30.9.08

El idiota que regresa

Acabo El regreso del idiota. Una lectura ligera. Me gustó más el Manual del Perfecto idiota latinoamericano. Este, creo yo, incide un poco sobre los mismos temas, pero es verdad que aporta pocas novedades. De las más interesantes, el listado de los diez libros que le sacarán de la idiotez. Es fantástico, he leído más de la mitad, pero de ninguno de ellos me hablaron en la facultad. Libro recomendable para los que no hayan leído el anterior, y sobre todo para toda esta caterva de idiotas (no lo lean como insulto, es la forma en la que se expresan los autores) que pueblan la vida pública e intelectual de nuestro país. Ya saben, toda esta gentuza que piensa que Chávez en un tipo interesante, Morales un justiciero y Castro un señor que, habiendo cometido errores puntuales, debe ser entendido en su contexto. Los que no saben que para que el Estado redistribuya la riqueza, la sociedad ha de crearla primero. Estos que creen que los problemas del Ecuador se solucionan cambiando las leyes, en vez de cumplir las que tienen. Los idiotas que piensan, en fin, que los problemas de Iberoamérica se solucionan alejando aquel territorio de la cultura ilustrada occidental y adentrándolo en soluciones a medio camino entre el imperio inca y el realismo mágico. Si usted forma parte de este selecto grupo, desocupado lector, de idiotas ideológicos de raíz habitualmente francesa, consuélese pensando que, como dicen los autores, en realidad lo malo no es haber sido idiota, lo malo es seguir siéndolo.

PS: "La terminología extremista, una debilidad por el terror y la violencia verbal, además de la tentación de dividir el mundo en categorías simplistas y exclusivistas, habían caracterizado el discurso de los políticos franceses de una manera que parece ser única y privativamente francesa". Judt, Tony:
Pasado imperfecto. Los intelectuales franceses, 1944-1956. Taurus, Madrid, 2007. Página 70

29.9.08

Del centro y de la periferia.

El otoño está llegando a Zamora. El viernes un café, con la prensa, en Davico. La mañana del sábado se nos va en pasear, despacio, por Santa Clara. Hago algunas fotos al rico patrimonio modernista de la ciudad. Pienso en la capital. Para los que somos de la periferia sanabresa, la ciudad era algo lejano. Mi abuela materna me contaba cómo, allá por los años diez del siglo XX, bajaba con un burro desde Sanabria a por vino a la capital. Más de cien quilómetros de distancia fueron, durante años, demasiados entre Zamora y la Sanabria. Muchos de los nombres de los que hablaba mi abuelo, y que me madre me cuenta de vez en cuando, como el Bazar J, han desaparecido ya. Ninguno de mis cuatro abuelos pudo estudiar. La ciudad quedaba demasiado lejos, e ir a Astorga, al seminario, era quizá no volver.
Pienso en esa Zamora de los años veinte y treinta, intentando incorporarse a un progreso que aún no había llegado al país, y cuando parte de la provincia seguía viviendo como en el siglo XIX. Una Zamora, en realidad, que llevaba apartada de la historia desde el siglo XII. Los sanabreses, fuera de la historia desde un par de siglos antes, empezaron a sentirse zamoranos tarde. La prensa, provincial, y los servicios del Estado, hicieron el trabajo, pero lo hicieron a medias, como correspondía a una provincia pobre en un país pobre. Ahora algunos sanabreses, vaya por dios, se dicen gallegos, cuando nunca, nunca jamás, la tierra sanabresa estuvo vinculada a la comunidad vecina.
La ciudad, hermosa, se ha convertido en un centro de servicios que languidece, es verdad, junto al Duero. Algunos sanabreses, en venganza, buscan ahora esos servicios en León o en Benavente. Pero en Zamora hay algo escondido. Hay algo en sus calles, en sus iglesias, en su atardecer desde el Castillo, que vuelve melancólico al viajero cuando pasea por la ciudad del alma, la ciudad que soñó y cantó
Claudio Rodríguez. Enfilamos el río. Es tarde ya y toca recogernos.

PS: “Apenas acababa de abandonar la cuna, cuando ya todo un mundo se había ido. Forastero en los lugares de mi infancia, la gente me preguntaba al verme quién era yo”.
Chateaubriand, François de:
Memorias de ultratumba (Libros I-XII). Tomo I. Página 135.

