16.6.08

Libros de Guarda (II). Perder para ganar siempre

El libro de Tony Judt sobre el pasado imperfecto describe, igualmente, la recepción en Francia del terror que se desató en Europa del Este entre el 47 el 53. A finales de los cuarenta, la información sobre lo que era en realidad el estalinismo estaba disponible para quien quisiera acercarse a ella. Pero es más cómodo fingir no ver. Louis Aragon, ese horror totalitario, escribía en 1937 que “aceptar la inocencia de aquellos hombres era como adoptar las tesis hitlerianas”. Acabó la guerra y los pecados de la URSS se olvidaron. Pero la cabra tira al monte; enseguida llegó el caso Petkov en Bulgaria; un izquierdista ejecutado por un gobierno comunista. El terror desatado en Rumanía, ¿de qué manera explicar que un partido con apenas mil afiliados ganara unas elecciones? Aquellos juicios de postguerra tenían un sentido que Judt denomina “funcional”. Los partidos comunistas europeos estaban después de la guerra llenos de personas con mentalidad independiente y que habían convivido demasiado con demócratas de todo tipo. Y aquello había que purgarlo, no fuera a ser que se convirtieran en herejes. Y los intelectuales franceses callaron.

Y es que la respuesta de la intelectualidad francesa ante el terror fue, en general, lamentable… la historia tiene una lógica y una fuerza, y no tiene sentido oponerse a ella. Muy pocos, como
Aron, rechazaron sin matices esta argumentación. Fueron más lo que, como Aragon, simplemente aceptaron lo que había. Otros, como Morin, se fueron, y finalmente estaba el grupo de los que, como Sartre, trataron de explicarlo, convirtiendo en racional el asesinato y la destrucción de sociedades enteras. Cuando explicar significa comprender. Para gentuza como Sartre, la Unión Soviética  gozaba de privilegios especiales gracias a que sus objetivos (justicia y libertad para todos) estaban por encima de los objetivos del resto de los Estados. Así, con dos cojones. Esta era la élite intelectual europea. No había, pues, que pronunciarse contra las injusticias cometidas por un Estado comunista pues eso sería “dar munición” a los Estados capitalistas. Recuerden: prefiero equivcarme con Sartre a acertar con Aron. Toda una declaración de honradez intelectual, sí señor.

Hay aquí una cierta fascinación por la violencia (ejercida siempre contra el otro lejano) que parece beber de las fuentes más profundas de la irracionalidad filosófica del XIX europeo. Una violencia, eso sí, progresista, que permitía juzgar con criterios diferentes los miles de muertos en Europa del Este respecto de los dos muertos en lo que la ideología progresista dio en llamar “
caza de brujas” ocurrida en los Estados Unidos.
Así, mientras en Europa del Este algunas de sus mejores cabezas (Heda Kovaly, Edith Bone) y algunos miembros de la izquierda (London, Loebl, Szasz) vivían el comunismo como un drama diario, la izquierda intelectual francesa lo vivía a distancia y como un dilema fascinante.
Algo similar a lo que ha ocurrido, en España, durante muchos años con el terrorismo etarra. Ya saben, aquello de “vosotros fascistas sois los terroristas”.

PS: "Thomas Pavel ha sabido describir con precisión qué sucedió a gran parte de la élite intelectual francesa durante los años cuarenta y cincuenta, calificándolo de “una negativa a escuchar”. Judt, Tony:
Pasado imperfecto. Los intelectuales franceses, 1944-1956. Taurus, Madrid, 2007. Página 16

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En1944/45 el gobierno francés formó un comité de epuracion para los medios literarios afin de sanccionar profesionalmente (no sé si tenia autoridad para sanccionar penalmente) a los escritores colaboracionistas. Estaba presidido por el filocomunista Sartre (cuyo pasado de resistente era inexistente didcho sea de paso), el mismo que ańos despues diria "Todo anticomunista es un malnacido".

