23.6.08

Libros de guarda (IV). Del chivo expiatorio y de la indignación importante

La imagen que los franceses tenían de los Estados Unidos estaba ya fijada antes de la Segunda Guerra Mundial, asegura Tony Judt en su pasado imperfecto. América era un futuro muy desagradable para una Europa que se veía a sí misma decadente. La historia no se detiene y los europeos veían emerger un poder que, antes o después, les pasaría por encima. Fue providencial, en ese sentido, el golpe soviético de 1917. Aquella acción convirtió a un mundo oriental que era simbólicamente atractivo, en un modelo políticamente atractivo para una parte de la clase intelectual europea. Por si fuera poco, asegura Judt, los norteamericanos fueron ocupando un lugar similar al de los judíos en el imaginario cultural francés: unos y otros se identificaban con la libre circulación de personas y de capitales, así como con la presencia relevante en la vida pública. Esta identificación convirtió a los EEUU en enemigo, por igual, de la extrema izquierda y de la extrema derecha. 

El Plan Marshall fue demasiado para el imaginario de la izquierda: Francia volvía a ser un país ocupado; cualquier intento norteamericano de ayudar era considerado por la izquierda divina como un nuevo intento de humillar no sólo a Europa en general, sino a Francia en especial. El discurso contra la ocupación, que con tanta demagogia maneja la izquierda europea en los últimos años, tiene raíces antiguas.

Aquel escenario de evidentes mejoras materiales en la Francia ocupada por los norteamericanos, frente a lo que ocurría en la Europa liberada por los soviéticos, obligó a los intelectuales a un ejercicio de responsabilidad: no había, bajo ningún concepto, que desilusionar a los obreros. Todo aquello se resumió en aquel lema de “No debemos desilusionar a Billancourt”, un barrio obrero de la periferia de París. Cualquier cosa, en fin, antes que, como había hecho Koestler, abandonar al proletariado. Para ello, se identificó al anticomunismo como un arma de guerra, frente a la paz que representaba el comunismo.

Se trataba de un discurso que hizo mucha fortuna y que se mantuvo, de hecho, hasta minutos antes de que el bloque soviético implosionara en 1989. Ahí nació el Movimiento por la Paz, en 1948, el Congreso de los Partidarios de la Paz, el Movimiento de los Intelectuales Franceses en defensa de la Paz… la guinda, les sonará de algo, lector, la Asociación Internacional de Juristas Democráticos, con el objetivo de centrar la atención internacional en las injusticias acaecidas en el mundo no comunista. Todos ellos, huelga decirlo, burdamente dirigidos, financiados y controlados por la Unión Soviética
Y es que el tradicional discurso de la izquierda a favor de la paz, ese que llega hasta hoy mismo y que tuvo su momento de esplendor en España tanto en las
manifestaciones por el desarme en los ochenta, como en la oposición a la guerra de Irac, ese discurso, digo, hunde sus raíces en la mayor ciénaga moral del siglo XX.
Lo dice Judt, y tiene la misma validez que si lo hubiera dicho Agamenón. O su porquero.

PS: “Durante los años en los que la pintura fue sistemáticamente destruida en la Unión Soviética y en las democracias populares, usted prestó su nombre a las proclamas que glorificaban el régimen de Stalin […] Su peso contó en la balanza, y arrebató las esperanzas de quienes en el Este no deseaban someterse al absurdo. Nadie sabe qué consecuencias podría haber tenido una protesta categórica de usted […] contra el juicio de Rajk, por ejemplo. Si su apoyo ayudó al terror, su indignación también habría importado". Czeslaw Milosz. Carta abierta a Pablo Picasso, 1956. Citado por Judt Tony:
Pasado imperfecto. Los intelectuales franceses, 1944-1956. Taurus, Madrid, 2007. Página 309

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Caundo hablamos del Plan Marshall tenemos una idea abstacta y no nos damos cuneta de sus efecto real.