26.9.08

Metáforas y la inyección como respuesta

No sé qué es más patético estos días.
Si ver a los telediarios explicar la crisis con el mismo nivel de comprensión con el que lo haría un niño de cinco años.
Si ver y leer a los lanas patrios, gente que aún no ha entendido como funciona la economía, sonreír de manera displicente mientras lamentan la falta de regulación en los mercados.
A veces uno se cansa de tener que explicar obviedades. El mercado no es un sistema perfecto, pero es el que mejor funciona de todos los que hemos sido capaces de concebir. Además, cuanto más libre es, mejor funciona, aunque, como en él participan personas, mucha libertad no asegura la perfección. Son los consumidores los que, guiados por los precios, establecen con sus elecciones quiénes sobreviven y quienes no en los mercados. Las intervenciones públicas, además de ser injustas, envían mensajes equivocados a los mercados; si usted ha errado, pague por ello, porque no es justo que sea el contribuyente el que deba acudir en su rescate. Lo que pasa es que los socialistas de todos los partidos siguen pensando que la vida es una ciencia, que el mundo avanza en una dirección y que para todo hay soluciones y respuestas. Rescoldos aún humeantes de la
miseria del historicismo. Pues no. Puede que se tarde en conocer la causa real de la crisis. Y puede, por supuesto, que nunca sepamos en realidad cuál era la respuesta correcta. Las metáforas son peligrosas: la vida no puede encerrarse dentro de ellas. Por eso las regulaciones no funcionan nunca, y por eso la respuesta a una crisis no es, precisamente, más regulación, sino todo lo contrario...
Bienvenidos al planeta tierra.

PS: "Todas esas casas miran, exclusivamente, al mar y al cielo. Esta es la primera cuestión que no suele comprenderse respecto del paisaje; de lo que llaman la destrucción del paisaje. El único paisaje que cuenta para los que van a ocupar las casas es el sol y la playa. Y un millón de casas no altera para nada el paisaje principal. Todo lo demás es invisible para ellos, en la misma medida en que ellos son también invisibles para sí mismos. […] Los críticos no son usuarios de este paisaje y en realidad no entienden cómo ha podido organizarse".
Espada, Arcadi:
Ebro/Orbe. Tentadero, Barcelona, 2007. Páginas 229-230.

24.9.08

Cosas atrasadas, recomendaciones y cortesías

- Fuimos a ver Vicky Cristina Barcelona. Allen me gusta, qué le voy a hacer. La película es ligera, bastante más que Match Point o El sueño de Casandra. Para evitarnos sorpresas con el doblaje, fuimos a verla en versión original. Está muy bien Penélope Cruz, y bastante fina y elegante Rebecca Hall. Barcelona y Oviedo como telón de fondo. La película se deja ver, la historia entretiene y, de fondo, las reflexiones de Allen sobre la pareja y la vida. Se la recomiendo.

 

- Una página muy interesante. Permite agregar blogs para tenerlos todos en la misma dirección, con actualizaciones automáticas. El otro día, cacharreando, monté la mía

 

- Algo se va moviendo en el pepé. Es poco, pero es un paso para arrebatarle a la izquierda el monopolio de la red. Pensamiento es, efectivamente, lo que hace falta. Y hablando de blogs, modelo europeo de pensamiento.

 

- Cortesía de Don-Aire. Tiene muy buena pinta y el tema, además, me interesa.

 

- Cualquiera que haya leído Ébano debería tenerlo claro, pero ya es oficial. Este es el corazón de Europa al que nos llevaba, de cabeza, el gobierno.

 

- PD: clásico ejemplo de país feliz compuesto de minorías oprimidas.

 

- Europa, en cifras.

 

 

PD: Benvingut Albert.

 

PS: "Todavía hoy me es indiferente hablar de las cosas más triviales o de los asuntos más elevados. Muy poco sensible al ingenio, lo encuentro casi antipático, aunque no carezca de él. Ningún defecto me molesta, excepto el afán de burlarse y la suficiencia, que me cuesta mucho no desafiar; me parece siempre que los demás son superiores a mí en algo, y si, por casualidad, descubro en mí alguna ventaja, me incomodo sobremanera".

Chateaubriand, François de: Memorias de ultratumba (Libros I-XII). Tomo I. Página 66.

23.9.08

Poder degradado...