Pues bien, Sartre se aprovechó del comité de epuracion para llenar de comunistas, cripto-comunistas o simpatizantes todos los puestos clave que permiten hacer o deshacer carreras en el mundo de la literatura y filosofia: o sea los comites de lectura de las grandes editoriales (a veces los editores mismos), los criticos de los periodicos, los jurados de los premios literarios. Ello hizo que en la posguerra cuando no se estaba en la linea comuno-progre a lo maximo que uno podia aspirar era a pequeńas editorailes sin capacidad para tiradas importantes y sin la "red" necesaraia para llegar a todos los rincones de Francia. Y tampoco iban ser los criticos o los premios litararios los que iban a atraer la atencion del publico sobre tu libro.

En cambio los autores de izquierdas tenian toda clase de facilidades para ser conocidos e influenciar a la opinion publica.

Unknown dijo...

Me reconozco infintamente inferior al nivel de análisis tan minucioso que aquí se lleva.
A veces, creo que s necesario alejarse del cuadro para verlo mejor.
Así, cuando uno mira a la valiente francia de la Egalité, no puede menos que acordarse de Vichy.
Unos señores que perdieron el honor acurrucandose en una esquina de sus propio pais, ya casi si me apuran en un voladizo sobre el mar.
Asé en esta valiente francia, nos encontramos que igaul que asaltan una carcel como la Bastilla son capaces de guillotinar luego a los mismos que tuvieron huevos de hacerlo.
Así, siguiendo, uno lee la guerra de independencia de Argelia y se te ponen los pelos como escarpias. Eso era aplicar métodos auténticamente terroristas a los propios terroristas. Luego esta panda de mierdas, van con el mantel palestino a guantánamo.
Si sigues, y lees aunque ya solo sea en la wiki, algo sobre las OAS FRANCESAS en Argelia es pra acojonarse.
Y que todavía haya un Minsitro de extrriores que nos quiera afrancesar...manada huevos!

Anónimo dijo...

(Sobre Argelia) Eso era aplicar métodos auténticamente terroristas a los propios terroristas.


Para poder entender la tortura en Argelia hay que tenber en cuenta dos factores:

1) Los militares torturadores habian sido torturados en Indochina (a veces con la ayuda de comunistas francese) y volvieron con la idea de que no debian vacilar en usar los mimsos metodos. Eso no se limitaba a la tortura, tambien incluia accion politica, social (las injusticias de la sociedad colonial) y, en la caso de Argelia, de libercaion de la mujer.

2) No se eestaba enfrente de un terrorismo de tipo ETA es decirb unos veinticinco muertos al ańo y relativamente civiolizado (ETA suiele avisar de sus atentados cuando podrain causar decenas de victimas). Era una guerruilla que ponia bmbas en los cafes o en autobues escolares, que ametrallaba tio vivos, que mataba con un sadismo increible (mujeres descuartaizadas, bebés estampados contra la pared) aldeas enteras. Y no solamente los malos, malisimos europeos sino los arabes y berberes no independentistas o de movimientos rivales. No hacer confesar
al guerillero capturado significaba tener sobre la conciencia la matanza que se hubiese podido evitar de haberl ehecho hablar. Ese era el contexto.

Y ahora si que pude juzgarles.

Oh y sobre la OAS y las Wikis. Las wIkis en general sximpre tienen un sesgo hacia las opiniones dominantes y o de los mas activistas como suel:en ser los izquiedistas. La OAS luchó con,tra los gaullistas y que estos escribieron la historia en los sesenta. E inentó fastidarles el negocioo al partido comunista que se habia aliado con el FLN (despues de aliarse con los nazis en el 40) y este partido aunque muerto ha influenciado a toda la progresia activiasta.

Lo verdaderramente infamle de la guerra de Argelia no se comantara en l wikipediia y fué el abandono de los harkis (los argelinos que habian luchado contra el FLN). Los que fueron salvados por oficiales francese desobedeciendo ordenes fueron internados en campos de concentracion hasta la segunada mitad de los setenta. Una escena significativa: una harki da a luz en el hospital y el MISMO DIA la llevaron a ella y a al bébé de vuelta al campo. A dormir bajo la tienda con diez bajo cero. No peduo evitra pensar que si De Gaulle se hubiese atrevidoa les hubiese liquidado. Y que es que para él culquier vichista era mas francés que ellos. Y despreciaba a los europeos de Argelia (en s mayoria originarios de Espańa e Italia). Patr el solo fueron franceses mientras se trataba de morir en Monte Cassino.