Una divertida anecdota cuenta que un alto funcionario francés encargó X miles de toneladas de "corn" que en inglés significa trigo olvindose que en America es wheat. El resultado fué que Francia recibió no trigo sino maiz (corn en inglés USA) y que le racionamiento tuvo que ser ptrolongado seis meses. Lo caul muestra que la Europa de la postguerra vivió del trigo americano.

Otro efecto del Plan Marshall fué la entrega de, solo en Francia, de miles de locomotoras para sustituir a las que habian sido destruidas o habin quedado inservibles por sobreuso y falta de manetenimiento.
Recordemos que no haya actividad economica posible (incluido el fabricar locomotoras) cundo la famta de transporte impide abstecer fabricas y ciudades por lo caul se puede pensar que esas locomotoras permitieron ganar varios años la tarea de reconstruccion.

Minatrs tatnto la URSSS tan querida de los intelectuales francese saqueaba los paises que habian caido en su orbita.

Anónimo dijo...

Cuenta Solzyenitzin que hacia el final de la guerra Ilya Ehrenburg, por entonces porta preferido de Stalin, recomndaba a los sokldaos sovitecos que destruyeran el orgullo racial de la mujer alemana.
La toma de Berlin tuvo como un ytrafondo de violcaiones masivas. Un pôrcentaje mayor del 50%, creo que ocenta entre las mujeres entre quince y cincuenta. Podemos pensar que era una venganza por las atrocidades alemanas peo no cabe duda que le regimen las alentó ademas de que al final de la guerra (cuando se podia sońar en botin) los criminales se alistaron masivamnte y el regimen los acceptó.

Hay que recordra sin embargo que en Europa oriental los monumentos al soldado sovietico han sido apodados "monumento al violador deconcido".

Ello convierte en todavia mas repugante el activismo pro-sovietico de Sartre y su pandilla

Unknown dijo...

Resulta curioso, Perdiu loq ue cuentas de Picasso y de Jean Paul Sartre.
A casi nadie nos es ajeno que Picasso además de genio de pintura y visionario de un nuevo arte, era un maltratador de mujeres, con una cierta deriva pedofílica. Además no solo justificó, (sin vivirlo, eh! que paris criticando Franco se estaba de puta madre), el regimen comunista.
Así nos encontramos que hemos aprendido bien poco y todavía las palabras de los "intelectuales de medio pelo" son palabras del nuevo dios.
Nos encontramos que si Miquel Barceló insulta a un sector de votantes españoles hay que pensar que "algo habrán hecho" para merecer oprobio.
Parece que aún no hemos asimilado que los nuevos "curas" de la sociedad son tan infames como los que multaban en el año 56 a los novios por besarse o reclamaban ayudan para su causa.
Eso si, un museo de un maltratador si se llama Picasso estámuy bien, ahora si se llama Eustaquio Cifuentes el último en tirar a su mujer por la ventana...eso ya es terrorismo doméstico.
Perdiu enhorabuena por el cumpleños de tu blog que nos cultiva, que a muchos nos hace falta.
Por cirto, mis condolencias a Manresa por la eliminación de italia

Anónimo dijo...

Es injusto atacar a Picasso. El genio malagueño demostró sin duda estar con la democracia en la lucha de la Republica contra el fascismo. Todo esto que decís aquí, como el libro de Judt, no son más que propaganda revisionista.

Anónimo dijo...

Que tiene que ver la Republica del 36 con la democarcia?

Esa republica donde nos e dejaba gobernar al a CEDA cuando habia ganado, se trucaban elcciones, se asesinaba a opositores, donde los jefes del PSOE decian abliertamante que iban a la dictadura, amen de lo rapido que crearon las checas y la abyecta sumission ante ese gran democrata que era Stalin?

Que tania que ver ese gobierno con la democracia?

Y que tiuene que ver ser un gran pintor con npo ser un hjo de p... servidor del partido que se aló con los nazis?