Hay temas sobre los que es mejor no escribir en caliente. La banda criminal volvió a matar. Como siempre, por una alucinación. La alucinación de pensar que el gatillo crea realidades. De nuevo el mismo discurso gastado alrededor de un atentado. Bastante sensatas las palabras del presidente montañés, el inefable Revilla. Y entonces va el lendacari y se indigna: ¿Cómo que no se puede trasladar que las ideas de los tres partidos que están detrás del Gobierno o que las ideas del lehendakari dan oxígeno a ETA? Se puede, claro que se puede, sobre todo porque es evidente...
Pero hay más cosas. En los países anglosajones se le llama
accountability, y supone la necesidad de rendir cuentas por lo que se hace.
Y este gobierno, el peor en la historia de la democracia, no lo ha hecho.
El presunto fiscal general del Estado ni ha dimitido ni ha explicado aquella frase vomitiva de las togas y del polvo del camino: en qué consistió el polvo y cuánto se tragaron las togas. Eguiguren, condenado por maltrato, ni ha dimitido ni ha explicado qué tipo de enjuagues se pactaron en Loyola con una organización terrorista de espaldas al parlamento. El gobierno, en fin, no ha explicado por las qué permitió a dos organizaciones ligadas a eta, como aeneuve y el partido de las bestias vascas presentarse a las elecciones.
Lo más complejo es que quizá el problema no sean ellos. Las izquierdas estatales, como los peronistas, no son ni buenas ni malas, son incorregibles. El problema es cómo todo esto sale gratis en un país de Europa occidental; cómo un gobierno puede mentir impunemente y no sufrir ningún castigo en las urnas. Ese, y no la inanidad del presidente, es el problema que sufrimos.
Y lo digo yo, porque los que nos opusimos a que el Estado de Derecho
estuviera al servicio de las palabras en aquella farsa que llamaban proceso tuvimos que sufrir todo tipo de descalificaciones: enemigos de la paz, que si queríamos que eta siguiera matando, que si nos convenía su presencia. Ahora, ninguno de estos sujetos que traficaron con los amigos de los terroristas o que embarullaron de mala manera con las instituciones ha pedido perdón o ha dimitido.
No había que ser muy listo para saber cómo iba a acabar todo. Los asesinos volverían a matar.
Zapatero no lo sabía, no lo sabrá y es posible que nunca lo entienda. ETA y el mundo nacionalista vasco lo tenían más claro. Y hace casi doscientos años François de Chateaubriand lo dejó escrito de manera lapidaria : “
La libertad que capitula, o el poder que se degrada, no obtiene en absoluto clemencia de sus enemigos”.
Así nos va.

22.9.08

Liberales y eminentes

Los libros colectivos son peligrosos. Cuando los coordinadores de la obra tienen cierto nivel, uno va hacia ellos más confiado. Acabé Liberales eminentes, una obra coordinada por Pérez Ledesma e Isabel Burdiel, en la que se trazan varios semblantes biográficos de progresistas del XIX.
El resultado es irregular. Interesante la semblanza de un Riego preso de su fama, interesantes las de Flórez Estrada y Olózaga, decae la narración al llegar a la vida de Xaudaró y toca suelo en Orense, Dotres y Arenal. Interesantes, en fin, los de los presidentes de la Primera República y algo más pesado el resto. Un capítulo biográfico de cuarenta páginas, creo yo, no es el espacio para desarrollar por extenso el pensamiento político-filosófico de nadie, pero los autores sabrán.
Yendo al fondo, varios descubrimientos. Y eso es, en el fondo, lo que hace fascinante la lectura. Riego, el héroe, desbordado y apesadumbrado; Flórez Estrada, el tribuno de la economía, de raíz asturiana, como tantos otros y cuya vida no puede entenderse sin tener en cuenta la importancia que entonces tenían las relaciones personales a la hora de posicionarse políticamente las élites. El bravo y elitista de Olózaga, sus duelos con otro personaje igual de inteligente que él, Donoso Cortés. Xaudaró, protagonista de los sucesos de Barcelona en 1835. Dotres, el valenciano que hizo dinero y siempre fue progresista, Orense, el aristócrata republicano que sufrió el exilio. El catalán Figueras, el manso, para quien España preexistía a los Estados federales con los que soñaba para el país, de manera que no había ningún derecho de secesión para las partes. Pi i Margall, el hombre que se crió en aquella Barcelona aún amurallada y que soñaba con una España en paz. Salmerón, el andaluz que acabó liderando a la minoría catalana en el Congreso…
Un libro irregular, es verdad, para unas vidas y una época fascinantes.

