haya lugar". Circular publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona el 23 de junio de 1939. Citada por Riera, Igansi: Los catalanes de Franco. Plaza & Janés, Barcelona, 1999. Página 94

PD: a ver cómo se portan los Reyes...

2.1.09

El terrorismo y la prensa

Nieva en Sanabria. Desde la ventana, cae la tarde, veo las portillas a lo lejos. La chimenea está encendida. Sigo leyendo. Remato El terrorismo y sus etiquetas, de Arcadi Espada. Hace frío. Cae la tarde. Estoy griposo y algo fastidiado.

Un libro magnífico, como todo lo que voy leyendo de Espada. El libro empieza bien, con una cita que quizá es lo primero que leí sobre terrorismo, hace ya quince años. La escribió Sánchez Ferlosio en Notas sobre el terrorismo: “La función de la sangre [en un atentando terrorista] es la de provocar una íntima y pública convicción de realidad: “Mirad como esto mío no es  ningún juego de niños, ninguna fantasía novelesca, puesto que me lleva hasta matar. ¿Acaso matan las fantasmagorías?"

El autor lo abarca casi todo. La diferenciación entre resistente y terrorista. La terrible inmoralidad del terrorismo. El carácter de muertos públicos de las víctimas del terrorismo. La neolengua en el País Vasco. La insoportable suficiencia de la izquierda cuando aborda el tema. El peligro de las metáforas para abordarlo. El papel que los inmigrantes moros pueden jugar en la lucha contra el terrorismo islámico.  La relación antinómica que se establece entre negociación y firmeza porque, que como dice el autor, lo contrario del terrorismo no es la paz. Es la ley.

El libro finaliza con una muy interesante entrevista a Susan Sontag y con un artículo sobre el bodrio nacionalista vasco que rodó Julio Medem. Recuerdo aquellos goyas. Y recuerdo lo que ningún titiritero, (perdón, quería decir intelectual), se atrevió a decir: Eta asesina, nacionalismo vasco, culpable.

 

PS: “Nada de lo que os voy a decir es nuevo para vosotros. Os lo dije ya, hace medio año, en algún lugar de Euskadi, cuando en nombre de mi partido os pedí, formalmente, que no actuaseis más en mi país. Habéis respetado la petición durante seis meses. Ahora sólo me atrevo a pediros que, cuando queráis atentar contra España, os situéis previamente en el mapa”.

Artículo escrito en 1991, tras el atentado de Vic, por Josep Lluis Carod Rovira, diputado en el Parlamento de Cataluña. Citado por Espada, Arcadi: El terrorismo y sus etiquetas. Espasa, Madrid, 2007. Página 98.