21.11.07

El espantajo

Un espantajo. Eso es lo que extrema derecha es, en España, para el pensamiento único de los socialistas de todos los partidos. En nuestro país, la extrema derecha, o la ultraderecha, no son un problema real, o al menos no lo son hoy. Hay grupúsculos, es cierto, y han de estar controlados y, si se comportan de manera violenta, han de ser perseguidos con todo el peso de la ley. Y si alguno de sus miembros mata a otra persona, ha de ser condenado con todo el rigor de la justicia.
Pero contextualicemos. En nuestro país el problema es la extrema izquierda, o la ultraizquierda. No sólo tiene presencia en varios ayuntamientos, sino que gobierna alguno de ellos (vg. Hernani). Y no sólo en el País Vasco. También está presente en diferentes administraciones locales catalanas (las
cup), gallegas (la upg), andaluzas o aragonesas. Eso sí es un problema.
De vez en cuando, esta extrema izquierda hace
valiosas aportaciones a los modelos de convivencia occidental. Otras veces, muestran en Cataluña el modelo de escenario que quieren construir. Su concepto de respeto al adversario, en fin, lo suelen escenificar en grupo en los aparcamientos de las universidades públicas.
Hay pocas diferencias entre la extrema izquierda y la extrema derecha. Ambas me parecen profundamente repugnantes. Y son bastante más similares de lo que el público cree: el mismo odio por la libertad y por el sistema económico liberal capitalista.
Vamos, que antifascista había que serlo en 1935, no en 2007. Como lo de antifranquista, ya saben, que tenía mérito serlo hasta noviembre del setenta y cinco. Después queda un poco ridículo.
Pero hay diferencias. La izquierda necesita agitar el espantajo del fascismo para mantener el mito del frente popular, de la unidad del pueblo en lucha y las chorradas esas del “zapata-vive-la-lucha-sigue”. Por eso nunca le preocupan los destrozos de los antisistemas y son tan exigentes con los desmanes de la extrema derecha. En eso nos diferenciamos. Y creo, sinceramente, que los únicos que tenemos legitimidad para exigir mano dura contra la extrema derecha somos los que también lo exigimos contra la extrema izquierda. Porque para mucha izquierda, la extrema izquierda no son unos antisistemas descerebrados a los que hay que combatir con la ley en la mano. No, son sus primos, lejanos y algo descarriados, pero sus primos al fin y al cabo. ¿Verdad
Saura? ¿Verdad Gaspar?


PS: En marzo del año siguiente, 1814, Fernando VII vuelve del exilio y el 4 de mayo promulga un Decreto por el que anula tanto la obra legislativa como la propia existencia de las Cortes, al declarar “aquella Constitución y tales decretos nulos y de ningún valor ni efecto, ahora ni en tiempo alguno, como si no hubiesen pasado jamás tales actos, y se quitasen de enmedio del tiempo, y sin obligación en mis pueblos y súbditos de cualquiera clase y condición, á cumplirlos ni guardarlos”.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando era muy joven nunca entendí bien ese principio de que los extremos se tocan aplicado a la política. Como usted bien dice la extrema izquierda y la extrema derecha son muy parecidas, pero esa tesis nunca me convenció hasta que leí a Hayek y entendí que en realidad esa clasificación es falsa y su origen es el mismo. Efectivamente ambas odian la libertad y el libre mercado, ambas son colectivistas y de carácter marcadamente socialista, en realidad ambas, son lo mismo y en mi esquema mental es más coherente la siguiente distribución: en la extrema izquierda se situarían los regímenes en los que la las libertades políticas y económicas son cero, las diferentes variantes del comunismo, inmediatamente después pero aún en el espectro de la extrema izquierda estarían el nazismo y fascismo, más alejado y ya entrando en la civilización, se encontraría el socialismo democrático, siguiendo hacia la derecha estaría la socialdemocracia y la democracia cristiana, después, ya metidos en la derecha política, vendrían los liberal-conservadores y el liberalismo a secas y en la extrema derecha se situaría el anarcocapitalismo.
Quizá sea mi mentalidad técnica pero este es el único esquema que me resulta comprensible y puedo asimilar racionalmente.

Anónimo dijo...

Nos pasa a todos, amigo. Fíjese Ud. la de post que ha escrito condenando los miles de muertos del estalinismo soviético y los poquitos (¿ninguno?) sobre los que tiene a 100 km. de su pueblo en las cunetas.

Anónimo dijo...

¿Nazismo y fascismo en la extrema izquierda?

Hombre, no me parece correcto. Tendría usted que explicar por qué el nazismo y el fascismo abrazaron las ideas nacionalistas y racistas, idelogías tradicionalmente asociadas con la derecha en aquellos tiempos.