PS: "Pero aún le dio tiempo a dar una vuelta de tuerca sobre la presunta ambigüedad política de Costa, hijo de un desgraciado país donde la pasión y la convicción siempre se han considerado de derechas". Espada, Arcadi: Ebro/Orbe. Tentadero, Barcelona, 2007. Página 75.

PD: Justo diez años después, cayó la barba. Qué raro me veo.

19.9.08

Mil

Lector, estamos de conmemoración. Este es el post número 1.000 desde que el Liberalismo Abierto se puso en marcha, allá por abril de 2005, desde un despacho en Badajoz. Así que, como ejercicio de hoy, le pediría lector que consignara cuál ha sido el post que más le gustado y cuál el que menos. También, la confianza me lo permite, si echa de menos algún tema en esta bitácora. Aunque no prometo hacerle caso.
Mil reflexiones, mil polémicas, mil charlas con amigos de todo tipo. Ha sido un placer llegar hasta aquí.

PS: "Era consciente de que pecaba de egolatría […], aunque sus más íntimos sabían que en realidad se había hecho ególatra por no hacerse nacionalista: sólo un yo fuertemente desarrollado podía combatir eficazmente el desquiciamiento del nosotros". Espada, Arcadi:
Ebro/Orbe. Tentadero, Barcelona, 2007. Página 44.

18.9.08

Mercurio, dios del comercio

Se ha publicado el Informe Doing Business correspondiente a 2009. El Banco Mundial recoge en él las facilidades para hacer negocios en más de 180 países. Singapur a la cabeza. Los diez primeros, o anglosajones o nórdicos. El índice muestra, además, la riqueza. No hay países pobres entre los primeros del ránquin. Al revés, no hay países ricos entre los últimos. Los países pobres necesitan estructuras jurídicas, negocio y capitalismo. Sólo así saldrán de donde están. Menos oenegés, en fin, y más inversión de capital extranjero. ¿Hay alguien que no tenga esto claro?

¿Y España? Pues en realidad en ningún lado. Hemos caído, desde el año pasado, tres puestos en el ránquin. Por detrás de Rumanía, Portugal o Botsuana. En la zona media de la tabla, eso sí, por delante de Eslovenia o Méjico, que siempre hay quien está peor que uno.

Los datos son interesantes, y si fuéramos un país serio el asunto estaría en la arena pública, en vez las patochadas con las que nos sorprenden a diario los medios. Nuestro número de procedimientos para abrir un negocio casi dobla la media de la OCDE. Nuestra dificulta de contratación está disparada (78 frente a 25). Donde más hemos avanzado, en pago de impuestos, donde más hemos caído, en apertura de negocio. Peguen un vistazo…

PD: Luchamos contra los “intereses especiales”, salvo cuando resulta que el “interés especial” somos nosotros mismos. Cualquiera de nosotros sabe que lo que es bueno para él lo es para el país, por lo que nuestro “interés especial” es diferente. El resultado final es un laberinto de restricciones y más restricciones que hace que la mayoría de nosotros seamos más pobres de lo que seríamos si se eliminasen todas.

Friedman Milton y Rose: Libertad de elegir (I). Folio, Barcelona, 1997Página 64

17.9.08

Está en el aire

Los espacios de libertad no son sencillos de conseguir. Ni de mantener. La libertad negativa, de la que habló Berlin. El mundo moderno, básicamente desde el siglo XX, se han ido convirtiendo en un espacio antipático en el que los entornos de libertad se ven amenazados por un totalitarismo que podríamos denominar blanco. En algunos casos es sólo un autoritarismo, pero en otros la distancia hacia lo totalitario es breve.
Algunos ejemplos
- En la España de Franco, perder el acento catalán para no tener problemas en el trabajo.
- En el País Vasco constitucional, llamar activistas a los terroristas si
quieres conservar tu puesto de trabajo en la etebé.
- En los Estados Unidos, no amar a tu país.
- En Cataluña moderna, no ser suficientemente
patriota.
- En la Universidad Pública, ser un
outsider.
- En Arabia Saudí, no ser creyente.
- En la España de hoy, reírte de la IIª República y de sus santones laicos.
- En Castilla y León, ser de Izquierda Unida.
- En el norte de Navarra, ser de la upeene.
- En Gerona, ser de
Ciudadanos.
- En la España postmoderna de hoy, ser católico
- En la Santa España de los años cuarenta, ser agnóstico o ateo.

