28.4.08

Libros dolorosos (II)

Hablábamos de Ortega. Morán es duro con él. Se nota que tiene que cuentas que ajustarle. Desvela muchas de sus miserias pero creo que, en un juicio, no conseguiría convencer al jurado. Es cierto que Ortega era superficial en ocasiones. Mujeriego. Pedante. Cobarde. Es cierto. Con temor físico incluso. Pero no fue un colaboracionista de un régimen, el franquista, al que consideraba el reino de la mediocridad. Es cierto que azules y blancos trataron de captarlo, pero Ortega sólo fue fiel a sí mismo. Lo que le valió el ostracismo en la España de Franco. Algunas anécdotas son metáforas de la época; la prensa no informa de sus actividades, el Instituto de Humanidades es un fracaso. Vivió en España durante diez años, en plena dictadura, es cierto, como lo hicieron casi treinta millones de españoles en aquel momento, por cierto.

Lo más interesante del libro es esa mirada, es cierto que mordaz, que se da a la pugna política entre las Españas del momento; la falangista, la católica y la exiliada. Y el papel que Ortega juega para todos ellos. Los falangistas lo reclamaban, los católicos lo detestaban, (siempre lo hicieron), y los exiliados lo atacaban. Las pugnas entre tovares y sereres, cuyos antecedentes ya contaba Umbral en la Leyenda del César visionario. Y en el Estado, un régimen para quien Ortega era, sencillamente, incomprensible. Miseria de país.

Un libro duro, ya lo dije. Pero interesante. Un libro que cae sobre nuestras ideas acerca Ortega y las somete a tratamiento de choque. Pero estas cosas hay que leerlas. Si sólo leyéramos aquello con lo que estamos de acuerdo nos convertiríamos en alguno de esos progres que pone el gesto irónico cuando se habla de Fukuyama y se menciona El fin de la historia y el último hombre sin haberlo leído siquiera. O el grito en el cielo cuando se habla de Pío Moa. Sin haber leído ningún libro suyo, por supuesto.

PS: “Cuatro días antes [de morir Ortega, el gobierno] había hecho llegar a las direcciones de los periódicos españoles la siguiente nota: “Ante la posible contingencia del fallecimiento de don José Ortega y Gasset, este diario dará la noticia con una titulación máxima de dos columnas y la inclusión, si se quiere, de un solo artículo encomiástico, sin olvidar en él los errores políticos y religiosos del mismo y, en cualquier caso, se eliminará siempre la denominación de “maestro”. Citado por Morán, Gregorio:
El maestro en el erial. Ortega y Gasset y la cultura del franquismo. Tusquets, Barcelona, 1998. Página 515

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Un tipo entretenido, muy inteligente, perspicaz, un buen periodista que escribía muy bien, pero nada más. Nunca un filósofo, por mucho que a falta de otros nombres españoles hayan querido a veces hacernos creer que lo fue.

El Perdíu dijo...

Anónimo, su comentario es una buena muestra de lo que en periodismo se denomina "escribir de oído". ¿Ha leído alguna vez algo de Ortega? Más allá ¿ha leído algo de algún filósofo alguna vez? Me refiero, claro, a algo más que la lectura de Kant en COU...

Anónimo dijo...

Hermann Bloch
Fichte
Platón
Feuerbach
ó
Hegel


Leídos. ¿Y quiere que ponga a Ortega (al que sí he leído, por cierto) en esta lista? Venga ya, no puede no ver que no es comparable con ninguno de éstos.

El Perdíu dijo...

Anónimo, insisto, me refiero a algo más que novelillas de aventuras (la muerte de virgilio), discursos totalitarios (el bodrio a la nación almemana) o la contraportada de cualquier obra de Hegel.
Un poco de rigor por favor. cuando daño han hecho, por este orden, la logse y la cultura del crucigrama (a uno le sale "filósofo alemán de cinco letras") y ya piensa que lo ha leído

Anónimo dijo...

Perdiu, soy Licenciado en Filosofía y le saco a buen seguro muchos años y muchas lecturas.

Anónimo dijo...

Señor anónimo:
No digo yo que Ortega sea Platón o Kant. (Sobre Fichte y Feuerbach no entro. Aunque dicen ya bien poco, quizás injustamente, lo mismo que Lotze, Brentano, etc.). Ahora bien: Ortega no es inferior, por ejemplo, a Max Scheler, Jaspers, Buber, Sartre...Y no es exagerado afirmar que en ciertas cosas se adelantó a Heidegger, concretamente en sus Meditaciones del Quijote, o en su Meditación de la Técnica.

Saludos.

Anónimo dijo...

Los diez mandamientos de los "progres"

1º.- Talante democrático siempre y para todo, y diálogo con todos y sobre todas las cosas, sin importar lo que se defienda en ese diálogo.

2º.- Drogadictos, delincuentes, inmigrantes ilegales, prostitutas, homosexuales, travestidos, alcohólicos, ludópata, mendigos profesionales y agresores sexuales tendrán preferencia en el disfrute de beneficios sociales. Los que no pertenezcan a ninguno de esos grupos son sospechosos de fascismo.

3º.- No expresarás ideas que previamente no hayan sido difundidas por El País, Público, la SER, el Canal Cuatro, la Sexta, Localia o cualquiera de los medios controlados por el grupo PRISA, ya que todos repiten lo mismo.

4º.- Repudiarás siempre lo que haga el Gobierno de los Estados Unidos.

5º.- Estarás al tanto de todas las películas, modas y grupos musicales de Estados Unidos.

6º.- No fumarás, ni trabajarás en labores que requieran los vicios fascistas de la dedicación, la honestidad y el esfuerzo.

7º.- Harás deporte, aeróbic, yoga y amarás en todos los sentidos a perros, gatos, serpientes, iguanas y armadillos.

8º.- Estarás a favor de la libertad total de aborto y del matrimonio de hombre con hombre, mujer con mujer y de mujer u hombre con animales o muñecos hinchables. Lucharás a favor de asilos gratuitos para mayores y de guarderías abiertas todo el día para los niños.

9º.- Defenderás la ecología, aunque sin renunciar a beneficios que, como la electricidad, los coches, la calefacción o el aire acondicionado, se consigan alterando la naturaleza.

10º.- Lo que la mayoría diga es la verdad, y es bueno todo lo que haga la mayoría.

Extraído del libro “Sentencias Salomónicas” (Visión.net, Madrid 2007)