26.9.06

El tiempo

Nos falta tiempo. En la vida moderna, la ausencia de tiempo es uno de los factores que más merma nuestra calidad de vida. Tiempo para estar con los nuestros, con nuestra pareja, nuestra familia, nuestros amigos… pero también para otras cosas. Tiempo para leer, por ejemplo. La imagen mítica que tengo en mi memoria y que siempre me asalta cuando pienso en ello, es estar en casa, en Sanabria, mientras llueve. La chimenea está encendida. Jimena y yo leemos. Es una forma sencilla de felicidad.

He re-empezado La historia de los judíos, de mi admirado Paul Johnson. Es un libro magnífico, complejo, lleno de matices, dando una interpretación, en lo que estoy ahora, del antiguo testamento. El problema es que es un libro que no puede leerse en el metro o de camino al trabajo. Es un libro para leerlo con la chimenea encendida, la televisión quitada. La lluvia, cadenciosa, cayendo sobre las losas del tejado. Quizá es octubre. Son las seis de la tarde. Empieza a oscurecer.

PD. Francisco Javier García, el cruel asesino de la ETA, vuelve a sentarse en el banquillo, por el asesinato de una persona que se llamaba Mariano de Juan Santamaría. El 10 de abril de 1995, Javier García le pegó varios tiros, por la espalda, frente al portal de su casa, en San Sebastián. García, el asesino maqueto, decidió que no merecía ni juicio ni garantías. Había de morir. Su delito, ser militar del ejército español. Mariano de Juan murió. Supongo que los políticos fueron al entierro y luego nada. No sé si estaba casado o si tenía hijos. Sé que desde aquel día de abril, hay gente que le echa de menos. Sé que cada día desde entonces, falta una persona que era amigo, hijo, marido o padre. Y su ausencia ha seguido inalterable, cada día. No podemos olvidar a las víctimas del terrorismo, ni meterlas en un saco imaginario disimulado por una cifra de ochocientas o mil. Cada víctima es una ausencia, una vida que no pudo ser, unos hijos que aún hoy se crían sin padres. No podemos matarlos también con nuestra indiferencia. Imagino que el Estado lo ha olvidado, como a tantos otros. Quizá para lavar esa mala conciencia, en marzo de 2005, a título póstumo, fue ascendido a subteniente. Descansa en paz Mariano. Francisco Javier García, que la cárcel se te haga eterna.

PD: Mañana, en Toledo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye, vale que de cuando en cuando tengas una poco más baja la creatividad, pero ¿tanto como para copiar con ese descaro lo que tú mismo escribiste en el post anterior?
Deberías denunciarte a tí mismo, y luego no tener piedad.
Gracias por escribir.
Un saludo

El Perdíu dijo...

jorgington, mi herido orgullero de bloguero plagiario requiere una explicación. ¿Qué he copiado? ¿De dónde? ¿Es acaso la primera vez que me cito sin darme cuenta?

Anónimo dijo...

Emocionante tu recuerdo de las víctimas del maketo, me gusta tu blog. Animo.

Rafa65.