Y uno reivindica el derecho de los catalanes en la España de Franco a hablar catalán, el de los periodistas de etebé a llamar etarras a los asesinos, el de no ser patriota en Estados Unidos, el de no ser catalanista en Cataluña, el de ser César Vidal y escribir lo que quiera, el ser ateo ahora o en la España de Franco, el hacer bromas sobre los maestros republicanos (amigos franquistas, hay que joderse), el ser comunista en Zamora, españolista en Echarri Aranaz, antinacionalista en Gerona, católico hoy en día…
El individuo, lector, se construye con esfuerzo contra lo colectivo, al que no agradan las expresiones de individualismo. Uno pone el yo donde sólo está el ello. Y así vamos haciendo. Y por eso la gente suele más interesante cuando nada contra la corriente. Porque ahí hay un discurso que elaborar, más allá del de la tribu.
Pero uno, a veces, vive en un sitio en el que nadie tiene que pedirle que se autocensure. Ese es el gran éxito del fascismo blanco, de lo políticamente correcto de los socialistas de todos los partidos.
Es su victoria.
Y nuestra derrota.


PS: Nikolai Svanidze, a Russian journalist who works for a state TV channel, admits: “There is no person who tells [me] what you can and what you can´t do. It is in the air. If you know what is permitted and what is not, you´re in the right place. If you don´t, you are not”.
The hand that feeds them”. The Economist. Número 8592, 9-15 de agosto de 2008. Página 27

16.9.08

Los Colegios y las profesiones

Hay polémica con la colegiación obligatoria. Aquí, como en tantas otras ocasiones, tengo ideas encontradas y, a veces, contradictorias. Pertenezco a una profesión, la del politólogo perplejo, con escaso reconocimiento social y nulo aprecio laboral. La colegiación en nuestra profesión no es obligatoria. No hemos tenido fuerza para conseguirla. Pero el Colegio hace un magnífico trabajo, créanme, a la hora de ayudar no sólo a insertar a recién licenciados en el mercado, sino a mejorar la empleabilidad de los que ya están trabajando. Eso, sin contar con las opciones de tener una red útil de contactos y amistades.
Por eso digo que no tengo muy clara la opinión sobre estos colectivos. Mi Colegio es pequeño y como sólo se colegia el que quiere, funciona a un ritmo razonable. Así que en realidad es más una agrupación profesional que un Colegio en sentido estricto. Otra cosa son esos monstruos de colegiación obligatoria que funcionan como órganos burocráticos y que, es verdad, aportan poco valor añadido a los proyectos a los que visan. Tengo la sensación de que un arquitecto hará bien el proyecto con independencia de que su colegio se lo vise o no, así que no acabo de entender el valor de ese visado. Pero ya le digo que no lo tengo claro
No sé qué opina usted, desocupado lector, sobre el tema.


PS: There is no sure defence against bad ideas, but one place to start is with a well-educated and skeptical citizenry that is free to listen to the notions of the intellectuals but is no in thrall to them- and, yes, may prefer the sports channel instead. “
Speaking truth to power” en The Economist. Número 8592, 9-15 de agosto de 2008. Página 9

15.9.08

Instituciones y partidos

La configuración de un órgano de gobierno propio para el Poder Judicial supuso una magnífica idea que plasmó en nuestra Constitución el intento de conseguir, después de más de ciento cincuenta años de tropelías, que la Administración de Justicia dejara trabajar a la Justicia sin trabas, sin pegas y sin presiones.
Históricamente, en España, la Administración de Justicia se superponía a la Justicia. Ministros que presionaban, jueces que eran movidos de su silla, cambios de destino para los molestos… de ahí que la idea de que los jueces se autogobernasen parecía magnífica.
Pero llegó la socialdemocracia al poder y no podía comprender cómo, habiendo ganado unas elecciones por mayoría absoluta, había un poder del Estado que no controlaban. No lo comprendían porque, en realidad, nunca han entendido nada de cómo funciona un Estado liberal democrático. Ya saben, lo de los pesos y contrapesos, que suponen la mejor garantía frente a la tendencia al abuso y a la tiranía de cualquier poder. Así, los doce vocales de procedencia judicial pasaron a ser elegidos también por el Parlamento, con lo que la autonomía real del consejo quedó en nada. Si a ellos se le suma una tradición como la nuestra, en la que nadie entiende que en este tipo de cargos la independencia es básica, y que no se puede estar al dictado del que te ha nombrado, podemos entender el papelón del otro día en las Cortes.
Se lo podían haber ahorrado, la verdad. Porque da vergüenza ajena. Da vergüenza ver cómo el pepé y el pesoe han entrado a cuchillo en un órgano que no era para ellos, y cómo lo han ocupado sin el menor rubor.
Y todo el mundo tan contento…

12.9.08

Espacios abiertos que arreglan calles.

