10.1.08

De la infancia como carne de cañón

Hoy le voy a hacer un favor, desocupado lector. Voy a compartir con usted un texto (pinchando aquí) altamente esclarecedor y que le permitirá presumir antes los amiguetes en la barra del bar de guardia. Apenas seis páginas, no se asuste. Tampoco es un texto procedente de la derecha extrema: está publicado en Letras Libres, una magnífica revista que vale cinco euros en quioscos.
Se trata de un artículo sobre
Ahmadinejad, el actual (y negacionista) presidente de Irán, escrito por el politólogo alemán Matthias Küntzel. Pero es mucho más. Es un análisis de la influencia de la Basij, una milicia a la que perteneció y que explica su entorno social y algunas de las actuaciones. Un análisis de cómo afrontó Irán la guerra contra Irac. La leyenda del Imán Escondido. La leyenda del Majdi. La escalofriante historia de las llaves de plástico.
Un texto que explica mucho en pocas páginas. Háganme caso. No dejen de leerlo.


PS: “Los directores de periódicos son los encargados, en el mundo de las noticias, de separar el trigo de la paja y, entonces… publican la paja”.
Arias, Inocencio:
Confesiones de un diplomático. Del 11-S al 11-M. Planeta, Barcelona, 2006. Página 151

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El artículo de Matthias Küntzel es impresionante. Cualquier persona con un poco de conocimiento histórico sabe que la República Islámica de Irán no es precisamente el centro de las libertades mundiales ni del libre pensamiento. Lo preocupante es que haya ciudadanos europeos que vean con simpatía este tipo de regímenes, junto con los que se están produciendo en Latinoamérica, simplemente por el hecho de su antiamericanismo. Ir en contra del imperio lo justifica todo. Muchos de esos ciudadanos pertenecen a lo que en Francia se llama izquierda del caviar, es decir, personas que viven en paises que son democracias, con buen nivel económico y educativo y que gustan de esas revoluciones, salvo en su país, claro está.

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo, Clavius.
Europa parece un/a quinceañera/o que quiere tirarse al macarra de la moto que le da caladas de marihuana de vez en cuando y le dice que le mola la vida salvaje. Y eso solo por darle en los morros a su padre, aunque luego acabe haciendo la calle en vez de en la Universidad.
No tenemos arreglo