23.3.08

La edad heroica

Hubo una época, que probablemente acabó con la Gran Guerra, que constituyó la Edad Heroica del mundo moderno. Una época en la que aún quedaban espacios en blanco en los mapas y hombres dispuestos a ir allí. ¿Por qué? Porque había que llenar aquellos espacios en blanco. O simplemente porque aquellos espacios estaban allí. El capitán Sir Ernest Shackleton, uno de los exploradores más famosos de su época, era uno de aquellos hombres. Tras haber viajado a la Antártida, organizó una expedición a bordo del Endurance para atravesar andando el polo sur. Nadie lo había hecho antes.
Algunas cosas llaman la atención de la
Expedición Imperial Transantártica: la expedición se planificó de manera moderna; se vendieron los derechos de autor antes de salir y se contrató a un fotógrafo oficial para que inmortalizara todos los detalles de la expedición. Pero la expedición, que salió del Reino Unido pocos días del estallido de la Gran Guerra, nunca llegaría a pisar la Antártida. La placa de hielo que se formó en el Mar de Weddell atrapó al barco, que quedó cercado, a pocos quilómetros del continente blanco, en enero de 1915. Hielo. Llegaron meses de deriva, con el barco varado literalmente encima del hielo y movido por las corrientes antárticas. Los días buenos, diez grados bajo cero En octubre, la expedición hubo de abandonar el barco. Nieve. Instalados sobre témpanos de hielo, la expedición aguantó hasta abril. Allí embarcaron, en tres pequeños botes, en dirección a la isla Elefante. Olas de varios metros. Ropa permanentemente mojada. En la Isla Elefante se separaron. Un grupo se embarcó con destino a más de mil quilómetros, con destino a la isla San Pedro, donde estaban instalados los balleneros noruegos. Llegaron a San Pedro. Desembarcaron en una parte de la isla. Montañas de más de mil metros. Tardaron días en llegar a las bases de los balleneros. Pero llegaron. Y allí empezó la operación de rescate. Que se completó con éxito. Casi un año y medio después de su salida, ni un solo hombre había muerto. Todo ello está narrado por Caroline Alexander en Atrapados en el hielo, un libro que cuenta la odisea de la expedición de Shackleton acompañadas por las magníficas fotografías tomadas durante la expedición por Frank Hurley.
Lo he devorado en semana santa y se lo recomiendo, desocupado lector. Le gustará.

4 comentarios:

Alberto Neira dijo...

Buen relato y me apunto el libro.

Es una pena saber que ninguno de nosostros lleguaremos a participar en la proxima "Edad Heroica y de los Descubrimientos": la exploración y conquista del espacio. Nos contentaremos con leer sobre ella en los libros de Ciencia-Ficción.

Jejeje.

Saludos liberales.

Jordi Roca dijo...

Dicen sin que haya podido ser documentado que sir Shackleton publicó este anuncio para el viaje:

"Men wanted for hazardous journey. small wages, bitter cold, long months of complete darkness, constant danger, safe return doubtful. Honor and recognition in case of success."

"Se buscan hombres para un viaje peligroso, salario bajo, frío intenso, largos meses de absoluta oscuridad, peligros constantes, dudoso regreso. Honor y reconocimiento en caso de éxito."

Está claro que el anuncio la clavaba.

Anónimo dijo...

Creo que los ingleses ocupan un puesto de primer orden en la épica de los siglos XIX y XX. Desde Trafalgar (donde los españoles de aquel tiempo dieron también lecciones de heroísmo y de ética militar)a los días de 1940.

Sobre Shackleton. Hace un par de años pude ver un interesante documental con el abundante material fotográfico de la expedición. Aparecían unos tipos de una pieza. Intrépidos y disciplinados. Ya no hay gente así. Ahí estaba toda la fibra necesaria, gente dispuesta "al minuto de combate bravío" (Kipling)y que supo resistir a la bestia parda en 1940.
Respecto al anuncio de la expedición, que el señor Roca nos muestra: "Honor y reconocimiento en caso de éxito". (Nada más y nada menos.)

Dios salve a Inglaterra.

Cordiales saludos y comience pronto a leer al vizconde de Chateaubriand.

De Lescure

Anónimo dijo...

El documental por lo menos era acojonante. Una odisea. Iba a decir que ideal para ver un dia de verano, pero sería demasiado frívolo.