Escribo poco sobre las Administraciones Públicas, me reprochaba este verano un desocupado lector de esta bitácora. Es cierto. Quizá porque después de tantos años trabajando con ellas, estoy cada vez más confuso en lo que al diagnóstico del problema y de la solución se refiere.
Así que como ya he dado por descartado que las Administraciones en España puedan reformarse (a ver si algún día tengo un rato y le cuento porqué, desocupado lector), ahora entretengo mi espíritu reflexionando sobre cómo las Administraciones se van viendo salpicadas, poco a poco, por el espíritu de los tiempos.
En este sentido, me resultan atractivas las lógicas de la web 2.0 y 3.0 que están llegando, poco a poco, a materias relacionadas con lo público. Casi por azar, llegué a
Arregla mi calle, un portal en el que los ciudadanos pueden decirle a su Ayuntamiento qué calles están mal de su pueblo, y subir fotos para mostrarlo. Un interesante ejemplo de cómo puede hacerse sociedad civil a través de las nuevas formas de comunicación. De cómo presionar, vigilar y controlar a los poderes públicos. Porque los derechos, no se confunda, lector, no nos los dan las Administraciones. Justo al revés. Los tenemos frente a ellas. No sé que tal les irá, pero no soy optimista. En España no hay sociedad civil, así que estas cosas se verán como paridas de un par de iluminados. Estamos muy ocupados viendo la tele como para preocuparnos de estas cosas.
En fin


PD: se
admiten ideas para mejorar todo esto.

11.9.08

Cine vacacional

Si la memoria no me falla, la primera que vimos fue Sin Perdón. Qué película tan dura. Y qué melancólica. Cine del oeste, cine áspero en sus voces originales. Nos gustó.

Después vino, creo
Los Falsificadores, película alemana. El dilema de ayudar a los malos a ganar una guerra o morir antes de tiempo. El horror, el absoluto horror, de los campos de exterminio alemanes. La moral de una sociedad profundamente enferma. El camino que se transita cuando uno pasa de odiar al judío, a llamar judío al que odia.

La conjura del Escorial fue la siguiente. Un buen intento de hacer cine histórico de cierto interés en España. La trama, el asesinato de Juan de Escobedo y la posterior huída de Antonio Pérez, da para mucho. Y en parte el director lo aprovecha bien, pero hay partes de la película (la historia de amor de la morisca) absolutamente metidas con calzador. El doblaje, malo. La película, interesante.

Finalmente, y siguiendo recomendaciones de una desocupada lectora de esta bitácora, fuimos a ver
Mamma Mía. Es entretenida, pasamos un rato divertido, los paisajes son fantásticos y la música de ABBA nos llevó a nuestra infancia.

¿Puede pedirse más por seis euros?

PS: el
gobierno mintió, eso es todo.

10.9.08

Primer día

Primer día hoy en mi nuevo trabajo, con los mosqueteros. Me ha dado tiempo a recorrer la zona. Buenos servicios (biblioteca municipal cerca, piscina enfrente). Algunos cambios de última hora espero que no enturbien una aventura que pinta bien. Ya les iré contando. De momento, no tengo portátil, así que no sé con cuánta periodicidad podré actualizar esta bitácora.
El resto, lo de siempre. Presuntos historiadores con metáforas repugnantes. El peor gobierno de la democracia, desbordado por la realidad (a Zapatero le ha faltado decir en el parlamento aquello de Groucho Marx de "¿A quién va a creer, a sus propios ojos o a mí?). Los socialistas de todos los partidos ocupando con un cinismo insultante las instituciones del Estado.
Así nos va.
PS: qué bien se estaba en Sanabria

