23.12.05

Alemania

El 7 de noviembre de 2003 se constituyó en Alemania la Comisión Mixta Bundestag/Bundesrat para la reforma del federalismo. Se trata de una Comisión ideada para la modernización del ordenamiento federal y que se componía de 32 miembros, 16 del Bundestag, (equivalente a nuestro Congreso) y 16 del Bundesrat (más o menos similar a nuestro Senado) respectivamente, de forma que cada Land o Estado federado envió a un miembro.
De lo que en esta Comisión se ha debatido, me interesa destacar lo siguiente:
  • Derecho de aprobación de las leyes federales por el Bundesrat.
  • Educación, los Länder querían obtener competencias plenas en esta materia, libres de la influencia de la Federación.
  • Europa, ya que el gobierno federal responsabiliza del mal rendimiento global alemán al derecho de coparticipación de los Länder

Alemania, un país más hecho que el nuestro, es capaz de debatir sin miedo las ventajas y desventajas de la descentralización. Aquí aún no. Estamos todavía en un juego en el que las cosas sólo pueden ir en una dirección, más descentralización, porque hemos cogido el concepto como un tótem (supongo que tiene cierta lógica después de cuarenta años de dictadura) y no hemos salido de ahí. Es decir, las transferencias han de ir todas en un sentido (del Estado hacia la Comunidad), lo que origina un escenario en el que, a medio plazo, todo el poder del Estado será únicamente simbólico. De ahí la fantasiosa propuesta del nacionalismo catalán de blindar competencias en el proyecto de Estatuto. Dos objeciones; una, en el juego político a veces se gana y a veces se pierde, luego nada más lógico que el Estado pueda plantear que también quiere competencias. Y dos, lo más útil sería aplicar la lógica, y ver de modo crítico quien es el que mejor puede prestar el servicio. Pero para eso se necesitaría lo que los alemanes llaman Bundestreue o lealtad federal. Y creo que nuestras élites políticas, sobre todo las periféricas, no manejan bien el concepto.

PD: a los que sean creyentes, felices fiestas. A los que no, feliz consumo

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