7.5.07

Ganó el bueno

Soy bastante más anglófilo que francófilo. Qué le vamos a hacer. Respeto mucho, eso sí, a algunas de las figuras más relevantes de la cultura francesa (Tocqueville, Aron, Camus, Revel…) Quizá por eso, y por pura vecindad, me interesa, y mucho, lo que ocurre en el país vecino.
Suelo desconfiar, también, de los sistemas presidencialistas. La Vª República está hecha a la medida de ese megalómano desagradecido que fue el general De Gaulle. Una monarquía republicana. Una sociedad anquilosada. Estatalizada. Una sociedad en declive.

En fin, con estos mimbres les toca lidiar a los franceses. En la segunda vuelta habían de elegir entre Royal y Sarkozy. Entre las moratorias a todo (lo nuclear, lo transgénico) y la acción; entre el discurso vacío y el discurso del mérito. Entre la versión femenina del simplón y la versión agresiva de Rajoy. Entre las chorradas de la izquierda plural y un cierto liberalismo, francés, pero liberalismo al fin y al cabo.
Al igual que en España, el candidato mejor preparado ha tenido que sufrir que se ponga en duda su propia condición de demócrata. Se le ha llamado de todo. El voto del miedo, que es de lo poco que le va quedando a la izquierda.
Ganó el bueno. Me alegro por Francia. Si yo fuera francés, también le hubiera votado.
La izquierda, siempre tan demócrata, ya le ha dado la bienvenida.
PS: mañana toledana

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ganó el único que ofrecía algo, pero ahora toca acción. Aznar iba a regenerar la política en el 96 y mira...

Sí son muy distintos, pero ahora acción: fets no paraules que diría otro.

Como siempre en España uno o dos pasos por detrás de las vanguardias, ahora tenemos la misma izquierda relativista que ha hundido Francia gobernándonos y la misma derecha que ha hundido Francia como buitres esperando el descalabro de Rajoy.
Tout sauf Sarkozy, ¿a qué me recuerda...?
No soy optimista, yo veo Rodríguez y Blanco para rato, ¿necesitaremos 30 años igual que los vecinos del Norte? No los resistiríamos, allí siempre ha habido cosas intocables

Anónimo dijo...

En Francia ha ganado la derecha, en España la ETA. Esa y no otra es la gran diferencia. Desde este barco que naufraga, mis mejores deseos a los franceses. ¡Suerte¡

Baba O'Riley dijo...

Fabulateur Perdiu.
Es curioso observar como levanta pasiones, en tan ilustre audiencia, un tipejo que dejando de lado su lado tendencia liberal o no, lo calificaríamos como un exaltado nacionalista, que no tiene ningún problema de hacer bandera de la bandera. Pero claro, hay nacionalismos y nacionalismos. Unos se aplauden y otros se intentan exterminar.

Anónimo dijo...

Sr. Perdiu,

Lástima por Segolene, por otro lado me hace gracia que hable usted de una sociedad en declive, si la francesa es una sociedad en declive ¿la nuestra es una sociedad declinada?, un país que ocupa un sillón en el consejo de seguridad de la ONU, dispone de aramamento nuclear, es uno de los principales y únicos productores de energia de europa, forma parte del G8, su tasa de creciemiento sigue siendo positiva...y todo ello unido a uno de los estado del bienestar más consolidados del mundo.

Obviamente su juicio de valor debe de estar nublado por su reconocido anglofilismo, su liberalismo conservador o por su nacionalismo español,o las tres cosas a la vez, pero la realida es otra bien distinta: una sociedad en la cual hay 85% de participación en unas elecciones no es una sociedad enferma, si no todo lo contrario, es una sociedad viva y participativa como pocas.

Ojalá la sociedad donde yo vivo (o la anglosajona por poner un ejemplo) tuviese el grado de madurez, civismo, cultura y capacidad crítica que tiene la sociedad francesa. Supongo que es el poso que dejan 300 años de haber escogido ser adultos.

El Perdíu dijo...

Armando, tiene razón en que una cosa es predicar y otra dar trigo. A ver cómo lidia Sarko con los funcionarios y los sindicatos franceses...
Baba; no se confunda y no me confunda. No aplaudo ningún nacionalismo, pero sobre todo, no intento exterminar ninguno. Expreso mi opinión sobre el nacionalismo catalán, que no es inmune a la crítica, pero no tengo ningún interés en exterminar nada. Eso lo dejo para otros. No va con mi carácter...
En fin, Socialista, la echábamos de menos. Supongo que podemos contraponer mi declarada anglofilia con la obnubilación habitual de la izquierda por Francia. Qué felices éramos cuando Francia era la tierra de promisión, parís no se acababa nunca y todos éramos treinta años más jóvenes... no hay más que ver la prensa progre para ver cómo se les ha clavado la nostalgia. En fin, a un país en declive sólo lo podía admirar una corriente política, la izquierda, en declive. Son tal para cual...