8.9.08

Años de hambre y de sombras

La historia es conocida. Un grupo de rock alternativo plantea canciones que molestan a la dictadura. Así que se les hace la vida imposible, se les multa, o se les mete en la cárcel. De hecho, al cantante, Gorki Ávila, iban a entrullarlo. Sus letras son contrarrevolucionarias. Para protestar por ello, algunos de los miembros planean una protesta, por supuesto pacífica, en el concierto que da el tal Milanés, ese faro de la cultura y la democracia. Empezada la protesta, la policía política los desaloja sin que el tal Milanés abra la boca. Acabado el desalojo, el tal Milanés sigue como si tal cosa. Y ahora somos los demócratas los que podríamos cantarle al oído aquello de “yo pisaré las calles de Santiago”, pero refiriéndonos, claro, a Santiago de Cuba. Cuando todo esto pase, porque pasará, veremos que estos años de hambre y de sombras, no llevaban sólo escritos el nombre de Fidel. También el de gentuza como Pablo (Milanés).
En nuestro país, con tantos intelectuales comprometidos, no hemos visto grandes reacciones.
Bastante digna la de Loquillo. El resto, un páramo.
Sirva en cualquier caso este post de homenaje a la gente de
Porno para Ricardo. Y que no piensen, ni por un momento, que en España todos compartimos la visión indulgente y cómplice que nuestro lamentable gobierno tiene de la dictadura militar cubana.

PS: “Millones a Dios le pedimos que haga ya detener su corazón / pues su vida es dolor repartido, / cuanto antes se muera mejor. / Estos años de hambre y de sombras / llevan todos tu nombre Fidel. (
canción de Porno para Ricardo).

5.9.08

Historias sobre el taxi

Hace ahora cien años que el primer automóvil circuló por Madrid. Poco después, llegaron los taxis. Está por hacerse, aún, la historia del taxi de Madrid. Una historia, lo que es la vida, muy ligada a Zamora y a la tierra de Sanabria. Ayer hubo tertulia sobre el tema, al hilo de un libro sobre el septuagésimo quinto aniversario de la Mutua. Durante décadas, el poder fáctico en el taxi madrileño era sanabrés. Y digo fáctico porque no fue hasta los ochenta cuando los sanabreses pasaron a copar los primeros puestos en las estructuras de poder: la Gremial y en la mutua. Todo empezó, en realidad, en los años veinte.
Ahí hay una primera generación, muchos de ellos de mi pueblo (alguno tío de mi padre), que fueron los pioneros. Luego llegaron los hijos y sobrinos de esta primera generación. Y los vecinos del pueblo. Y a partir de los sesenta el flujo fue continuo. Sólo en mi pueblo, en los años setenta, había más de cien licencias. El taxi es un trabajo para inmigrantes. Gente recién llegada con mucho que ganar y poco que perder. Con niños que alimentar y un jornal que llevar a casa. Un oficio para gente luchadora. Para gente que no se quedó en el pueblo esperando una subvención, o una estúpida renta de ciudadanía, sino que querían labrarse un futuro para ellos y para sus hijos. La subvención condena al hombre a la pobreza y a la esclavitud. Normalmente, quienes piden subvenciones para otros buscan esclavizarlos en la pobreza en la que viven. La gentuza que se considera a sí misma “patriciado urbano” es feliz viendo al rústico labriego en su huerta. Lo que les descoloca es que el hijo del labriego quiera dejar el pueblo, ir a la Universidad y quedarse a vivir en la ciudad. No creo que los diputados socialistas andaluces o extremeños fueran felices si sus hijos vivieran a cuenta del per. Cuando no hay futuro en una tierra, hay que salir a buscarlo allí donde a uno se lo ofrecen. Ningún paisaje, ni siquiera el mío, tiene cualidades morales, como no las tienen ninguna lengua ni ninguna melancolía. El taxi, en fin, un oficio muy castellano.
A estas alturas, pasea uno por Sanabria en agosto y sigue encontrando más taxis que en Madrid. Ahora, muchos nos hemos salido del negocio. Otros siguen. En cualquier caso, me comentaba mi interlocutor que muchos hijos, ya con estudios, siguen vinculados al negocio, manteniendo alguna licencia, para no perder la relación con el sector. Habrá que generar un concepto similar al de “población vinculada” pero para los oficios.

PS: "Hasta en las mejores épocas, la vida rural era de una dureza que no daba tregua […]. Las excavaciones realizadas en cementerios medievales desvelan un panorama terrible en lo que respecta a la salud, consecuencia de las durísimas condiciones de trabajo de la época. […] La rutina laboral de los aldeanos del siglo XIV giraba en torno al ciclo eterno e invariable de las estaciones, la siembra y la cosecha […]. En la época medieval las tareas domésticas y comunales no se detenían nunca. El esfuerzo se hacía cada vez más cuesta arriba, pero a pesar del trabajo incesante, la dieta nunca era adecuada y la malnutrición era moneda corriente. La escasez de alimentos formaba parte de la vida de los aldeanos […]".
Fagan, Brian:
La pequeña Edad de Hielo. Cómo el clima afectó a la historia de Europa (1300-1850). Gedisa, Barcelona, 2008. Página 72.

