6.4.08

Una manzana

Haciendo de sociedad civil.
Una manzana por la vida. Una hermosa forma de colaborar en la lucha contra una enfermedad que no tiene causa clara y que tampoco tiene cura. En Madrid, los beneficios van destinados al centro de rehabilitación que la Fundación Esclerosis Múltiple tiene en la ciudad.
Estuvimos en un supermercado el viernes por la tarde y el sábado por la mañana. Algunos amigos (Carles, Jaume Pi i Vidal) se sumaron al reto. Otros (Carolito junior y Oscar Mátrix, no pudieron acercarse por sus obligaciones laborales). Se aprende mucho en estas situaciones. Esta vez eres tú y no un desconocido quien está al lado de la caja para contarte, en apenas veinte segundos, qué es la enfermedad y porqué es bueno que compres esa manzana que te ofrecen a uno cincuenta.
Un inmigrante polaco, bajado del andamio hacía unos minutos, compró la manzana. Y sonreía. Un rumano igual. Iberoamericanos, también. De los nacionales, hubo de todo. Básicamente gente generosa (vendimos las tres cajas tanto el viernes como el sábado). Alguno se llevó dos manzanas en vez de una. Alguno incluso pagó y nos dejó la manzana para que se la viendiéramos a otro y pagó su donativo. Algún descerebrado también (¿me ayudas tú a pagar la hipoteca? le espetaron dos gañanes a Jimena), y algún escaqueado (huy, hijo, si a mí me gustaría colaborar y que se acabaran los males del mundo pero-fíjate-por-donde-no-tengo-ahora-mismo-un-euro-y-medio), pero con eso hay que contar. Entre los compradores, una afectada y varias personas con afectados en su círculo más cercano.
Una gran experiencia. Gente rascándose el bolsillo de manera generosa, sin el ogro filantrópico de por medio.
PS: César Vallejo escribió Me viene, hay días, una gana ubérrima, política / de querer, de besar al cariño en sus dos rostros / y me viene de lejos un querer / demostrativo, otro querer amar, de grado o fuerza...

4 comentarios:

Butzer dijo...

Vaya, me alegro de que todavía siga habiendo gente que lleve a cabo este tipo de iniciativas. Los hechos hablan por sí solos.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo también les felicito. Todo ello debe llevarnos a pensar cuantas veces hemos sido nosotros el "escaqueado" que pasa sin apenas dejar hablar a la persona que nos aborda para contarnos una historia o pedirnos un donativo. Quizá nosotros somos más educados y lo hacemos con una sonrisa, pero, al menos en las grandes ciudades, el individualismo es la tónica y todos caemos en ello alguna vez.

Anónimo dijo...

Sí, esa es la primera lección.

El balance ha sido muy bueno: momentos muy divertidos, mordeduras de lengua varias para no decir alguna que otra barbaridad, ternura ante ciertas situaciones y personas y, finalmente, ya frente a una cerveza con los buenos amigos, satisfacción.

Seguro que se repetirá.

Unknown dijo...

Uno que no pudo estar. La paternidad que no cesa. Como bien decía Emilio Calatayud, niños pequeños problemas pequeños, niños grandes, grandes problemas, pero los hijos te acompañarán con sus alegrías y sus penas toda la vida.
Pero este no era el tema, alabo a este grupo de amigos [perdiu, capullo, te olvidaste d'en Joao ;-)] decía que hay unos cuentso en el grupo, a los que no les cabe el corazón en el pecho: Jimmy, Carles, geliello y carolux-rex si huebiera ido. Da gusto poder ver a los amigos prestar su apoyo, no quiero ponerme melífluo con un presidente que yo me sé, pero es cierto que estos amigos se tienen ganada una bendición.
Jimena, siento no haber podido asistir, ya sabes que cada viernes me acuerdo de ti.
Bambi, por eso nosotros petenecemos a ese organizaciones donde se trabaja "gratis et amore" solo allí la gente busca algo mas. La Zamorako-Etxea salvó una amistad y mantiene nuestro encuentro.
Las ciudades, son lo que nosotros queramos que sean.
Una abraçada a tothom.
En cuanto a los gilis de hipoteca, pues mira, al nemigo que huye, puente de plata.
Me recuerdan a los miserias que rayan los Mercedes o los Audis, hay una concluión clara: Nunca tendrán uno. En cuanto a estos, nunca sabrán lo que es la amistad verdadera.