16.2.07

Socialismo o muerte

A fuer de repetitiva, la trayectoria de gran parte de la izquierda es bastante cansina. Primero la ilusión y a continuación el fracaso. Tenemos el caso de Venezuela. Un militar golpista, ya saben, como Franco, intenta hacerse con el poder por medio de las armas. Fracasa. Se presenta a las elecciones y las gana. Desde que las ganó, muchos ya sabíamos en qué iba a acabar su régimen, y no nos estamos equivocando lo más mínimo.

Para empezar, como buen izquierdista en el poder, reforma constitucional, oposición a la oposición, de forma que ésta no tenga sencillo intentar la alternancia, y a gobernar por decreto. Se trata de excluir a la mitad del país del juego político (¿le suena cercano, desocupado lector?). Para seguir, ataques a los medios de comunicación que no se pliegan a los deseos del poder. La gente, que es idiota, empieza a querer abandonar el país.

En política económica, el camino al desastre es conocido, al menos para las personas que sepan que dos y dos son cuatro. Se nacionalizan empresas privadas, se genera una buena dosis de inseguridad jurídica, se despilfarran los recursos públicos que, al ser de todos, no son de nadie, se establecen controles de precios y ¡alehop! el resultado, inmediato, es escasez y desabastecimiento crónico. Pero no pasa nada porque la culpa del desabastecimiento es, lógicamente, de la conjura judeomasónica internacional.

¿La solución? Una muy a la medida de la izquierda, que no cree en la libertad… un decreto contra el desabastecimiento, como si a base de decretos se hiciera funcionar una economía…

En el caso de Chávez, todo esto se agrava porque, además, es un payaso que deshonra a su país con cada una de sus payasadas. Al igual que el siniestro dictador de La Habana, le ha cogido gusto a la radio, tras habérselo cogido a la televisión. Un tipo que habla con Bolivar en sueños, que le anuncia públicamente a su mujer que no se preocupe que ya le falta menos para volver de una gira por el país “y darle lo que necesita”. En fin, todo tan bananero que da bastante asco. Eso sí, el rojerío europeo feliz porque es antiamericano, así que no faltan, como en el pasado, nuestros turistas del ideal.

Pensamos que se había ido pero no. El idiota nunca se marchó del todo.


En fin, el socialismo del siglo XXI es igualito, para desgracia de Iberoamérica, al del siglo XX


PS: ¿alguien sabe que el domingo hay referéndum en Andalucía?

7 comentarios:

Unknown dijo...

Hola.
Desde las diferentes fuentes del socialismo anteriores a Marx (los socialistas utópicos, los socialistas ricardianos, el socialismo cristiano, el socialismo alemán de carácter histórico y el francés de carácter anarquista), hasta el propio socialismo marxista y los posteriores corrientes revisionistas que dieron lugar a gran parte de las actuales corrientes socialdemócratas europeas son muchas las variaciones que impiden, creo yo, hablar de un único socialismo. Identificar ese inexistente socialismo único, sea del siglo XIX o XX con el impresentable presidente de Venezuela quizá sea demasiado simplista.
Saludos

El Perdíu dijo...

Interesante reflexión. Tiene usted razón en que debería haber puntualizado que me refería a ese tipo de socialismo. Todo mi respeto, obviamente, para la socialdemocracia europea, a la que lo único que achaco es que creo que sus recetas no funcionan, pero nada más...

Anónimo dijo...

Perdiu, de que es el escudo de su avatar? hace dias que se lo quería preguntar... me imagino que algo relacionado con Sanabria, n'est pas?

Baba O'Riley dijo...

Acalorado Perdiu.
¿Sabe cual es el problema de verlo todo en blanco y negro?, pues que se obceca con una dirección única y así es imposible parecer objetivo y mucho menos serlo. Chavez es una burla a las democracias serias, un personajillo indigno de representarse a si mismo y mucho menos de representar a toda una nación. Ahora bien, reconociendo que las formas y parte de los medios son un ejemplo de hecatombe acelerada, hay parte del fondo que es profundamente acertado. Y que quiere que le diga, esa fobia antibush, pese a lo chabacana e infantil, tiene cierta gracia.
El populismo de izquierdas es tan repulsivo como el de derechas.
PS: De su comentario ”Se trata de excluir a la mitad del país del juego político (¿le suena cercano, desocupado lector?) “ , pues si que me suena, y mucho. Me suena a los últimos cuatro años de legislatura pepera.

El Perdíu dijo...

Bambi, en campo de azur un aspa de oro acompañada de cuatro flores de lis de plata, una en cada hueco. Bordura de azur con ocho crecientes de plata. Es el escudo de Sanabria.
Baba, me alegro de que piense eso de Chaves, porque no es lo habitual en la izquierda. en fin, la pregunta no iba por los últimos cuatro años de legislatura del pepé, obviamente...

Anónimo dijo...

Aparte del pleonasmo del título, me llama la atención eso de socialismo cristiano. El mismo Chávez hace referencia a Jesucristo como el primer socialista de la Historia. No sé si lo hace por que es un analfabeto, que puede ser, o porque sólo pretende hacer demagogia barata. La diferencia esencial entre el cristianismo y el socialismo es que la primera es una doctrina moral basada en la libertad del individuo como requisito imprescindible. El socialismo es coacción y esencialmente niega la libertad individual, así que eso de socialismo cristiano es como el ateísmo religioso. Si no sigues los mandamientos no vas al Cielo, si en un sistema socialista no cumples las leyes vas al Gulag o al campo de reeducación. ¿Está clara la diferencia, no?

Baba O'Riley dijo...

He aquí el desconocimiento demagógico al servicio de la sinrazón.