3.9.08

Lecturas agostiles (II)

Fue Kaplan el que me descubrió los libros de viajes. Permite conocer lugares a los que quizá uno no vaya nunca. Hace algunos meses Jimena me regaló, en un paseo que dimos por Blanquerna, la librería que el gobierno catalán ha abierto en Madrid, el viaje de Arcadi Espada por el Ebro y por el mediterráneo.

El libro es abrumador. Son tantas las claves y tantas las reflexiones que uno se ahoga, literalmente, entre sus páginas. Los pantanos, la llegada del siluro en los setenta. Belchite el viejo. El horror de una guerra. La compleja relación de Zaragoza con su río, con unos parques y unos paseos cuyos bancos están puestos de espaldas el agua. La obra de Marín Bagüés, las crecidas del río, las idioteces de Costa. El fantasma del regadío como solución a todos los males de Aragón. Las aventuras de mi paisano D. Alonso Quijano, el bueno. La política del Conde de Aranda. El canónigo Pignatelli. Cemento en Yesa. LA batalla de Clavijo. El fantasma del petróleo burgalés. Antoni Coch, el lúcido ingeniero que pergeñó el PHN. Un tal Arrojo, un demagogo que en España ha llegado a profesor de Universidad, hablando del turismo rural como alternativa económica al trasvase.


Las mejores reflexiones, creo yo, llegan cuando el autor se encamina hacia la ruta que hubiera seguido el trasvase. Da con muchas claves. Que la agricultura en España es absolutamente falsa es una de las primeras y más interesantes. Nos lo permitimos porque ahora somos ricos, pero es un auténtico despilfarro. La clave del éxito de Benidorm. La clave de Marina d´or. Las bobadas de aquel nacional-socialista valenciano llamado Fuster. La vida de Salazar Chapela. La reivindicación de Blasco y Sorolla como dos modernos frente a la vanguardia, considerando el nacionalismo como la vanguardia más extrema.
La lectura, pienso al acabar Ebro/Orbe, no es más que una conversación diferida entre dos personas que quizá no se conozcan. Ahí reside su encanto.

PS: Cuando las palabras no tienen la medida justa del concepto, ocultan más que evidencian. “Episodios de la vida de un hombre” en Espada, Arcadi: Quintacolumnismo: Págs. 184-186. Página 185.

1.9.08

Fiesta

Pasó la fiesta en mi pueblo. Pocos momentos más liberales en un pueblo de honda raíz conservadora. Aquí las fiestas las hacemos los vecinos. No hay, gracias a dios, concejal de festejos, ni de participación ciudadana, ni todas esas zarandajas asumidas felizmente por los socialistas de todos los partidos. Cada año, un grupo de ocho o diez vecinos se hacer cargo del dinero (sin interventor, sin secretario, sin esto-me-lo-presenta-por-duplicado-con-aquella-instancia-de-allí), gestiona la maquinaria de conseguir recursos, contrata la música, los gaiteiros, alquila el bar y dejan engrasada las fiestas. Cuando llega el momento, los voluntarios trabajan por doquier. Al Perdíu, ya se lo imaginará, desocupado lector, le toca hacerse cargo de la revista, pero otros son los que organizan los juegos de los niños, y los de más allá se encargar de que el cine esté a punto. Todos los años decimos, qué lata organizar la fiesta, no es más que trabajo. Pero todo los años vemos a los niños bañarse en la espuma o a los preadolescentes disfrutar de sus primeras noches de alcohol y libertad. Y siempre repetimos. Y siempre acabamos bailando mago de oz a las cinco y media de la mañana. Son las fiestas. Y son nuestras. Porque aquí, en estas fechas, los poderes públicos ni están ni se les espera.
Qué diferentes, en fin, estas fiestas de las que he vivido en cualquier distrito de Madrid o en diferentes ciudades de la región.

PD: No hay fiestas en la ciudad. Las subvencionadas tienen todas un aire de marcialidad insufrible: allá van todos, convocados a ser felices, y pobre del que frunza. “El vino nuevo”, en Espada, Arcadi: Quintacolumnismo. 175-177, página 175