También tendría que explicar por qué cuando el partido nazi llegó al poder en Alemania se alió con toda la burguesía alemana. O la represión de los movimientos obreros, la prohibición de huelgas y sindicatos, la persecución de comunistas y socialdemócratas, primeros en ser huéspedes de los campos de concentración, el pacto AntiKomintern, las alianzas de nazis y fascistas con dictadores de derechas como Franco...

Me temo que cae usted en la falacia del verdadero escocés.

Anónimo dijo...

La idea de catalogar fascismo y nazismo dentro de la izquierda no es mía, lea a Hayek en “Camino de servidumbre” y encontrará una amplia disertación sobre el tema. Con respecto al racismo y la izquierda no sé lo que le habrán contado pero en 1849, en un artículo de la revista Neue Rheinische Zeitung, dirigida por su amigo Karl Marx, F.Engels pidió el exterminio de los húngaros que se habían levantado contra Austria. En el mismo artículo aconsejó que también se hiciera desaparecer a los serbios y otros pueblos eslavos, a los vascos, bretones y escoceses. En la misma revista, en un artículo titulado "Revolución y Contrarevolución en Alemania" publicado en 1853, Marx se pregunta como desembarazarse de "esos pueblos moribundos, los bohemios, carintios, dálmatas, etc."
En el Anti-Dühring, Engels dá por sentada la superioridad racial de los blancos, como si fuese una verdad científica: "Si, por ejemplo, los axiomas matemáticos son en nuestros países perfectamente evidentes para un niño de 8 años, sin ninguna necesidad de recurrir a la experimentación, es como consecuencia de la 'herencia acumulada'. Por el contrario, sería muy difícil enseñárselos a un bosquímano o a un negro de Australia"
Hitler siempre se consideró socialista. A este fin, se debe recordar que Htiler le confesó a Otto Wagener que sus desacuerdos con los comunistas son "menos ideológicos que tácticos", y que el problema de los socialistas alemanes es "que no han leído a Marx". No sólo fundó un partido al que llamó Nacional-Socialista, sino que, como lo señaló von Mises en su obra "Estado Omnipotente', Hitler, una vez en el poder, implementó OCHO de los diez puntos del programa de emergencia propuesto por Marx en el Manifiesto Comunista, "con un radicalismo que hubiese encantado a Marx". Como resultado, Hitler estaba en lo correcto cuando le contó a Hermann Rauschning (tal como lo relata Rauschning en su libro "Hitler me dijo") que: "No soy únicamente el vencedor del marxismo...soy su realizador".

La propaganda de izquierdas es una cosa, la realidad histórica para el que esté interesado es algo muy diferente.

Ah y no argumente la represión de los movimientos de los trabajadores para decir que no es propio de la izquierda, los ejemplos son abrumadores, empezando por la primavera de Praga, el Holodomor, las represiones en Polonia etc., etc.

Anónimo dijo...

Oh no! Anónimo, ha caido en la trampa de Benjamin. Hace un "guardar como" por temas y el de que los nazis son de izquierdas porque se lo leyó una vez a Hayek (no, a Salma no, al otro) es de sus favoritos... huya, que aún está a tiempo!

;o)))))))

Anónimo dijo...

!Qué gracioso¡ pero aparte de eso ¿tiene algún argumento Rome? :)

Anónimo dijo...

Para qué quiere que le argumente, Benjamin?

Cada vez que lo he hecho, me sacan lo de que hitler era de izquierdas y de ahí no pasamos.

Y si no, que los de izquierdas no leemos o que somos unos resentidos.

Resulta muy difícil hablar con uds, sabe?

Anónimo dijo...

No hombre no, yo no quiero que me argumente sólo dejar de manifiesto que no tiene usted un solo argumento para desmontar la gran mascarada. Yo no tengo ningún interés en discutir esto con usted. Era un tema que nunca entendí y cuando no entiendo una cosa y me interesa no para de revolver hasta entenderla, manías que tiene uno. Tengo la suficiente documentación y suficientemente seria para saber lo que digo y a decir verdad sólo me divierte sembrar la duda, y sé que lo consigo en muchas ocasiones. Las ideas, que peligrosas son eh?, por eso hay tanta censura en los paraísos comunistas.

Anónimo dijo...

No sé si entiende, benjamin, que precisamente las ideas que le leo a Ud. y a los suyos, son las que más refuerzan mis convicciones... y eso teniendo en cuenta que soy de lo menos dogmático que pueda encontrarse en la izquierda.

Ud. resuelve mis dudas con sus disparatados argumentos.

Y le doy las gracias :o)